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La banca está peor ahora que tras la quiebra de Lehman
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PROBLEMAS DE CAPITAL, FALTA DE LIQUIDEZ Y UNA MORA DISPARADA EN ESPAÑA

La banca está peor ahora que tras la quiebra de Lehman

La banca europea en general y española en particular se encuentra en un momento crítico, similar o incluso peor que el posterior a la quiebra de

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La banca está peor ahora que tras la quiebra de Lehman

La banca europea en general y española en particular se encuentra en un momento crítico, similar o incluso peor que el posterior a la quiebra de Lehman hace tres años. La crisis de deuda soberana ya se ha cobrado la primera víctima, Dexia -que será dividida y nacionalizada- y va a provocar una recapitalización general del sector justo cuando se suponía que había terminado en España. Los mercados siguen cerrados a cal y canto y las tensiones de liquidez empiezan a ser insoportables para muchas entidades. Y en España, los márgenes siguen desplomándose, el inmobiliario no da señales de vida y la morosidad vuelve a crecer sin control. Incluso el Santander espera que no se frene hasta 2013.

El servicio de estudios de BBVA estima que la tensión financiera, medida por un índice que recoge la volatilidad de los mercados de capitales, tipos de interés, divisas, riesgo de crédito y las tensiones de liquidez, ha superado los niveles posteriores a la quiebra del banco de inversión estadounidense, en septiembre de 2008. La liquidez es la clave de este estrés, y este estudio estima que, si el cierre actual de los mercados es temporal y se resuelve este mes, el impacto en el PIB europeo será asumible, del 0,2% el PIB en 2012; pero si es permanente, este impacto será catastrófico, de 2,5 puntos del PIB.

Precisamente, la imposibilidad de acceder a la liquidez es lo que ha precipitado el derrumbe de Dexia, cuya cartera de 100.000 millones de deuda pública, sobre todo de los países periféricos, pone en cuestión su viabilidad. El Gobierno belga anunció anoche que nacionalizará la rama del banco en su país con una inyección de 4.000 millones y Francia podría hacer lo mismo con su rama, aunque en este caso el importe sería de sólo 700 millones, e integraría su negocio de financiación a los ayuntamientos con Banque Postale y Caisse des Dépôts et Consignations. La idea es reducir la actual Dexia a un 'banco malo' con esa cartera de deuda que recibiría garantías de ambos Estados.

Evitar que el fuego se extienda más allá de esta entidad, como ya ocurrió en 2008 con el grueso de la banca norteamericana y europea, llevó ayer a Angela Merkel y a Nicolas Sarkozy a anunciar que tomarán importantes medidas, incluyendo modificaciones en los tratados de la UE, para recapitalziar la banca europea. No obstante, no serán anunciadas antes de fin de mes, ya que ambos chocan en el papel que debe tener el fondo de rescate europeo (FEEF) en la salvación de la banca: el presidente francés quiere que pueda inyectar capital directamente a las entidades para que el rescate de la banca francesa no incremente su déficit público; la canciller, en cambio, pretende que sea el último recurso y que se utilice sólo cuando los respectivos Gobiernos nacionales no tengan capacidad para hacerlo.

En todo caso, se avecina una segunda recapitalización masiva de la banca europea por culpa de la crisis de la deuda, justo cuando el gobernador Fernández Ordóñez acaba de dar por concluida la de la banca española. La factura para los contribuyentes se situará entre 100.000 y 200.000 millones, según el FMI. La estimación de las necesidades de cada entidad se está discutiendo: puede que se haga elevando el mínimo de core capital para anticipar los requisitos de Basilea III, o bien mediante unos nuevos test de estrés que, a diferencia de los de julio, sí incluyan una pérdida de valor de la deuda pública que tienen los bancos en cartera.

España, peor aún: la morosidad seguriañ creciendo hasta 2013

Si la situación de la banca en Europa es crítica, la de la española es peor aún porque hay que añadir unos márgenes en caída libre por la guerra de depósitos y el desplome del crédito, un mercado inmobiliario donde los precios siguen muy lejos de adecuarse a la realidad y una alarmante falta de liquidez, que fue lo que en última instancia se llevó por delante a la CAM y puede hacer lo mismo con otras muchas entidades que tienen que refinanciar ingentes cantidades de deuda en 2012. Pero lo más alarmante es la situación de la morosidad.

Como ya adelantó El Confidencial en julio, la mora volvió a dispararse en el segundo trimestre, como recogieron las cuentas de entidades tan grandes como Santander y Bankia. Incluso circulan estimaciones del Banco de España que aseguran que la tasa alcanzará niveles de hasta el 8,5% a fin de año, similares a los de la crisis de 1994. El propio banco que preside Emilio Botín asegura que no sólo no tiene visos de reducirse a corto plazo, sino que va a continuar creciendo al menos dos años más, según vaticinó en su Investors Day celebrado hace unos días. La incapacidad de los promotores de devolver sus créditos, pese a las refinanciaciones, más la entrada en mora de hipotecas y créditos a pymes que hasta ahora atendían sus pagos pero ya no aguantan más, explica esta nueva escalada.

Según analistas presentes en estas conferencias, los representantes del Sanmtander aseguraron que no esperan que el crecimiento de la mora se detenga hasta 2013. En el caso concreto del banco, estiman que puede alcanzar 13.700 millones, una cifra muy superior a las estimaciones de los bancos de inversión, por lo que es probable que veamos rebajas de recomendación sobre el valor (y sobre el conjunto del sector por extensión). Máxime si, como todo indica, el banco cántabro se hace finalmente con la CAM.

La banca europea en general y española en particular se encuentra en un momento crítico, similar o incluso peor que el posterior a la quiebra de Lehman hace tres años. La crisis de deuda soberana ya se ha cobrado la primera víctima, Dexia -que será dividida y nacionalizada- y va a provocar una recapitalización general del sector justo cuando se suponía que había terminado en España. Los mercados siguen cerrados a cal y canto y las tensiones de liquidez empiezan a ser insoportables para muchas entidades. Y en España, los márgenes siguen desplomándose, el inmobiliario no da señales de vida y la morosidad vuelve a crecer sin control. Incluso el Santander espera que no se frene hasta 2013.