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La encrucijada de Zidane: ¿a quién sentar cuando todos están disponibles?
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La encrucijada de Zidane: ¿a quién sentar cuando todos están disponibles?

Todos los jugadores se ejercitan con normalidad, pero eso, que siempre es bien recibido por los entrenadores, obliga al técnico del Real Madrid a tomar decisiones dolorosas.

Foto: Zinedine Zidane vigila un entrenamiento del Real Madrid (EFE)
Zinedine Zidane vigila un entrenamiento del Real Madrid (EFE)

En el manual de todo buen entrenador aparece que no hay queja posible si todos los jugadores están disponibles. No se conoce en la historia un técnico que llore porque no hay lesionados, y Zidane no es una excepción: "Eso siempre es algo positivo". El axioma es lógico, es mejor tener capacidad de elección y desarrollar la obra con todoas las herramientas que hacerlo a medias.

El problema llega cuando la teoría se encuentra con la realidad, porque aunque todos los técnicos repitan la misma cantinela no siempre es cierto que más es mejor. Si se partiese de la base de la libertad absoluta sería así, pero casi siempre son reos de las circunstancias. Los equipos tienen jerarquías, hipotecas, presiones, egos, el ambiente en el vestuario, expectativas, diferencias salariales...demasiadas variables que no siempre dejan que la alineación sea un producto simple de lo visto en los entrenamientos.

Zidane, por ejemplo, se autoimpuso a su llegada una premisa para hacer un once: Cristiano, Bale y Benzema jugarán siempre si están disponibles. No le vino de arriba, ni fue una respuesta a la grada o a la prensa, sino una convicción personal expresada y, por lo tanto, convenientemente registrada. Si quiere ser fiel a su palabra tendrá que alinear a las tres estrellas pase lo que pase. Y eso quita ya de partida tres puestos en el once inicial que, igual, podrían utilizar otros en el caso de estar mejor o de convenir más para alguna situación concreta.

Obligación táctica

Eso, además, obliga a un dibujo concreto en el que tengan cabida tres delanteros. Los que piden un 4-4-2 para reforzar el medio del campo deberán esperar a que alguno de los tres se lesione o sea sancionado. Eso lleva al siguiente entuerto para Zidane, que es cómo alinear a jugadores en la medular. El problema en este caso es la sobreabundancia de opciones y las cuestiones que derivan de ello. Casemiro, por ejemplo, ha vuelto a ser importante en el equipo. La asunción general es que su presencia equilibra y da fuste al conjunto. Juego no, pero sí derroche físico e incordio para los rivales.

Es el único miembro de la plantilla de ese corte, pero su perfil no cuadra mucho con la idea de juego que tiene la presidencia y buena parte de la afición. No es eso necesariamente un problema, el entrenador es soberano y solo él decide quienes entran en el once, pero no deja de dificultar la cosa al técnico saber que hay una parte de los suyos que probablemente no compartirán sus designios.

Y su caso es el sencillo, si Zidane quiere poner un tapón no hay más opción que el brasileño. En su caso, alinearle o no solo depende de eso. Mayor problema es con el resto, pues son cromos intercambiables y sobran opciones para maniobrar. Modric parece la primera opción obvia, pues es uno de los jugadores que mejor nivel ha mostrado y parte fundamental para que el Madrid juegue bien y bonito al fútbol, lo que se supone que es un objetivo irrenunciable para el técnico, según dijo desde que llegó al cargo. A partir de ahí hay un torrente de nombres. Kroos, Isco, James o Kovacic ocupan esos puestos y en el caso de los tres primeros fueron comprados bajo la premisa de la titularidad.

James e Isco

Existe la opción de rotar, que es una de las cosas que probablemente hará Zidane, pero llegará el momento en el que tenga que decidir. Contra el Barcelona o en la Liga de Campeones es cuando se demuestra quiénes son titulares de verdad, cuál es el equipo ideal del técnico. Esos días la explicación es más complicada, porque no hay descanso en el que excusarse. Y la situación no es sencilla, porque las hipotecas que tiene un entrenador son variadas y, en ocasiones, tienen que ver con la estrategia global del club.

El Madrid necesita que James e Isco vuelvan a sus mejores versiones, bien sea para justificar el dinero invertido en ellos o para darles valor de cara a un posible traspaso. Nadie sube de precio sentado en el banquillo. Kroos, el más titular de los tres ha descansado un par de partidos. Lleva muchos minutos a sus espaldas, dice Zidane, y tampoco es que esté jugando a su mejor nivel. Pero sentar a una pieza clave de un equipo campeón del mundo no es necesariamente tarea sencilla. Kovacic es, por muchos motivos, el jugador más fácil de sentar y uno de los que menos quebraderos de cabeza dará a Zidane.

Luego está la cuestión de la justicia, que es aún más complicada, pues en el fútbol los hechos objetivos son un bien escaso y todo depende de la opinión. Está el ejemplo de Lucas Vázquez, que en muchas ocasiones ha demostrado jugar mejor que otros compañeros de mayor fama. Con las bajas era más o menos sencillo encontrarle un hueco, aunque fuese como primer cambio de refresco, para que revolucionase partidos, pero si el once está lleno y en el banquillo hay figuras la decisión para Zidane es aún más complicada. Y en un caso similar, aunque habiendo jugado peor, está Jesé, condenado a ver los partidos con el chándal puesto y con pocas opciones de poder reivindicarse. Ni que decir tiene que Mayoral, que alumbró las esperanzas de una parte del madridismo especialmente afecta a la cantera, tendrá que conformarse con el Castilla.

El Real Madrid tiene un plantilla extensa y competitiva. Tener el mayor presupuesto del mundo del fútbol da opción de emplear a muchos buenos jugadores y eso, según el atlas futbolístico, es una ventaja enorme. Para el entrenador, sin embargo, en ocasiones es un caramelo envenenado, pues se ve obligado a dejar fuera del campo a gente de muchos quilates. Y eso no es fácil.

Alineaciones probables

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Kroos, Modric, James; Bale, Cristiano Ronaldo, Benzema.

Sevilla: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Escudero; Krychowiak, Cristóforo o Carriço; Reyes, Iborra, Krohn-Dehli; Gameiro.

Árbitro: Xavier Estrada Fernández (Colegio Catalán).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Horario: 20.30 h.

En el manual de todo buen entrenador aparece que no hay queja posible si todos los jugadores están disponibles. No se conoce en la historia un técnico que llore porque no hay lesionados, y Zidane no es una excepción: "Eso siempre es algo positivo". El axioma es lógico, es mejor tener capacidad de elección y desarrollar la obra con todoas las herramientas que hacerlo a medias.

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