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Barcelona y Real Madrid, listos para decidir si hay cambio de ciclo en el fútbol español
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LA SUPERCOPA DEFINIRÁ QUIÉN ESTÁ POR ENCIMA

Barcelona y Real Madrid, listos para decidir si hay cambio de ciclo en el fútbol español

Vuelve la Supercopa, vuelve el Clásico, principio y fin del fútbol español, y de su mano, claro está, vuelve la pregunta sobre quién domina España. La eterna pregunta. Las

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Barcelona y Real Madrid, listos para decidir si hay cambio de ciclo en el fútbol español

Vuelve la Supercopa, vuelve el Clásico, principio y fin del fútbol español, y de su mano, claro está, vuelve la pregunta sobre quién domina España. La eterna pregunta. Las opiniones, como todo lo que rodea a Real Madrid y Barcelona, están tan divididas como parejos los dos equipos. Argumentos, desde luego, no faltan. Para unos la Liga conquistada por los blancos la pasada temporada fue el punto de inflexión al insultante dominio del Barça de Guardiola, que acumuló desde 2008 hasta el pasado mes de mayo la friolera de 14 títulos de 19 disputados, dos Champions incluidas. Un supuesto cambio de ciclo que para los azulgranas, claro, es un borrón en un irrepetible historial. La supremacía, alegan, va más allá de una Liga más o menos. Y, por ahora y más allá de la dolorosa marcha de Guardiola, siguen por encima después de los cuatro títulos certificados la pasada campaña. La fe en Tito Vilanova, además, es ciegaMourinho, cómo no, se atrevió ayer a terciar en el debate: "No creo que exista hegemonía del Barcelona, para mí sólo es así cuando ganas dos Champions seguidas". Un argumento que tuvo su replica en la comparecencia de prensa de Vilanova:"No sé si lo nuestro es hegemonía, pero este equipo ha ganado 14 títulos de 19 y será recordado en la historia del fútbol". Dicho todo esto, ¿quién manda en España? 

Quizá por todo ello ayude a despejar dudas esta Supercopa. La cita, la misma por segundo año consecutivo pero con papeles cambiados, entre el campeón de Liga (Real Madrid) y el de Copa (Barcelona) será una buena piedra de toque para calibrar cómo anda este pulso interminable. De ahí que el primer título de la temporada llegue cargado de simbolismo por más que Mourinho, siempre al quite, se apresurara a restarle cualquier tipo de importancia al duelo. “Firmo perder la Supercopa y ganar la Liga”, espetó el técnico luso para desactivar la presión sobre su equipo. Buena estrategia, sin duda, pero sabido es que este tipo de derrotas, si llegan, pesan en el ánimo e inclinan la balanza. Saber quién está encima de quién no parece una cuestión baladí tratándose de Real Madrid y Barcelona. Siempre fue así. Da igual quién estuviera en el banquillo de uno y otro equipo. Las derrotas ante el eterno rival marcan a fuego. Y Mourinho lo sabe bien.

Precisamente de una dolorosa derrota nació el equipo de los 100 puntos y los 121 goles que desbancó al Barcelona del trono liguero el año pasado. El partido de marras, inolvidable para Mourinho, fue el 5-0 con el que castigó el ‘Pep Team’ al entrenador de Setúbal en su primera visita al Camp Nou. Se la ‘debían’ tras dejarles con el Inter de Milán a las puertas de la final de la Champions en el Bernabéu, un sueño frustrado para los azulgranas. Aquella ‘manita’ sólo supuso tres puntos es cierto. Y en el mes de noviembre, con toda la Liga aún por disputar. Pero el Real Madrid arrastró aquella temporada un complejo de inferioridad que le pesó de lo lindo en su posterior duelo en las semifinales de Champions (0-2/2-2) y que sólo fue capaz de sacudirse en la prórroga de la Copa del Rey con un inapelable cabezazo de Cristiano (1-0). La primera de las dos únicas victorias ante el Barça con las que cuenta hasta la fecha Mourinho en su ‘único’ palmarés. De aquella primera temporada el luso sacó una nítida conclusión: las derrotas pesan. Aunque parezcan llegar en momentos intrascendentes y él se apresure a desmentirlas. “Fue sólo un resultado. Sin más”, llegó a decir… 

La enseñanza sirvió para corregirse y perderle el miedo al Barcelona en su segundo año, donde pese a perder la Supercopa y cundir de nuevo el pánico ante un nuevo ejercicio dominado por los culés -también les apearon de la Copa del Rey en cuartos-, Mourinho convenció a su equipo de que todo era posible. Y así fue. Y a la quinta visita de los blanco al Camp Nou con Mou al frente, llegó un triunfo (1-2) que sentenciaba la Liga a su favor y encendía el debate sobre la hegemonía en el fútbol español. Ese que ahora puede ayudar a esclarecer la Supercopa. 

