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Márquez contra su estilo: ser segundo, a veces, sabe a victoria
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CORRIÓ UNA SEMANA DESPUÉS DE SER OPERADO

Márquez contra su estilo: ser segundo, a veces, sabe a victoria

Cuando Márquez cruzó la línea de meta, lo primero que vio fue a su equipo encaramado al muro celebrando un segundo puesto que sabe a triunfo... aunque sea un resultado que va contra su esencia

Foto: Marc Márquez tras cruzar la línea de meta en Jerez (Repsol Media).
Marc Márquez tras cruzar la línea de meta en Jerez (Repsol Media).

Ante 243.570 espectadores, 14.000 más que en 2014, Jorge Lorenzo se unió a la nómina de pilotos que han subido a lo más alto del podio esta temporada. El piloto de Yamaha celebró con rabia su primera victoria del año, pero no fue el único ovacionado. Cuando Marc Márquez cruzó la línea de meta, lo primero que vio fue a su equipo encaramado al muro celebrando un segundo puesto que más que a gloria, sabe a triunfo. En Jerez y teniendo en cuenta las circunstancias en las que se encontraba, el piloto de Repsol Honda tuvo que ir contra su estilo y actuar con inteligencia: más vale 20 puntos en mano que ciento volando.

“Ser segundo no es mi estilo. Siento mucha menos presión que en Qatar; tampoco la tengo para esta carrera o para el título. Ya no soy el favorito”. El jueves, día en el que toda la maquinaria del Mundial se puso en marcha en Jerez, Marc Márquez dejó claro -una vez más- que en sus planes de depredador no entra otra cosa que no sea ganar. Es su esencia y nada ni nadie pueden cambiarla, en todo caso puede verse obligado a modificarla de vez en cuando. Teniendo en cuenta su actual situación en la clasificación de la categoría reina, la cuarta cita del calendario tenía todos los ingredientes para que Márquez fuera en contra de sus propias palabras. Y así fue.

“Era el día de Jorge, pilotó muy bien y a nosotros este circuito habitualmente nos cuesta”, comentaba Marc tras la carrera. Efectivamente, Lorenzo bordó su actuación en Jerez de principio a fin y ante la perfección destilada por el piloto de Yamaha sólo quedaba una opción: sumar el mayor número de puntos para no descolgarse de la lucha por el título de manera definitiva. Aunque eso signifique firmar un segundo puesto cargado de mérito que contradiga su estilo: “Estoy contento porque ahora estamos a 26 puntos. Siguen siendo bastantes, pero vamos recortando incluso haciendo un fin de semana no muy bueno”. Poco amigo de los números, Marc tiene más que clara la distancia que le separa de Valentino Rossi. O lo que es lo mismo: del liderato. Después de recortarle cuatro puntos, el italiano le aventaja en 26 mientras que Dovizioso y Lorenzo lo hacen en once y seis, respectivamente.

Acabada la carrera y el protocolario acto de entrega de trofeos, Marc confesó que su segundo puesto había sido “el más difícil” de su carrera. Tanto que fue celebrado y saboreado como un triunfo: “Dado como se llegaba aquí, la verdad es que sí, es casi una victoria y más viendo cómo ha ido la carrera. Creo que podemos estar muy contentos porque llegábamos este fin de semana con la incógnita de ver qué pasaría y salimos más cerca del líder que es lo importante”. Tal era la alegría en el box de Márquez que su equipo se subió al muro para celebrar un segundo puesto con aroma a victoria de una manera muy especial: con sus dedos meñiques en alto. Un gesto que fue el preludio de la ovación que recibió cuando llegó al ‘parc fermé’.

No era para menos. Este fin de semana Marc Márquez ha pasado menos minutos sobre su Honda para no cansarse (hizo tandas cortas) y este domingo se subió a la moto ayudado por los calmantes (Enantyum) que se tuvo que tomar para paliar los dolores de su dedo meñique, el mismo que le hizo pasar por el quirófano una semana antes de la cita en Jerez. Aunque eso no fue lo peor: “El único problema ha sido el brazo derecho pues en el izquierdo el dolor no era muy grande, pero tenía menos fuerza e, inconscientemente, utilizaba más el derecho y eso hizo que se me agarrotara. A partir de ahí, he ido gestionando la fuerza en toda la carrera porque sabía que si iba agresivo, como siempre, duraba lo que en los entrenamientos: cuatro o cinco vueltas”. Aguantó los 27 giros de la cita poniendo su inteligencia por encima del estilo, así es como un segundo puesto sabe a victoria.

Ante 243.570 espectadores, 14.000 más que en 2014, Jorge Lorenzo se unió a la nómina de pilotos que han subido a lo más alto del podio esta temporada. El piloto de Yamaha celebró con rabia su primera victoria del año, pero no fue el único ovacionado. Cuando Marc Márquez cruzó la línea de meta, lo primero que vio fue a su equipo encaramado al muro celebrando un segundo puesto que más que a gloria, sabe a triunfo. En Jerez y teniendo en cuenta las circunstancias en las que se encontraba, el piloto de Repsol Honda tuvo que ir contra su estilo y actuar con inteligencia: más vale 20 puntos en mano que ciento volando.

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