Pep Guardiola se hace el interesante y, como siempre, decidirá su futuro "en enero o febrero"

Ni el buen momento del Barcelona ni los records goleadores de Leo Messi y tampoco la buena mano de Tito Vilanova han conseguido hacer olvidar a Pep Guardiola. Es cierto que en el Camp Nou se ha pasado página y ya están escribiendo las líneas de un nuevo capítulo en la historia del club culé pero el exentrenador azulgrana sigue teniendo su propio hueco en la actualidad deportiva. De poco le ha servido cruzar el Atlántico y empezar una nueva vida en Nueva York junto a su familia alejándose de todo lo relacionado con un balón de fútbol porque su futuro sigue generando todo tipo de especulaciones y rumores. Pep Guardiola está tranquilo porque sabe que tiene un plan trazado que le ha funcionado en los últimos años y es que, tal y como confirmó su representante Josep Maria Orobitg, hasta principios de año no empezará a valorar las propuestas que tiene encima de la mesa para tomar una decisión sobre su regreso a los banquillos.

“Estuve con él hace quince días y me dijo que hasta enero o febrero del próximo año no decidirá su futuro o si va a estar sentado en cualquier banquillo”. El representante de Guardiola ha vuelto a recordar los plazos marcados por el entrenador que sigue con su día a día en Estados Unidos. Pep es consciente de que su lista de pretendientes crece cada día y que su nombre encabeza las opciones de aquellos equipos de primer nivel que disponen de una vacante en sus banquillos. El Chelsea ha sido el último ejemplo: después de dar la carta de despido a Di Matteo, Abramovich cortejó a Guardiola, su entrenador favorito pero éste “no va a tomar ninguna decisión con cualquier club o selección nacional antes de tiempo, no importa lo que pase” comentaba Orobitg que añadía: “En este momento está con su familia en Nueva York, descansado, aprovecha para leer, ver fútbol y será en enero cuando empiece a pensar en qué equipo le gustaría entrenar la próxima temporada. Sólo él decidirá su futuro porque tiene mucha personalidad”.

Echando la vista atrás, la postura de Pep Guardiola no es nueva. El entrenador siempre se ha hecho de rogar y ha manejado los tiempos a la hora de renovar o no sus contratos. En mayo de 2008 se hizo oficial que sería el nuevo técnico del Barcelona, al menos, durante dos temporadas y su primera renovación llegó en julio de 2010 después de haber empezado a mover los hilos cinco meses antes. A partir de aquel momento, Guardiola estableció una condición más: cada vez que ampliara su vínculo con el Barcelona, sería por una sola temporada más. La que iba a ser su última renovación se produjo en febrero de 2011 y este año puso punto y final a su aventura en el Camp Nou para poder tomarse un respiro, desconectar y volver a la carga.

La Premier League, la mejor situada

El mundo del fútbol todavía tendrá que esperar para conocer el futuro de Pep Guardiola que tiene donde elegir. Ha sonado la selección catalana, el Bayern de Múnich ha presentado su propuesta así como el Inter o el Milan con quien se reunió Pere Guardiola y Manel Estiarte hace un par de semanas. Lo cierto es que el Calcio es un fútbol en decadencia y por ello la opción que mejor responde a las pretensiones de Pep es la Premier League, una competición donde prima el fútbol de ataque que tanto le gusta. Aunque el Chelsea sonó con fuerza tiene un enemigo difícil de batir: el Manchester City y su estructura inspirada en el esquema azulgrana. El club ‘citizen’ ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para desarrollar su cantera dirigida por Patrick Vieira y en su estructura ya cuenta con nombres que Guardiola conoce muy bien como Ferran Soriano, director ejecutivo del City, o Txiki Begiristain, director deportivo, una de las personas presentes en la reunión que mantuvo la directiva de Laporta para elegir a Pep como entrenador del Barcelona 2008. Las posibilidades existen y están sobre la mesa del que fuera entrenador azulgrana y, siguiendo con el plan trazado, la decisión sobre su futuro únicamente la manejará él.