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El Real Madrid cierra una Liga imperial y redonda con una nueva goleada ante el Mallorca
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CASILLAS RECIBE LA COPA TRAS SUMAR 100 PUNTOS Y LOGRAR 121 GOLES

El Real Madrid cierra una Liga imperial y redonda con una nueva goleada ante el Mallorca

Dicen que el Barcelona reciente, el de Guardiola ha sido el que mejor fútbol ha hecho de la historia. Discutible. Lo que nadie puede poner en

Foto: El Real Madrid cierra una Liga imperial y redonda con una nueva goleada ante el Mallorca
El Real Madrid cierra una Liga imperial y redonda con una nueva goleada ante el Mallorca

Dicen que el Barcelona reciente, el de Guardiola ha sido el que mejor fútbol ha hecho de la historia. Discutible. Lo que nadie puede poner en duda es que este Real Madrid es el mejor de la historia de la Liga. Lo dicen los números, esos 100 puntos con los que se ha proclamado campeón, mostrando una voracidad lejos del alcance de cualquier otro equipo terrenal. Ante el Mallorca quería los tres puntos para redondear la cifra y salió a por la victoria desde el primer minuto de juego y no cesó en su empeño hasta que el campeonato echó el telón. Con los cuatro goles logrados ante el Mallorca, Mourinho y los suyos llegaron hasta los 121, doblando a todos los rivales excepto al Barcelona en la cuenta goleadora, circunstancia que también se repite en los puntos con once equipos. 32 victorias, 4 empatadas y 2 perdidos. Todo dicho.

El argumento para sumar un nuevo triunfo fue el de siempre, el que le ha llevado a la conquista de la Liga con suficiencia. Está claro, hablamos de ese poder ofensivo que ha convertido al Real Madrid en una apisonadora insaciable. Ante el Mallorca se juntó el músculo y el talento. La potencia de Cristiano Ronaldo y la habilidad y la clase de jugadores como Benzema y Özil bastaron para que el equipo de Mourinho cerrar la temporada con otra goleada. Los de Caparrós apenas opusieron resistencia y eso que se jugaban sus aspiraciones europeas. Bastó el primer gol de los madridistas para que el equipo balear desapareciera de la escena. Lo suyo era mantenerse y dieron la sensación que apenas les iba nada en juego con eso de pasear la próxima temporada por Europa.

El Real Madrid gracias al gol de CR7 a los 18 minutos creyó que eso del Pichichi era posible y hasta el descanso buscaron al portugués para que tocara de cerca a Messi y sus 50 goles. El problema para el máximo goleador de la campaña anterior es que los que vieron puerta fueron Benzema y Özil, éste por partida doble. Ronaldo, por momentos, se desesperaba. Buscaba, pedía todos los balones y cuando sus compañeros no le pasaban la pelota, se enfadaba como un niño chico. Era una quimera, un sueño inalcanzable. En su vida había marcado cinco goles en un partido y ante el Mallorca tampoco lo pudo lograr. En el vestuario, en el tiempo de descanso, todos se dieron cuenta de lo imposible de la misión. 

La consecuencia llegó en forma de relajación y más aún tras el tercer gol de blanco. El Mallorca no tenía nada que hacer y el alemán se lo volvió a recordar. El Chori Castro estaba empeñado en mostrarse, en enseñar su repertorio y lo hizo marcando un gol y peleando por maquillar el resultado. Apenas tuvo acompañamiento. Sus compañeros desconectaron y se dejaron ir. La temporada estaba terminada y sabían que nada podrían hacer ante el Real Madrid, que seguía muy vivo al recibir nuevas energías con la entrada de Di María. 

El argentino entró con ganas y puso velocidad, una revolución más de un partido que sólo tenía como aliciente la entrega de la Copa de la Liga de Ángel María Villar a Casillas en el palco con Florentino Pérez de testigo. Antes, del reconocimiento público al campeón, los dirigentes madridistas prepararon una fiesta que recordó Ligas pasadas y retrasó en exceso el momento de ver al capitán blanco levantando la copa al cielo madrileño. 

Dicen que el Barcelona reciente, el de Guardiola ha sido el que mejor fútbol ha hecho de la historia. Discutible. Lo que nadie puede poner en duda es que este Real Madrid es el mejor de la historia de la Liga. Lo dicen los números, esos 100 puntos con los que se ha proclamado campeón, mostrando una voracidad lejos del alcance de cualquier otro equipo terrenal. Ante el Mallorca quería los tres puntos para redondear la cifra y salió a por la victoria desde el primer minuto de juego y no cesó en su empeño hasta que el campeonato echó el telón. Con los cuatro goles logrados ante el Mallorca, Mourinho y los suyos llegaron hasta los 121, doblando a todos los rivales excepto al Barcelona en la cuenta goleadora, circunstancia que también se repite en los puntos con once equipos. 32 victorias, 4 empatadas y 2 perdidos. Todo dicho.