El Barça, claro está, tendrá mucho que decir. Herido en su orgullo tras verse relegado la pasada temporada, el equipo ahora dirigido por Tito Vilanova y siempre liderado por Messi está dispuesto a demostrar que el ciclo no terminará hasta que ellos decidan ponerle el punto final. Ni la marcha de Guardiola parece haber alterado el apetito de un equipo dispuesto a seguir firmando las hojas más brillantes de la historia del club. El reto cada vez el mayor, pero la figura de Mourinho sigue azuzando al vestuario azulgrana, que esperan el partido de esta noche como una buena revancha para demostrar al Madrid quién manda. Que la ida de la Supercopa sea en el Camp Nou también suma a favor de los culés, que cuentan con una estadística ante el Madrid de Mourinho envidiable. De las once veces que se han medido al equipo blanco desde la llegada del luso han vencido en seis ocasiones, empatado en tres y sólo han perdido en dos. Un buen currículum si tenemos en cuenta la enorme igualdad de las dos plantillas más poderosas del fútbol mundial.

Por suerte, toda esta rivalidad llega desnuda de la crispación que desató la última edición de la Supercopa, donde quedará para el recuerdo la agresión de José Mourinho a Tito Vilanova, entonces segundo entrenador, en una tángana promovida por una dura entrada de Marcelo sobre Cesc. La imagen de Mou metiendo el dedo en el ojo a Vilanova dio la vuelta al mundo para sonrojo del fútbol español. Las posteriores alusiones en rueda de Prensa de Mou llamando "Pito Vilanova" a su colega en claro desprecio al ahora técnico azulgrana no ayudaron a calmar las aguas. Sólo una llamada de Casillas Xavi buscando la paz entre ambas plantillas devolvió la normalidad.   

El Madrid, sin Pepe; el Barcelona, con Piqué

En el capítulo meramente deportivo, el Real Madrid llega ligeramente mermado al Camp Nou por la baja de Pepe. El central luso fue descartado por el técnico tras su fuerte golpe con Casillas el pasado domingo que le obligó a pasar una noche en el hospital. Una ausencia que supondrá la vuelta de Albiol a la titularidad. Resuelta esa incógnita, queda saber quién formará en ataque junto a Cristiano. Ante el Valencia Mou apostó por el siempre infalible Higuaín, pero las grandes actuaciones de Benzema en el campo azulgrana la pasada temporada pueden inclinar la balanza a su favor. Buena elección en cualquier caso. 

Tito Vilanova, por su parte, lucirá el once de gala. Gerard Piqué regresará al equipo tras su suplencia en el debut liguero y Andrés Iniesta será de la partida en el centro del campo. La duda es saber si Alexis tendrá lugar en el once, como todo parece indicar, o si Vilanova sigue apostando por el joven Tello, algo que ya hizo Guardiola la pasada campaña ante los blanco sin éxitos. Por lo demás, Messi parece estar listo para terminar con su ‘sequía’ goleadora ante el Real Madrid. Cuatro partido sin marcar a los blancos después de haberles convertido 13 tantos parecen demasiados.

Alineaciones probables:

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Cesc Fábregas; Iniesta, Messi y Alexis Sánchez.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Raúl Albiol, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés).

Estadio: Camp Nou.

Hora: 22.30.

Vuelve la Supercopa, vuelve el Clásico, principio y fin del fútbol español, y de su mano, claro está, vuelve la pregunta sobre quién domina España. La eterna pregunta. Las opiniones, como todo lo que rodea a Real Madrid y Barcelona, están tan divididas como parejos los dos equipos. Argumentos, desde luego, no faltan. Para unos la Liga conquistada por los blancos la pasada temporada fue el punto de inflexión al insultante dominio del Barça de Guardiola, que acumuló desde 2008 hasta el pasado mes de mayo la friolera de 14 títulos de 19 disputados, dos Champions incluidas. Un supuesto cambio de ciclo que para los azulgranas, claro, es un borrón en un irrepetible historial. La supremacía, alegan, va más allá de una Liga más o menos. Y, por ahora y más allá de la dolorosa marcha de Guardiola, siguen por encima después de los cuatro títulos certificados la pasada campaña. La fe en Tito Vilanova, además, es ciegaMourinho, cómo no, se atrevió ayer a terciar en el debate: "No creo que exista hegemonía del Barcelona, para mí sólo es así cuando ganas dos Champions seguidas". Un argumento que tuvo su replica en la comparecencia de prensa de Vilanova:"No sé si lo nuestro es hegemonía, pero este equipo ha ganado 14 títulos de 19 y será recordado en la historia del fútbol". Dicho todo esto, ¿quién manda en España?