Es noticia
El hockey español sufre pero se sacude el miedo para seguir soñando con ganar una medalla
  1. Deportes
  2. Juegos Olímpicos
LAS BAJAS DE FREIXA Y POL AMAT LES OBLIGAN A HACER UN ESFUERZO FÍSICO MAYOR

El hockey español sufre pero se sacude el miedo para seguir soñando con ganar una medalla

La selección española de hockey afrontaba su tercer partido pero no era un choque cualquiera. Los resultados cosechados hasta ahora obligaban a los chicos de Dani

Foto: El hockey español sufre pero se sacude el miedo para seguir soñando con ganar una medalla
El hockey español sufre pero se sacude el miedo para seguir soñando con ganar una medalla

La selección española de hockey afrontaba su tercer partido pero no era un choque cualquiera. Los resultados cosechados hasta ahora obligaban a los chicos de Dani Martín a ganar, no cabía otro resultado. El equipo llegaba a la cita con Sudáfrica con el varapalo que han supuesto las inesperadas bajas de Santi Freixa y Pol Amat y, precisamente, en sus compañeros encontraron la fuerza y la inspiración suficientes para no defraudar. España sufrió y acabó pidiendo la hora pero cumplió el objetivo, la victoria, y la clave estuvo en sacarse el miedo que tenían metido en el cuerpo para poder seguir soñando con las medallas.

Todavía queda mucho y lo cierto es que cualquiera de los metales se antoja como una misión ambiciosa pero no imposible. España empezó con un empate ante Pakistán (0-0) que supo a poco porque fueron superiores a sus rivales. Australia no les dio ninguna opción y resolvió el choque con una goleada (5-0) por lo que ante Sudáfrica sólo les valía el triunfo. Tuvieron que remontar un marcador en contra pero cuando los jugadores españoles se desperezaron, hicieron el encuentro suyo y fuero de más a menos ya que acabaron pidiendo la hora cuando Sudáfrica amenazaba con empatar el encuentro. La victoria final (2-3) tiene un sabor especial porque la selección de hockey ha tenido que reforzar su mentalidad después de ver como dos de sus jugadores clave se despedían de los Juegos Olímpicos. Primero fue Santi Freixa en el debut y luego Pol Amat en el segundo choque. “Pocas personas saben lo que hemos pasado en estas horas y el equipo ha hecho un esfuerzo que no tengo palabras para agradecérselo” confesaba Dani Martín. El seleccionar es consciente del gran trabajo de sus chicos que juegan con un factor en contra, el enorme esfuerzo físico al que se enfrentan en cada partido: “Jugar con tan pocos cambios es bestial, nos obliga a rotaciones distintas pero al final nos hemos adaptado”.

España defiende la plata lograda en Pekín 2008 pero son conscientes de que en los últimos cuatro años el nivel no ha sido el esperado pero a medida que avanza la competición, la selección se va poniendo a tono y en el partido de ayer dieron un paso de gigante al quitarse los miedos que les impedían jugar como saben. “Dependíamos mucho más de nosotros, que cada jugador se sacara este miedo, este temor y que hiciera todo lo que quisiera hacer. Creo que hemos estado un poco encogidos estos días por distintas causas” afirmaba Martín que antes de llegar a Londres se marcaba las semifinales como objetivo. De momento, la selección de hockey sigue en la pelea por alcanzar esa fase ahora que el grupo está más igualado gracias al empate de Australia y Argentina y la victoria de Gran Bretaña sobre Pakistán: “Estamos vivos, seguimos persiguiendo el objetivo de inicio y ojala salga bien contra Argentina y nos juguemos todo contra Gran Bretaña en su casa, será un espectáculo”. España llegó soñando con las semifinales pero tras lo vivido ese objetivo se queda pequeño, quieren una medalla para Pol y Santi.

La selección española de hockey afrontaba su tercer partido pero no era un choque cualquiera. Los resultados cosechados hasta ahora obligaban a los chicos de Dani Martín a ganar, no cabía otro resultado. El equipo llegaba a la cita con Sudáfrica con el varapalo que han supuesto las inesperadas bajas de Santi Freixa y Pol Amat y, precisamente, en sus compañeros encontraron la fuerza y la inspiración suficientes para no defraudar. España sufrió y acabó pidiendo la hora pero cumplió el objetivo, la victoria, y la clave estuvo en sacarse el miedo que tenían metido en el cuerpo para poder seguir soñando con las medallas.