Nadal, al contrario que el año pasado, sabe salir de un túnel para cerrar un partido

Esperaba un enfrentamiento de “golpes duros” Rafa Nadal, tal y como señaló el día anterior. Y lo tuvo. Frente al ruso Andrey Kuznetsov, el tenista español debió “mantener la concentración en el tercer set” para llevarse finalmente el encuentro por 6-3, 5-7 y 6-4. Ya está en semifinales de Doha, donde se las verá con el ucraniano Illya Marchenko -número 94 del mundo-, y que probará nuevamente la fortaleza mental de la quinta raqueta mundial.

"Lo más importante ha sido el aspecto mental para encontrar soluciones y poder cerrar así el partido". Es el segundo set que pierde en el torneo. Después de remontar en esa segunda manga y ponerse con 4-3 a su favor, parecía que el tramo final del choque sería cuesta abajo para Nadal. Pero el número 79 del mundo afiló su arma y tomó el control de la pista con un parcial de 10-1 en golpes ganadores, alejando al de Manacor hacia el fondo de la pista. En Nueva York, el pasado verano, Rafa tuvo a Fognini contra las cuerdas ganando 6-3 y 6-4 los dos primeros sets y en el tercero servía con 3-1 a su favor. Pero su mente colapsó y terminó siendo eliminado. Aquellos fantasmas que se aprovechaban de su debilidad mental no aparecieron por la pista de Qatar y, tras el partido, Nadal resalto como la clave de su victoria precisamente que mantuvo “la concentración” y el "as. No se vino abajo ni se marchó del partido.

El episodio de Fognini en el US Open no fue el único en el que Nadal 'abandonó' la pista antes de tiempo en la pasada temporada, aunque quizás ese fue el mejor ejemplo que mejor explica su inestabilidad psicológica. En esta semana, Rafa ha asegurado de “sentir la raqueta como nunca en un inicio de temporada”, algo inequívoco de que su preocupación es dónde poner la pelota, y no de sí mismo (problema que abarcó su 2015, salvo en la recta final del mismo). Con esa seguridad, ante Kuznetsov no dejó de pisar el acelerador y el tercer set se lo llevó para saludar al ruso, a su 'amigo' Carlos Bernardes (no le arbitraba en individuales desde hace casi un año), y dirigirse al centro de la pista para repetir su habitual salto y grito: “¡Vamos!”.

"Marchenko ha jugado grandes partidos para derrotar a Ferrer y Chardy y en la semifinal tendré que dar lo mejor de mi juego, si quiero seguir adelante". Nadal, que su choque lo presenció en directo el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, y el propietario del Valencia, Peter Lim, jugará por primera vez en su carrera ante el verdugo de David Ferrer en Qatar.