Los árbitros ya saben que los técnicos hablan de huelga en caso de seguir con las expulsiones

Los entrenadores están en pie de guerra. Se siente perseguidos por los árbitros. Las siete expulsiones que llevan acumuladas los técnicos de Primera división en lo que va de Liga han provocado un cisma en el colectivo. Los entrenadores habían llegado a hablar hasta de huelga, mensaje que habían trasladado a Eduardo Caturla como medida de presión ante lo que ellos consideraban ataques indiscriminados. El presidente de los técnicos se reunió ayer con Victoriano Sánchez Arminio, responsable del Comité técnico de árbitros, con el fin de trasladar las quejas y el elevar malestar de los jefes de los banquillos españoles con lo que ellos consideran persecución.

Sánchez Arminio no se ha inmutado por las presiones recibidas, en especial las hechas a través de la prensa. Ni la amenaza de huelga le ha perturbado ni le ha llevado a variar su discurso con respecto a los árbitros. La reunión con Caturla se desarrolló en buen tono, pero nada va a cambiar. Los árbitros tienen obligación de terminar con las protestas masivas de los banquillos, algo que se ha convertido en habitual en las últimas temporadas. FIFA ha pedido a todos los árbitros que se hagan respetar y el Comité técnico de árbitros español no ha hecho otra cosa que trasladar la inquietud del máximo organismo del fútbol mundial. Blatter no quiere protestas y va a poner todo de su parte para que los primeros en dar ejemplo sean los entrenadores.

Caturla ha pedido al presidente de los árbitros un poco de comprensión, que los colegiados midan lo que hay en juego en cada momento, argumento que no ha convencido al jefe de los colegiados españoles, que piensa que también los árbitros se juegan mucho y nunca faltan al respeto a entrenadores o jugadores. 

El problema puede llegar si como están meditando FIFA y UEFA, los banquillos pasan a estar formados por el resto de jugadores de cada equipo que no está sobre el terreno de juego, tal y como sucede en Eurocopa y Mundial. Los árbitros que la masiva presencia de jugadores multiplique los problemas. En la actualidad en la Liga española son ya quince las personas autorizadas a estar en el banquillo, cifra considerada excesiva y que lleva a crear confusión. Todos protestan. Desde médicos, a utileros, pasando por los suplentes, situación a la que quieren poner fin.