Los minutos finales se han convertido en el aliado perfecto de este Barça

El tanto de Villa en el minuto 93 del partido ante el Sevilla llevó un júbilo desorbitante al banquillo del Barcelona en el Sánchez Pizjuán. Incluso un hombre tranquilo como Tito Vilanova exteriorizó de manera inusual su tremenda alegría. El equipo azulgrana consumaba la remontada y se anotaba tres puntos muy meritorios en un campo muy difícil, donde el Real Madrid ya cayó a manos del conjunto de Míchel. Los goles de Cesc (2) y el ‘Guaje’ servían para certificar el pleno de victorias en el Campeonato Nacional de Liga y consolidar el liderato y la ventaja sobre los rivales, sobre todo esos ocho puntos de margen que mantiene con su máximo competidor.

Quizá por producirse sobre la bocina, los gestos de futbolistas y técnicos del Barça fueron más enérgicos. Pero es que el equipo de Tito Vilanova se está acostumbrando a ganar partidos en el tramo final de los mismos. El de este sábado es el cuarto duelo que se adjudica en los últimos minutos el líder de la competición en lo que llevamos de temporada. Si en el Pizjuán fue en el 93, el minuto 80 fue el de la fortuna para las huestes culés en el Reyno de Navarra. Osasuna se había adelantado en el marcador por mediación de Joseba Llorente, pero Tello primero y Messi después volteaban el marcador cuando apenas quedaba margen para la reacción navarra.

Más recientes han sido las victorias ‘in extremis’ frente al Spartak de Moscú en Champions y el Granada en Liga. El equipo dirigido por Unai Emery rozó durante muchos minutos la sorpresa en el Camp Nou gracias a los tantos de Alves, en propia puerta, y de Rómulo. Los rusos tuvieron contra las cuerdas al equipo barcelonista, pero una vez más Leo Messi desatascó a su equipo y, con dos goles, dio los tres primeros puntos al Barcelona en la máxima competición europea. Casualmente el segundo gol del ‘10’ llegó también en el minuto 80.

Y el último capítulo a este respecto, excepción hecha de lo de Sevilla, tuvo lugar hace poco más de una semana en el Camp Nou ante el Granada. El conjunto andaluz plantó cara, y de qué manera, hasta el punto de tener prácticamente un punto en el bolsillo. Un punto que se lo ‘birló’ Xavi Hernández con un gol antológico desde fuera del área. Fue la única manera de batir a un Toño, que hasta entonces había amargado la noche a los delanteros culés. ¿Y en qué minuto llegó el tanto de Xavi? En el 86. Posteriormente llegó un autogol de Borja Gómez que terminó por hundir al equipo de Anquela.

Siete han sido los partidos oficiales que ha disputado esta temporada el Barcelona, sin contar los dos duelos de la Supercopa ante el Madrid, y en cuatro de ellos el cuadro de Vilanova ha caminado sobre el alambre. Eso es quizá lo que preocupa en Can Barça, que vienen jugando con fuego en sus últimos compromisos, y ya se sabe, en alguna de éstas se pueden quemar, algo que quiere evitar a toda costa el técnico barcelonista.

El Barça no está tan fino como en temporadas anteriores. A pesar de sus grandes resultados, el equipo sufre demasiado en defensa (las bajas de Piqué y Puyol están haciendo mucho daño) y no cierra los partidos con la contundencia que lo hacía en la época de Pep Guardiola. Es cierto que no ha perdido aún, pero ha podido hacerlo hasta en cuatro ocasiones, y la alianza con los últimos minutos no puede ser eterna. Al Barça le toca mejorar.