Griezmann y la seriedad de siempre dan al Atlético los primeros tres puntos

Volvió la Liga al Calderón y lo hizo la ilusión. La parroquia rojiblanca no puede vivir tanto tiempo sin fútbol y en lo que sirvió como las antiguas presentaciones del Trofeo Villa de Madrid, el Atlético regresó a su casa para empezar la Liga con buen pie. Un triunfo escueto (1-0), con gol del de siempre, Griezmann, con pocas ocasiones pero suficiente para que en el casillero ya aparezcan los primeros tres puntos. La Unión Deportiva Las Palmas no pudo celebrar con un triunfo su 66º cumpleaños y su regreso a Primera, pero la fantástica imagen ofrecida en Madrid les permite pensar que en partidos contra equipos más cercanos a su nivel, deberían estar siempre cerca de la victoria.

Para un equipo recién estrenado en Primera División, con muy pocos jugadores con algo de experiencia en la máxima categoría, no hay posiblemente peor rival para enfrentarse que el Atlético de Madrid. Y más si se trata de la Unión Deportiva Las Palmas, que lleva años practicando un estilo de juego asociativo y que lo quiere desarrollar también en Primera. Precisamente, si algo se le da bien al Atlético es evitar que el equipo que quiera tener el balón lo haga con comodidad, es más, intenta y consigue muchas veces que la posesión del balón del contrario se convierta en inerte. Y si a ello le unimos otros dos factores que ya traía la UD consigo, como son su inofensivo ataque y la inexperiencia, el Atleti tenía casi todo resuelto.

Paco Herrera también volvía a Primera y por supuesto, su intención era recibir el menor daño posible. Esto sólo lo podía lograr mermando el principal potencial ofensivo del rival, que no es otro que el juego por las bandas. Sí, porque el Atlético de Madrid carece de extremos, Koke y Óliver ni lo son ni juegan como tal, pero en realidad no los tiene porque no los necesita. El juego por los costados del Cholo es obra de Juanfran y Filipe, los laterales. Al juntar cuatro centrocampistas puros, el trabajo en el centro está asegurado y la recuperación en caso de pérdida de los laterales, también. De esta manera, Herrera se protegió con dos carrileros largos y tres centrales, para obligar al Atleti a jugar por dentro.

Lo que originó fue una reacción lógica de embotellamiento frente a la meta de Raúl Lizoain. El dominio posicional era lógicamente del Atlético, que más por carisma y experiencia que por necesidad, tenía la pelota más que Las Palmas, o mejor dicho, con más intención. Óliver Torres fue titular en el debut liguero, una seña indiscutible de que esta vez sí va a ser importante para el Cholo. Su influencia en el juego le da razones a Simeone para confiar en él. Jugando como teórico interior derecho, aparecía por cualquier parte del campo para combinar, desatascar, para, en definitiva, hacer fluir el juego, lo cual no era fácil, por esa apretura central.

Ahí apareció el mejor jugador del Atlético 2014-15 para dejar claro una vez más que tiene pinta de volver a ser el mejor jugador del Atlético 2015-16. El entendimiento del juego cholista de Griezmann es envidiable. Ya quisieran algunos captar tan rápido y tan hondo las ideas complejas de Simeone. Es un segundo delantero tremendamente participativo, que reniega de permanecer fijando a los centrales, lo que intentaba hacer Jackson. Presiona cuando lo tiene que hacer, se va al área cuando conviene, participa… Venía a tocar e irse, a descongestionar, siendo el mejor apoyo de Óliver en esa labor. Después el gol no deja de ser circunstancial, puesto que viene de un libre directo que rebota y descoloca a un mal colocado Lizoain. Lo importante es cómo se gesta esa falta: en un intento del francés de recibir en la frontal de espaldas, una acción mucho más determinante de lo que parece.

Al acumular tanta gente por detrás del balón, los canariones las pasaban canutas para generar ocasiones de gol. De hecho, hasta la segunda parte y a través de saques de esquina, Las Palmas no realizó ni un tiro a puerta. El juego posicional era pausado, sin ninguna maldad, ni profundidad. Araujo se tuvo que pelear él solo con los centrales de Uruguay y Viera no podía esquivar todos los obstáculos que le salieran a su paso. El costado derecho, con David Simón y Roque tenía incluso menos actividad. La salida de Vicente por Hernán les permitió algo más de claridad y seguridad, pero sólo los córners asustaron a Oblak, que de hecho hizo una parada que valió probablemente tres puntos.

Simeone, a la vista del escaso bagaje ofensivo también de los suyos, buscó alternativas intentando un juego más directo con Torres y Correa y el Atleti mejoró por momentos, con un juego vistoso y efectivo que generó mucha superioridad numérica en zonas de peligro, también potenciado por el cansancio acumulado insular. Al salir del campo Óliver, la referencia creativa fue Koke y su aliado, Filipe Luís. Cómo ha echado de menos el Calderón a Filipe… Y lo mucho que le va a gustar al respetable rojiblanco el potencial que tiene Ángel Correa, muy activo desde que entró. Pese a lo expuesto, el Atlético no volvió a encontrar el camino al gol, y una vez más, como en los últimos años, el balón parado le sirvió para ganar. Y siempre es bueno empezar ganando. Y tampoco es malo para la UD empezar perdiendo por 1-0 en casa de un grande, y más dando una imagen de un equipo en plena progresión ascendente que sólo debe amoldarse… y acostumbrarse a estar entre los mejores.

Ficha técnica:

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Óliver (Correa, m. 64), Gabi, Tiago, Koke; Griezmann (Raúl García, m. 81) y Jackson Martínez (Fernando Torres, m. 59).

Las Palmas: Raúl Lizoain; David Simón, Alcaraz, Aythami, Bigas, Dani Castellano (Willian José, m. 80); Roque (Momo, m. 64), Javi Castellano, Hernán (Vicente Gómez, m. 62), Jonathan Viera; y Araujo.

Gol: 1-0, m. 15: Griezmann, de falta directa, tras tocar en la barrera.

Árbitro: Prieto Iglesias (C. Navarro). Amonestó a los locales Juanfran (m. 57) y Fernando Torres (m. 84).

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores.