El Barça empieza el curso con un sobresaliente, la nota que hubiese querido sacar el Real Madrid

En pleno mes de agosto y con las calles desiertas por la ola de calor que castiga a España con temperaturas que invitan a refugiarse en casa, en la playa o en alguna piscina abarrotada, llegó el estreno de Real Madrid y Barcelona. El calor no fue excusa este domingo para los aficionados que se dejaron ver en el Santiago Bernabéu y en el Camp Nou. El campeón de Liga y su eterno rival empezaban el curso en sus respectivas casas y uno de los dos sacó la mejor nota posible: el Barcelona de Tito Vilanova sigue siendo el mismo equipo todopoderoso que lideró Pep Guardiola mientras que el Real Madrid dejó un sabor agridulce con su empate ante el Valencia. Los culés ya tienen su primera nota de la temporada: sobresaliente. Un resultado que los blancos deseaban y no pudieron conseguir a pesar de que Mourinho confesara en rueda de prensa que su equipo había hecho “lo necesario para ganar”.

El Real Madrid se estrenó en la temporada 2012/2013 a las siete de la tarde bajo un sol de justicia que elevó la temperatura del Santiago Bernabéu hasta los cuarenta grados. Mientras los aficionados buscaban cualquier objeto para transformarlo en abanico, los jugadores blancos hacían frente a unas condiciones adversas para jugar al fútbol. Decía Mourinho que en la pretemporada ya han disputado partidos con semejantes temperaturas y que el calor no es excusa, correcto, pero tampoco es el mejor compañero para competir. Mourinho sorprendió con su once titular. Obligado por los Juegos Olímpicos dejó a Marcelo en el banquillo y le dio su lugar a Coentrao que cumplió en sus labores defensivas. Además el técnico portugués eligió a Lass como acompañante de Xabi Alonso para aportar contundencia física al centro del campo y volvió a dar a Higuaín la oportunidad de lucirse siendo titular sabiendo que el argentino estaba más descansado que Benzema: el argentino respondió con un gol. Lo cierto es que ya sea por los compromisos con sus selecciones, por las temperaturas o porque la Liga acaba de arrancar, las grandes estrellas del Real Madrid brillaron por su ausencia: Cristiano, Özil y Di María apenas aparecieron sobre el césped del Santiago Bernabéu.

Los madridistas firmaron una actuación de cara y cruz. En la primera parte les costó entrar en el encuentro y, dejando el gol de Higuaín a un lado, Diego Alves no tuvo demasiado trabajo. El Real Madrid entregó el balón a un Valencia que dominaba sin dificultad y esperó a que su rival se confiase para salir a por él. El plan no le salió bien porque Jonas logró el empate cuatro minutos antes del descanso. Los blancos estuvieron lentos y espesos, el balón les estorbaba en los últimos metros y en frente estaba Diego Alves que paró todo lo que pudo y más; sólo falló una vez y fue gol. Lástima. En la segunda parte, el partido cambió de ritmo y apareció la intensidad que tanto gusta a Mourinho. Los madridistas metieron la sexta y se enchufaron al partido pero no fue suficiente para romper el empate, el Valencia supo defenderse pese a que la zaga es su línea más débil. La estrategia de dejar jugar al rival para salir luego a cazar puede funcionar cuando todos jugadores tengan ritmo y forma física suficiente, hasta entonces si Mourinho no encuentra una solución, el Real Madrid es una extraña mezcla a la que le cuesta encontrar un punto medio de equilibrio letal.

La vida sigue igual en el Camp Nou

Si el campeón de Liga se estrenaba con un aprobado que dejaba un sabor de boca agridulce tras lo visto en la segunda parte, el Barcelona tardaba tres minutos en dejar claro que ha habido cambio de jefe pero no de estilo. Puyol se encargó de abrir la senda de la victoria con un testarazo lleno de casta, Messi alargó la fiesta para pasar el testigo a Pedro que le dejó a Villa la mejor parte, el colofón final para un regreso muy esperado. Manita y primer sobresaliente del curso, una nota que hubiera deseado Mourinho para su estreno como defensor del título liguero. El Barça sigue siendo ese equipo que ahoga lentamente a su rival con un exquisito fútbol de toque que se saben de memoria. Tito Vilanova también sorprendió con la titularidad de Tello y la suplencia de Piqué e Iniesta, hay que dosificar a los soldados ahora que se aproxima una doble batalla con el Real Madrid.

El conjunto culé siguió a la perfección el guión de tantos otros encuentros; cierto es que el rival ayudó a propiciar el festival de goles. El Barça golpeó primero, dejó con vida al rival y cuando éste creía que podría aguantar el vendaval, le asestó el golpe final a cargo de un Leo Messi que se estrenó con un doblete. Con el partido resuelto, el Barcelona pudo permitirse el lujo de relajarse para no sucumbir al cruel efecto del calor y dosificó su talento y sus fuerzas pensando en el partido de Supercopa de este viernes. Los azulgrana han empezado la Liga a toda máquina como si llevasen más jornadas compitiendo que el resto de equipos a los que, como es lógico, les cuesta entrar en faena tras las vacaciones y los partidos amistosos de pretemporada que sirven para llenar las arcas de los clubes más que para calibrar su estado físico.

El Barcelona resolvió su primer encuentro con la mejor nota posible y, de momento, es el primero de la clase. El Real Madrid no, los blancos querían más y no pudieron. El partido del jueves se antoja como un día perfecto para desquitarse en casa del eterno rival inspirándose en lo conseguido la temporada pasada. Esto acaba de empezar.