Florentino y Mourinho ponen buena cara pensando en su principal objetivo, la Décima

Esta noche el Real Madrid se enfrenta al Real Zaragoza en La Romareda, estadio fetiche para los madridistas ya que la última victoria local data de 2001 cuando el Toro Acuña rompió el empate a dos minutos del final. La capital aragonesa se ha convertido en una de las ciudades favoritas para el equipo blanco que vela armas desde el viernes en el céntrico Hotel Palafox de Zaragoza donde la actividad no ha parado desde la llegada de los madridistas. Tal y como informó El Confidencial, en la expedición había una novedad, Florentino Pérez. El presidente acostumbra a viajar el mismo día del partido pero esta vez ha hecho una excepción y acompañó al equipo con un objetivo: reunirse con Mourinho y Benzema. Una cita que se ha producido este sábado por la mañana.

Los jugadores blancos no han abandonado el hotel. Los únicos que se acercaron a los aficionados fueron Coentrao y Arbeloa en la tradicional firma de autógrafos que organiza el club en las ciudades que visita. Y ahí es donde apareció Florentino Pérez por primera vez. El presidente blanco se dejó caer a última hora del viernes, se fotografió con los dos jugadores y atendió las peticiones de los aficionados. Horas después, y tras haber descansado, se produjo el encuentro doble. Mourinho y Benzema eran los citados el sábado por la mañana. El máximo mandato madridista quería saber en qué dirección va el futuro del técnico portugués además de conocer, de primera, mano el estado anímico y deportivo del delantero.

El luso sigue jugando al despiste. En el Santiago Bernabéu dan por hecho que seguirá en el banquillo blanco pero los medios de comunicación sacan a la luz constantes ofertas que, por el momento, no han llegado a Concha Espina como tampoco la negativa de Mourinho a continuar al frente del Real Madrid, algo que sí sucedió en las temporadas pasadas. En la reunión que han mantenido entrenador y presidente (un encuentro que se produce una vez al mes y que en marzo no había llegado) reinó el buen ambiente. Florentino no ha querido dar importancia a las palabras de Mourinho y sí centrarse en el partido de hoy y en el crucial choque ante el Galatasaray.