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Casillas también obligó a Cristiano Ronaldo a aplaudir al público que le pitó
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EL PORTUGUÉS MOSTRÓ RABIA EN SUS CELEBRACIONES

Casillas también obligó a Cristiano Ronaldo a aplaudir al público que le pitó

Casillas actuó de capitán al final de la noche europea más angustiosa del último año en el Bernabéu. Tras el pitido final, se vio en la obligación de mandar a su equipo a aplaudir a un público que sufrió

Foto: Iker Casillas indica a Cristiano que vaya a saludar al Bernabéu. (EFE)
Iker Casillas indica a Cristiano que vaya a saludar al Bernabéu. (EFE)

“Vamos”. “¡Vamos!”. “Venga, vamos…”. Ahí, señalaba con el dedo, indicando el centro del campo cada uno de los jugadores blancos. Iban desfilando todos: Nacho, Modric, Isco, Benzema... y también Cristiano, para el que hubo un gesto cariñoso porque, realmente, la fiesta no iba con él. Iker Casillas actuó de capitán al final de la noche europea más angustiosa del último año en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se clasificó para cuartos de la Champions perdiendo 3-4 frente al Schalke y dejando una pobre imagen ante su público, que se lo reprochó. Casillas incluido.

“Casillas falló en los dos goles hasta el momento. El Madrid, muy inestable”, escribió en su cuenta de Twitter el exmadridista Michael Owen, antiguo compañero de Iker. A tenor de la bronca de la afición, parece que su opinión estuvo en línea con la de su antiguo estadio.

“No se salva nadie, todos”

“Efectivamente. Somos los culpables de esta imagen. No se salva nadie, todos. Nuestra forma de jugar no es esta y ni se acerca a la de hace unos meses. Entendemos el malestar del Bernabéu y de la gente que ha visto el partido por televisión. Hay que reaccionar tras un partido en el que se ha tocado fondo”, reconoció un Casillas que aceptó los silbidos hacia su persona y sus compañeros: “El público es soberano y hay que aceptarlo. Hay que tener ese lazo con el aficionado cuanto antes y cambiar ese chip desde ya, que es lo más importante”.

Después del cuarto gol del Schalke, las críticas de un pequeño sector sobre el capitán madridista se multiplicaron. Casualmente, dicho castigo fue respondido por parte del mostoleño con dos paradas –primero a Sané y luego a Howedes– que salvaron la clasificación merengue. El meta de 33 años acumula la veteranía y experiencia suficiente como para que la presión que soportaba sobre sus hombros no le afectase lo más mínimo a la hora de intervenir. Sí que la sintió cuando, tras el pitido final, se vio en la obligación de mandar a sus compañeros de equipo a aplaudir a un público que lo pasó sorprendentemente mal.

Cristiano mostró su opinión al Bernabéu

Y entre ellos estuvo Cristiano Ronaldo, el mejor de los blancos en la eliminatoria, que se quedó mirando al graderío sin pestañear y con un gesto de pocos amigos tras los pitos que recibió el equipo. Durante el partido, tras el primer gol, ya mostró su opinión sobre los pitidos con una enrabietada celebración. Después del segundo tanto tampoco se le borró el gesto contrariado. El carácter del luso provocó un enfrentamiento con el público del Bernabéu en 2012 (Di Stefano le dijo por aquel entonces que "el público siempre tiene la razón") aunque esta vez la sangre no llegó al río y todo se quedó en gestos más anecdóticos. Y es que, pese a que se diera por aludido, fue de los pocos a los que salvó una afición madridista. No obstante, el malestar de Cristiano se ha traducido en silencio y afirmó que no hablará hasta que se acabe la temporada. Castigados.

“Los pitos deben servirnos para despertar”, aseguró Carlo Ancelotti en una rueda de prensa en la que pidió perdón a sus aficionados (“lo siento”) por la derrota y “por la mala imagen del equipo y del club”. Frente al Levante, este domingo y nuevamente ante su público, tendrán la oportunidad de comenzar a revertir esta situación.

“Vamos”. “¡Vamos!”. “Venga, vamos…”. Ahí, señalaba con el dedo, indicando el centro del campo cada uno de los jugadores blancos. Iban desfilando todos: Nacho, Modric, Isco, Benzema... y también Cristiano, para el que hubo un gesto cariñoso porque, realmente, la fiesta no iba con él. Iker Casillas actuó de capitán al final de la noche europea más angustiosa del último año en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se clasificó para cuartos de la Champions perdiendo 3-4 frente al Schalke y dejando una pobre imagen ante su público, que se lo reprochó. Casillas incluido.

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