Benítez se salva de la guillotina y el Madrid sigue la estela del Atlético y del Barça

Hacía muchísimo tiempo que el fútbol no volvía a España por Navidad, aunque lo haya hecho más bien ya casi por Nochevieja. Fue una jornada extraña por lo inusual de su situación en el calendario y porque se incluyeron varios partidos que se disputaron en horario laboral. Pero aun así, no fueron las butacas vacías en las gradas lo que más llamó la atención, sino lo que pasó en el césped, que no fue especialmente bonito, para qué engañarnos. Quizá la noticia estaba más centrada también en lo que pasaría en el Santiago Bernabéu, el partido que habría el fuego. Pero finalmente no se produjo lo que amenazaba y Benítez seguirá al menos unos días más en el banquillo del Real Madrid.

El club blanco ganó a la Real Sociedad con mucha dificultad y fealdad, pero lo hizo, que al final es lo que cuenta en la clasificación y muchas veces también en la motivación para cargarse o no a un entrenador. Pero no hay ningún atisbo de mejora global en el equipo, más bien al contrario, porque la Real dominó durante varias fases del partido, pero se vio superada por dos penaltis pitados por el árbitro en su contra que no eran (Cristiano sólo marcó el segundo) y se quedó sin uno muy claro a favor. Todo ello, después de que se lesionasen Agirretxe y Canales, siendo la baja de este último de larga duración al romperse por tercera vez el ligamento cruzado de la rodilla. Dos grandes goles de Cristiano y Lucas Vázquez superaron al tanto de Bruma, que empató el partido al comienzo de la reanudación.

Durante muchos minutos, el Madrid era líder momentáneo de la Liga. Sí, este equipo que está en plena crisis institucional. Pero no le duró mucho esa alegría porque el Atlético de Madrid acabó con la resistencia del Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas. Y eso que el Atleti volvió a no jugar especialmente bien pese a que Simeone apostó por un centro del campo plagado de calidad con Saúl, Koke y Óliver. Pero no funcionó en absoluto esa idea.

De hecho el Rayo, como suele ser habitual en su juego, dominó durante varias fases del partido al Atlético, pero de nuevo fue incapaz de sacar nada positivo contra un grande de la Liga. Y eso que estuvo muy cerca de conseguirlo, porque el gol de Ángel Correa que ponía el 0-1 llegó poco antes del minuto 90. Curioso es que con la medular de tanta calidad que dispuso el Cholo, el que mejor funcionó fue Thomas entrando en la segunda parte. El primer gol fue casi obra suya. Eso sí, su gran jugada casi seguro que se olvidará por el golazo de Griezmann que cerró el encuentro y mantuvo al Atlético al menos segundo.

Pero el Barça es otra cosa. El mejor equipo, de largo, de 2015 estrenó el parche de campeón del mundo en el pecho de la camiseta azulgrana ganando al Real Betis con momentos de grandísimo fútbol. Pero como pasó en el Bernabéu, en el Camp Nou también hubo una polémica verdaderamente inusual y extraña. Todo empezó con un balón colgado al área por Busquets que a la hora de despejar, Adán se llevó por delante a Messi, pero sacó limpiamente el balón. Vicandi Garrido señaló incomprensiblemente el punto de penalti. Ni los azulgranas se lo creían. Pero ahí no acabó todo.

En el momento de lanzar el penalti, Neymar (lo lanzó al estar Messi recuperándose del duro golpe que recibió) se resbaló y tocó con los dos pies el penalti, lo cual está prohibido, y el disparo acabó en el larguero. Pero ahí no acaba todo. En el rechace, Rakitic y Westermann van a por el balón con la mala suerte para el germano que se mete el balón en su portería. Pero ahí no acaba todo. Rakitic, intentando rematar, golpea por detrás al defensa del Betis, lo cual debió ser falta, y lo lesionó. Un compendio de cosas que desconectaron al Betis. Después, hasta tres palos más y varios paradones de Adán evitaron que el 4-0 fuera una goleada de escándalo. Messi marcó en su partido 500 y Suárez puso el récord goleador en un año natural en 180 goles. Una barbaridad.