El Calderón 'pasa' del Madrid y hace olvidar una de las noches más patéticas de su historia

Este domingo, la afición que acudió al Vicente Calderón tuvo un comportamiento bastante inusual, a tenor de lo visto en los últimos tiempos, y por el que pocos hubieran puesto la mano en el fuego antes del choque. Lejos de fijarse en la lucha por la Liga que el Barcelona está dirimiendo con el vecino y archirrival del Atlético, el Real Madrid, la hinchada rojiblanca animó a los suyos en busca de una victoria sobre los culés, a pesar de que ésta hubiera supuesto la sentencia total del campeonato por parte del conjunto de Chamartín.

Aunque lo de ayer parezca normal atendiendo al sentido común, esto no ha sido así en los últimos años. Sin ir más lejos, lo contrario fue la causa de que el 20 de mayo de 2007, el Atlético de Madrid escribiera una de las páginas más vergonzosas de su centenaria historia. La noche de aquel domingo de primavera, el Barça humilló en lo deportivo al club del Manzanares ganándole por 0-6. Pero lo más patético sucedió en las gradas.

Entonces, el Barcelona entrenado por Frank Rijkaard perseguía de cerca al Real Madrid de Fabio Capello, que a la postre se llevó la Liga empatado a puntos con los azulgrana. Quedaban cuatro jornadas del torneo regular cuando los catalanes visitaron el Calderón, por lo que en la previa, desde algunos sectores de la afición atlética comenzó a crecer la opinión de que preferían caer ante el Barça para que el Madrid no ganara un torneo del que ya era líder tras haber protagonizado una remontada espectacular en el último tercio de la temporada. Y esto, a pesar de que los rojiblancos estaban peleando por entrar en Europa…

El ambiente enrarecido caracterizó ese partido, y más cuando el Barça comenzó el repaso futbolístico que infligió a los de Javier Aguirre. Al descanso se llegó con 0-3, y con cada tanto visitante más eran los aficionados que se habían atrevido a cantar el gol del rival mientras se acordaban (con cánticos e insultos) del vecino del norte de la ciudad, en definitiva, el equipo al que esa victoria barcelonista más daño hacía.

Ayer no se cantó el "madridista el que no bote"

Inevitablemente, la situación dio paso a una atmósfera de Guerra Civil, donde los atléticos más puristas y sensatos se enfrentaban a los antimadridistas más recalcitrantes, aquellos cuyo odio les hacía olvidarse del sentido de cualquier deporte. Pocas veces se ha podido ver a parte de la afición de un equipo celebrar los tantos recibidos por los suyos. Muchos de los socios optaron por abandonar el estadio según iba cayendo la media docena definitiva, con un Ronaldinho desatado y un Pichu (portero atlético) muy fallón como protagonistas. Por algo será que fue tras aquel partido cuando un defraudado Fernando Torres tomó la difícil decisión de abandonar el club de su vida.

Los choques de temporadas posteriores se vivieron o bien en la fase inicial de la temporada o bien con un Barça ya aventajado en la tabla. Pero en esta última ocasión, los de Guardiola saltaron al campo a 13 puntos de distancia del líder, tras la victoria horas antes del Madrid en Vallecas. A diferencia de lo que muchos esperaban, ayer el Calderón pasó totalmente de la tabla y de su eterno rival, y animó sin descanso a sus jugadores en busca de una victoria que le habría servido para acabar la jornada en puestos Champions.

Además, en ningún momento del encuentro se escuchó referencia alguna al Real Madrid. Nada. Ni siquiera los habituales cánticos que se escuchan en el 99,9% de los partidos del Atlético. Lo más llamativo vino cuando los cientos de aficionados culés que se encontraban en un sector del fondo norte, y tras celebrar el 1-2 del pícaro Messi, quisieron buscar la complicidad del resto del coliseo rojiblanco al cántico de “madridista el que no bote es”, algo que suena día sí y día también en la ribera del Manzanares. Pero esta vez parece que algo había cambiado. El Calderón pitó a sus rivales, a los que no consentía que en su casa llevarán ellos, nunca mejor dicho, la voz cantante. Y es que el 'efecto Simeone' parece que está consiguiendo todo tipo de milagros en el Atlético de Madrid…