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Leo Messi quiere dejar España: “Pagó 52 millones a Hacienda y sigue imputado”
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NO ENTIENDE POR QUÉ NO SE CIERRA EL CASO

Leo Messi quiere dejar España: “Pagó 52 millones a Hacienda y sigue imputado”

Messi, el mejor jugador de la historia del Barça se esté Leo planteando dejar el club porque llegó a un acuerdo con la Fiscalía... y aun así sigue imputado

Foto: Fotografía de archivo de Leo Messi a su llegada al juzgado de Gavà. (EFE)
Fotografía de archivo de Leo Messi a su llegada al juzgado de Gavà. (EFE)

A la Fiscalía de Barcelona le crecen los problemas: porque una cosa es querellarse contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, total una minucia; y otra muy distinta que Leo Messi, el mejor jugador de la historia del Barça, se esté planteando dejar el club porque llegó a un acuerdo con la Fiscalía... y aun así está en la quiniela para ingresar en la cárcel porque sigue imputado.

El astro argentino está harto de la justicia española. “Hay deportistas de élite que están en la misma situación, que han tenido conflictos fiscales y que han solucionado todo por la vía administrativa. Por ejemplo, Iker Casillas o Xabi Alonso. Incluso el propio Rafa Nadal. Pero Messi es el único que, a pesar de haber tenido problemas similares, también tiene abierto un procedimiento penal que puede llevarle a la cárcel. “Está harto de España y por eso se quiere ir”, explican a El Confidencial fuentes cercanas al jugador azulgrana.

Ni el futbolista ni su entorno entienden “cómo, después de haber pagado a Hacienda 52 millones de euros, continua encausado en los tribunales”. Las fuentes citadas aseguran que esa es la razón de lo distante que ha estado Messi del Barça en su regreso a España. “Dice muy poco de la Administración española esta situación. En cualquier país civilizado esto no habría pasado”, subrayan las fuentes, “porque al haber pactado pagar lo que debía más la multa correspondiente, podría olvidarse de todo”. Sin embargo, Hacienda es lo que es. Puede que Cataluña le perdone alguna vez a la Fiscalía que se inhabilite a Artur Mas, pero si Messi acaba dejando el F.C. Barcelona, eso no tendrá perdón de Dios.

Vídeo: La Justicia mantiene la imputación de Leo Messi

En resumidas cuentas, Leo Messi ha vuelto a Barcelona más distante del club. Y los problemas no son deportivos, sino relacionados con el fisco. El jugador ha cumplido su parte (una parte nada barata), pero la judicatura española sigue imponiendo su tempo geológico.

Ni el padre de Messi ni su entorno comprenden cómo pueden seguir estando en esta situación. Quizá han visto demasiadas películas americanas en las que el Fiscal llega a un trato con el delincuente y la película se acaba. En España, en cambio, se llega a un pacto con el fiscal y en la sala del proyeccionista es prácticamente el final... del primer rollo.

Alerta blaugrana por sus palabras

Messi despertó esta semana los peores miedos del barcelonismo. En una entrevista en el diario deportivo argentino Olé, el delantero blaugrana abría la puerta a dejar el Barcelona. Y su llegada taciturna al aeropuerto de la Ciudad Condal no sirvió para despejar las dudas.

Pero el problema del jugador y de su entorno familiar no es tanto con el Barça, sino con España y su marco legal. Y no por haber tenido problemas con Hacienda, sino porque estos se sigan prolongando en vez de haber quedado zanjados en lo crematístico.

“Da la impresión de que hay una doble vara de medir. Es el único deportista al que han metido en la vía penal. ¿Esto es un aviso a los otros? Lo que parece es que es discriminatorio. Comenzaron con los derechos de imagen y con el 15% de la ficha y no se sabe dónde acabará todo. Lo que hay es una gran injusticia”, aseguran a El Confidencial fuentes cercanas al astro argentino.

Cambio de abogado

Una prueba de este descontento es el cambio de abogado. Messi y su padre han dejado a Cristóbal Martell, un penalista forjado en la escudería de Francesc Jufresa y que defiende a personalidades que van del expresidente catalán Jordi Pujol (y su familia) al también expresidente del Barça Josep Lluís Núñez. La familia Messi se ha puesto ahora en manos del catedrático de Derecho Penal Enrique Bacigalupo, exmagistrado del Tribunal Supremo.

El cambio de abogado no supone sólo dejar legalmente Barcelona para pasarse a Madrid. En la decisión también han pesado los orígenes argentinos de Bacigalupo y la voluntad de desmarcarse de escándalos como los de Núñez y Pujol, que tienen al abogado Martell como nexo de unión. Un gesto de cara a la galería aconsejado por sus asesores y que tiene su intríngulis: Bacigalupo no sólo es un hábil jurista entre bambalinas, sino que imprimiría al caso Messi un aire totalmente nuevo, alejado de las connotaciones políticas que pudiera desprender con sus antiguos letrados.

Sin embargo, la situación de Messi no debería extrañar. Ha habido otros precedentes de incumplimientos de este tipo. Así, en 2013 se alcanzó un acuerdo con los acusados del caso Pallerols por haber financiado ilegalmente a Unió –el empresario Fidel Pallerols y el cargo del partido Vicenç Gavaldà– para que no fueran a prisión a cambio de reconocer su culpabilidad y pagar una multa. Sin embargo, la Audiencia de Barcelona acabó dictando su ingreso penitenciario, que finalmente se solventó con trabajo comunitario, en un proceso que todavía se alargó seis meses después del acuerdo alcanzado.

A la Fiscalía de Barcelona le crecen los problemas: porque una cosa es querellarse contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, total una minucia; y otra muy distinta que Leo Messi, el mejor jugador de la historia del Barça, se esté planteando dejar el club porque llegó a un acuerdo con la Fiscalía... y aun así está en la quiniela para ingresar en la cárcel porque sigue imputado.

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