Alex Song, un ‘Steven Seagal’ para el Barcelona de Tito Vilanova

En el verano más atípico de la Liga en cuanto a fichajes, el Barcelona es de los pocos equipos que ha sacado la chequera para reforzar su plantilla. El primero en pasar a formar parte de las filas azulgrana fue Jordi Alba siguiendo la línea marcado por otros jugadores como Piqué o Cesc Fàbregas que se criaron en La Masía pero tuvieron que salir para rematar su formación y acabar volviendo al equipo que les vio nacer como futbolistas. Atendiendo a la petición del nuevo jefe de filas, el Barcelona oteó el mercado buscando un jugador polivalente que pudiese desenvolverse en el centro del campo pero también en defensa. Tras la marcha de Keita, sonó el nombre de Javi Martínez pero la opción del jugador del Athletic se descartó y todos los esfuerzos se centraron en contratar a Alex Song, el ‘Steven Seagal’ del Barcelona de Tito Vilanova que permanecerá en el Camp Nou 5 temporadas tras abonar 19 millones de euros al Arsenal.

El jugador camerunés (24 años) no tiene problemas a la hora de confesar que tiene “una buena vida” y un buen ejemplo de ellos es la mansión en la que vive con su familia que ocupa un puesto único y privilegiado en su escala. Casado y con dos hijos, Song puede presumir de tener una familia bastante numerosa: diez hermanos y 17 hermanas que tiene muy presentes ya que su dorsal en el Arsenal era un homenaje para ellas. Lo cierto es que Alex tuvo una infancia complicada; a los tres años murió su padre y a los ocho se trasladó desde Camerún al barrio parisino de Saint-Ouen. Con la falta de una figura paterna marcando su crecimiento, el cambio no fue fácil: el francés tenía matices distintos aunque según él “para jugar al fútbol eso no importaba”, la ciudad era nueva y aquel niño sólo quería hacer amigos. Desde su ventana contemplaba el estadio del Red Star y cuando quiso probar suerte fue rechazado por el club, una decisión que lamentaron ya que cuando le dieron la oportunidad demostró de lo que era capaz.

Su carrera acababa de despegar. Inspirado por su tío, el también futbolista Rigobert Song, comenzó a dar sus primeros pases en el Red Star y de ahí saltó al Bastia de Córcega a pesar de que su madre le veía demasiado joven (13 años) para marcharse de casa. Tres temporadas después, debutaba en la primera división francesa (Ligue 1) donde disputó 35 partidos en su primera temporada. Alex Song empezaba a hacer un esbozo de su futuro dentro del mundo del fútbol. A los 17 años dejó a su familia atrás y se marchó a Londres para ponerse a las órdenes de Arsène Wenger en el Arsenal donde a lo largo de siete temporadas ha sido moldeado para adaptarse al fútbol de toque al que están acostumbrados los aficionados que llenan las gradas del Emirates Stadium.

Un futbolista elegido entre 40 o 50

Ver a Alex Song sobre el terreno de juego es disfrutar de un jugador polivalente. Reconocido como un centrocampista de gran recorrido, tiene una habilidad especial para recuperar balones y servirlos a sus compañeros; Van Persie ha sido uno de los que más se benefició la temporada pasada. El camerunés no puede presumir de altura pero sí de un físico flexible, contundente y puede que a veces un poco agresivo lo que le ha costado demasiadas tarjetas amarillas. No es de extrañar que las películas de acción sean sus favoritas y Steven Seagal su intérprete preferido. Song no sólo desarrolla sus habilidades en el centro del campo, sabe desenvolverse en defensa cumpliendo los requisitos que solicitó Vilanova: “Necesito un jugador que sea central y pivote a la vez y hay 40 o 50 en Europa”. El complemento ideal para Busquets y para el nuevo Barcelona de Tito que busca recuperar el dominio perdido en favor del Real Madrid la temporada pasada.