Casado se hace centenario en el Bernabéu frente a Ronaldo y su amigo Sergio Ramos

José Manuel Casado representa esa camada de jugadores españoles nacidos para el profesionalismo al hilo de los éxitos de nuestra selección y que por su fútbol llaman la atención a equipos de más allá de nuestras fronteras. Su nombre figura en la agenda de equipos ingleses y turcos, pero su sana aspiración es seguir jugando en la Liga, en el proclamado por FIFA como el mejor campeonato del mundo. El problema es que equipos con aspiraciones como el Atlético, por ejemplo, prefiere pagar 3,5 millones de euros por Insúa como hizo antes con Silvio antes que echar un vistazo a la cantera del fútbol del momento, el español.

El sevillano, que termina contrato el próximo 30 de junio, tendrá hoy la oportunidad de medir fuerzas con Cristiano Ronaldo o Di María, el que caiga por su banda, o de cruzarse con su más que amigo Sergio Ramos. "Con humildad y sin miedo, así jugaremos", afirma el andaluz. El lateral del Rayo pasó dos años en la cantera del Barcelona, pero su formación y sus maneras futbolísticas responden a la escuela del Sevilla, equipo que le negó la oportunidad de jugar en Primera división salvo en dos ocasiones. El de hoy será su partido número cien en el campeonato de Liga. "Estamos disfrutando. Nadie daba un euro por nosotros y aquí estamos, peleando por cumplir un sueño, el de entrar en Europa. Celebrar mi partido cien en Primera y poder hacerlo en el Bernabéu es algo bonito, para recordar y que quedará mejor si conseguimos algo positivo".

Lateral zurdo de recorrido, con técnica y sin miedo a pisar el área contraria, llegó al Rayo Vallecano cuando la entidad franjirroja se encontraba en Segunda. "Algunos siguen diciendo que nuestro objetivo es la permanencia, pero en estos momentos somos mejores que algunos equipos. Es algo que ha quedado demostrado. Me recuerda a cuando estábamos en Segunda y nadie apostaba por nosotros".

Presente en la agenda de Del Bosque durante la pasada campaña ante la ausencia de un jefe de la banda izquierda de la defensa hasta la aparición de Jordi Alba, se inclina por España como escenario para continuar su carrera profesional a partir del 30 de junio. Los dirigentes del Rayo quieren renovar su contrato, pero la entidad madrileña tiene complicado retener a un lateral con ofertas de fuera de España. "El Rayo tendrá la primera palabra. Soy uno de los tres capitanes gracias a la confianza de mis compañeros y me considero una parte importante del club. Mi futuro ya se resolverá, pero está claro que me gustaría seguir en España. Ahora lo que importa es seguir sumando y continuar soñando, que no cuesta".