Nadal reinventa su juego y estrena raqueta para empezar a cumplir sus propósitos en Australia

Rafa Nadal no empezó con buen pie este 2012. El mallorquín cayó ante Monfils en Qatar, su hombro se resintió y la gripe se cebó con él. Nada de esto ha mermado el optimismo del segundo mejor jugador del mundo. Entre sus propósitos de 2012 figura, por encima del esto, quitarse el sabor amago de las seis finales perdidas ante Djokovic. Nadal quiere acabar con la hegemonía del serbio y su misión empieza en el Open de Australia. De momento, el sorteo le ha beneficiado porque su primer encuentro será ante un rival de la fase previa, el americano Alex Kuznetsov.

En la segunda se cruzará con el vencedor del choque entre el alemán Tommy Haas y Denis Kudla. Posteriormente, podría medirse con el veterano croata Ivan Ljubicic y en unos hipotéticos octavos de final podría cruzarse con Feliciano López o David Nalbandián. En cuartos, esperarían Tomas Berdych o Almagro mientras que en semifinales podría enfrentarse con Roger Federer, Fernando Verdasco o con Juan Martín del Potro... Paso a paso.

El juego de Nadal se ha reinventado. El mallorquín ha rescatado su revés paralelo y sus bolas cruzadas y planas para erradicar el juego previsible que desplegó en 2011. Todo para volver a ser el jugador incisivo y dañino que aparecía desde cualquier ángulo de la pista. Rafa es consciente de que no puede cambiar “de repente” pero trabaja para ello bajo la atenta mirada de su tío Toni. Y una de las claves será su nueva raqueta: ha sido modificada para que la cabeza sea más pesada y le aporte más potencia siendo muy cuidadosos a la hora de mantener el equilibrio general que le haría perder el control en sus golpes. En total, tres gramos más en el arco para potenciar y mejorar su servicio. Eso sí, tendrá que centrar toda su atención en no perder precisión.

Las apuestas no dan favorito a Nadal

Con la gripe erradicada, faltaba saber el estado del hombro del mallorquín. El propio jugador fue el encargado de despejar las dudas: “Mi hombro está bien. Con suerte, podré dar lo mejor de mí”. Rafa transmite optimismo: “Mi actitud es más positiva y siento que tengo más fuerza”. Nadal sigue siendo favorito pero ya no es el hombre a batir. Incluso las apuestas le han relegado al cuarto lugar por detrás de Djokovic, Federer y Murray. A pesar de todo, por la mente de Rafa sólo pasa volver a ganar un título que nunca se les ha dado bien a los españoles: él, en 2009, es el único tenista nacional que ha logrado el trofeo (Moyá cayó en 1997 en la final ante Pete Sampras).