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El Atlético, 'juguete' de Barça y Madrid, ya sueña con redimirse el viernes en la Copa
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SIMEONE HA PERDIDO LOS SEIS PARTIDOS CONTRA LOS DOS GRANDES

El Atlético, 'juguete' de Barça y Madrid, ya sueña con redimirse el viernes en la Copa

Oler a hierba mojada en una soleada tarde primaveral de domingo, cercana a San Isidro, mientras se está a punto de presenciar un Atlético-Barcelona, provoca las

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El Atlético, 'juguete' de Barça y Madrid, ya sueña con redimirse el viernes en la Copa

Oler a hierba mojada en una soleada tarde primaveral de domingo, cercana a San Isidro, mientras se está a punto de presenciar un Atlético-Barcelona, provoca las sensaciones más excitantes para un hincha colchonero. Sólo superadas si el rival es el Real Madrid.

En ese ambiente festivo se disputó el partido de ayer en el Calderón, donde el Barça recibió su primer pasillo como campeón de la actual Liga para llevarse después los tres puntos con asombrosa, y demasiada cotidiana, facilidad. Y es que el excelente trabajo de Simeone al frente del conjunto rojiblanco tiene un lunar muy grande: no haber conseguido siquiera empatar ante los dos grandes de España. Desde la llegada del argentino, seis partidos ante ellos, seis derrotas. Y lo que es peor, cuatro de ellas en casa.

El de ayer fue un duelo más descafeinado de lo habitual, que sirvió de celebración para los visitantes y de ensayo de cara a la final de Copa para los locales. El Atlético se jugará un nuevo título el viernes ante el Real Madrid, en la que es una oportunidad inmejorable para redimirse de ese abusivo sometimiento que le infligen desde hace mucho los dos mejores equipos españoles. En las gradas del estadio del Manzanares poco importó caer ante un Barcelona con diez futbolistas. La fiesta estaba enfocada de cara al viernes, y esta semana la capital del país celebrará sus fiestas locales envuelta en la tensión previa del derbi más importante desde hace 21 años.

La afición atlética no entiende de rachas, aquellas que hablan de 25 partidos sin ganar al eterno rival, ni teme a un equipo herido que sólo tiene la Copa para salvar una temporada en la que posiblemente se cerrará el ciclo de Mourinho al frente del equipo. La famosa pasión colchonera quedó patente durante los 90 minutos que duró el partido ante el Barcelona, con constantes alusiones al partido del viernes en forma de cánticos y pancartas. En una de estas se pedía a los suyos resucitar el “Espíritu del 92”, en referencia a la última final entre ambos equipos, jugada también en el Bernabéu, y que ganaron los rojiblancos.

Los jugadores atléticos volvieron al césped para ser aclamados

El éxtasis de unos pocos miles fue a más tras el partido cuando, negándose a marcharse del estadio, consiguieron con sus cánticos que los jugadores volvieran al césped media hora después de haber pitado el final el árbitro, para seguir animándolos de cara a la histórico duelo del viernes. Unos centenares siguieron en esta línea ya en los aledaños del estadio, esperando a que uno por uno los jugadores abandonaran el campo en sus coches particulares.

La hinchada le daría seguro un diez a su equipo en esta temporada. Pero lo cierto es que las cuatro derrotas ligueras ante Madrid y Barcelona (destacando que en las dos últimas se vieron remontados en casa ante versiones desmejoradas tanto de blancos como de azulgranas) han marcado la verdadera distancia que aún existe entre el Atlético y ellos. Sin ir más lejos, haber ganado los duelos directos le permitiría ahora a los de Simeone pelear por el título, toda vez que el resto de la Liga atlética ha sido prácticamente perfecta.

Con lograr un punto de los seis que le quedan en juego, este Atlético de Madrid será el mejor tercero en una Liga de 20 equipos. Es cierto que las distancias con los dos grandes se han recortado hasta lo inimaginable hace unos meses. Pero queda lo más complicado, demostrar que puede ganarlos en los duelos directos. El viernes tienen la oportunidad de demostrarlo en el momento perfecto. Los aficionados rojiblancos, como es habitual, tienen fe ciega en que la redención llegará esta vez. Y Simeone sigue buscando la tecla para dejar de ser un ‘juguete’ de Barcelona y Madrid.

Oler a hierba mojada en una soleada tarde primaveral de domingo, cercana a San Isidro, mientras se está a punto de presenciar un Atlético-Barcelona, provoca las sensaciones más excitantes para un hincha colchonero. Sólo superadas si el rival es el Real Madrid.