La vida vuelve a sonreír a un Tiger Woods que puede recuperar el cetro del golf mundial

Desde el pasado 31 de octubre de 2010, última ocasión en la que Tiger Woods encabezó la clasificación mundial, las cosas no le han ido nada bien al mejor golfista de todos los tiempos. A la separación de su esposa, Elin Nordegren, se unió su reconocida adicción al sexo, la retirada de varios patrocinios y una caída espectacular en su rendimiento profesional. Todo hacía apuntar a que uno de los últimos grandes mitos del deporte se derrumbaría (llegó a situarse en la posición número 58), pero no ha sido así.

El ‘Tigre’ ha regresado, y la mejor demostración de ello es la posibilidad de volver a reinar en este deporte. Lo puede hacer esta misma noche, siempre y cuando consiga el triunfo en el Arnold Palmer Invitational que se viene disputando desde el pasado jueves en Orlando (Florida), y desbancar así de esa privilegiada posición a su enconado rival Rory Mcllroy, ausente en esta cita. Y lo tiene en la mano, ya que a falta de una jornada es líder, con dos golpes de ventaja sobre sus compatriotas Rickie Fowler y John Huh y el inglés Justin Rose.

Consiga o no el objetivo de ser número uno, la vida vuelve a sonreír a Tiger Woods. “Ha sido un camino duro, pero siento que hice cambios en mi vida que me han llevado en la dirección correcta”, reconocía el golfista en una entrevista reciente. Uno de esos cambios, y que le ha dado una gran estabilidad emocional, necesaria por otra parte para mejorar su rendimiento profesional, ha sido su nueva relación sentimental (oficializada recientemente) con la esquiadora Lindsey Vonn. Los líos de faldas le han dado enormes quebraderos de cabeza al ‘Tigre’, cuyo divorcio resultó uno de los más caros de la historia (595 millones de euros). Ahora, asentado según él mismo confiesa, todo va sobre ruedas para el que hace no mucho era uno de los grandes ídolos americanos.

La larga travesía en el desierto parece tener punto final, por el bien del propio protagonista y del deporte del golf, por supuesto. Ambas partes se han dado mucho y se necesitan. La figura de Tiger Woods significa mucho para esta disciplina y eso se nota, tanto en el plano puramente deportivo como en el económico. El mundo del golf se felicita por esta nueva situación, que hará vibrar a sus aficionados con la vuelta a los piques entre el americano y Mcllroy. Ambos son las grandes estrellas del momento, como lo demuestra la última campaña de Nike.

A tres semanas de la gran cita del Masters de Augusta (del 8 al 14 de abril), Woods y el norirlandés podrían ir alternando el liderato del golf mundial, ya que si el californiano finalmente se hace con el número uno este fin de semana, Mcllroy lo puede recuperar dentro de una semana en Houston.

Si a esto le añadimos el gran momento que atraviesa Justin Rose y los habituales Graeme McDowell o Phil Mickelson, el panorama no puede ser más alentador para los aficionados a este deporte. Ha vuelto la gran estrella y con él ese aliciente necesario para hacer aún más interesantes todos y cada uno de los torneos del circuito de la PGA.