Lorenzo pone la directa y Márquez se encarga del espectáculo

Demostró a lo largo del fin de semana que tenía el mejor ritmo de todos los pilotos de la parrilla de MotoGP, constante como el martillo que luce en su pizarra y preciso como un reloj. Era previsible que Jorge Lorenzo se alzara con la victoria en la prueba inaugural de la temporada, en el Gran Premio de Qatar, en el circuito donde debutó en la clase reina con una segunda posición en 2008. Por eso, desde la primera hasta la última curva dominó con solvencia una carrera en la que Marc Márquez y Valentino Rossi pusieron el espectáculo bajo las estrellas del trazado de Losail.

El 'rookie' partió algo retrasado porque en la salida cayó dos plazas hasta la octava, mientras que 'Il Dottore' adelantó dos puestos –hasta el quinto- y a punto estuvo de tocarse con Dani Pedrosa cuando intentaba superar a Andrea Dovizioso.

Márquez sólo se tomó tres vueltas de respiro para comenzar una remontada que le llevó hasta la tercera plaza tras superar a Cal Crutchlow y marcar la vuelta rápida en el tercer giro. Por delante su compañero de equipo, al que le fue imposible dar caza a Lorenzo porque marcaba tiempos de otro mundo. Enganchando a la rueda de Pedrosa, el pupilo de Alzamora transitó sin apuros y esperó el momento preciso para superar a su compañero de equipo sin cometer ningún error. Al final de la recta de meta, cuando restaban seis vueltas para el final, fue el lugar escogido por Márquez para dejar atrás a Pedrosa y soñar con el segundo escalón del podio.

Dos giros después llegó la pesadilla para Pedrosa porque Rossi entró en escena y le sacó de los puestos del podio.

Con un Lorenzo inalcanzable, fue cuando el maestro y el 'rookie' se lo jugaron todo a una carta. Márquez no se encogió cuando vio asomar la rueda delantera de la Yamaha de Rossi y le contestó en el mismo punto en el que antes lo había hecho con Pedrosa pero 'Il Dottore', perro viejo, no dejó escapar el segundo puesto de un podio que le sabe a victoria después de penar dos años vestido del color rojo de Ducati.

Pol Espargaró, suma y sigue

Fue Takaaki Nakagami el que hizo todo el trabajo sucio a lo largo de la primera parte de la carrera, el que tiró para marcharse y se llevó con él al grupo de los favoritos para comenzar a hacer la primera criba de la carrera de Moto2.

Cuando el piloto japonés ya había hecho la limpieza, fue cuando comenzaron los ataques de Pol Espargaró y Scott Redding, que consiguieron marcharse y librarse de Nakagami para jugarse entre ellos la primera victoria de la temporada. El piloto inglés se puso en cabeza rápidamente, mientras el pequeño de los hermanos Espargaró esperaba con paciencia el momento justo para lanzar el ataque definitivo. Lo hizo cuando restaban cinco giros para el final, pero no consiguió despegar a Redding del colín de su Kalex. Junto se marcharon hasta la última vuelta para pelear por la victoria, hasta que el piloto inglés cometió un error en la salida de una curva y Pol ya sólo tuvo que acelerar hasta ver la bandera de cuadros.

Triplete español en Moto3 

Una última vuelta al borde del infarto definió el podio de Moto3, unos cajones con sabor español porque Luis Salom se impuso en la prueba inaugural de la temporada, pero Maverick Viñales y Álex Rins pelearon por una segunda plaza que se adjudicó el piloto del Team Calvo por sólo seis milésimas de segundo. Un suspiro entre la segunda y la tercera plaza de un podio completamente español para inaugurar el Mundial en la categoría más pequeña.

Desde la salida se forma un grupo compacto de siete pilotos que perdieron de vista al resto, hasta que Jonas Folger, en el séptimo giro, cometió un error que le llevó al descolgarse de un grupo que quedó compuesto por sólo cuatro pilotos.

Mientras Rins, Salom y Álex Márquez se peleaban por una plaza en el podio, Maverick esperaba su oportunidad para no malgastar fuerzas innecesariamente. La lesión en el dedo anular de su mano derecha, del que fue operado hace dos semanas, no le permitía correr riesgos innecesario y se vio obligado a esperar hasta el final para dar el hachazo definitivo.