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Los 7 pecados capitales del Madrid de Zidane
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Los 7 pecados capitales del Madrid de Zidane

1. Keylor Navas, otra vez el mejorAl igual que sucediera en la corta etapa de Rafa Benítez en el banquillo del Real Madrid, Keylor Navas está

Foto: Zinédine Zidane, durante el partido del Real Madrid contra Las Palmas. (Efe)
Zinédine Zidane, durante el partido del Real Madrid contra Las Palmas. (Efe)

1. Keylor Navas, otra vez el mejor

Al igual que sucediera en la corta etapa de Rafa Benítez en el banquillo del Real Madrid, Keylor Navas ha vuelto a convertirse en el mejor jugador de su equipo. El guardameta tico, todo un experto en los uno contra uno, está volviendo a salvar puntos a su equipo con intervenciones decisivas. El hecho de que el portero sea protagonista, en este caso por la cantidad de veces que debe intervenir, dice muy poco de un equipo concebido, no sólo para ganar los partidos por su pegada en el área rival, sino para dominarlos, en lugar pasar tantos apuros en su propia área.

2. Casemiro interrumpe, no roba

Resulta curioso cómo Casemiro es elogiado por su presunto 'trabajo sucio', aunque resulta que su presunta labor es la de dar equilibrio en el centro del campo y al Real Madrid le generan tantas o más ocasiones de gol con él por delante de los centrales. Y es que una cosa es interrumpir el juego del rival, algo que es cierto que el brasileño sabe hacer, y otra bien distinta robar el balón y jugarlo con criterio. De hecho, muchas de las faltas que hace Casemiro en lugar de recuperar la pelota benefician al rival, pues les da ventaja en situaciones en las que tampoco tienen otra salida que parar el juego.

3. Menos posesión que Las Palmas

4. Zidane mira, pero no ve

Sirva el ejemplo del conductor que oye un ruido raro en el motor, pero tiene que ir al mecánico para que le diga qué problema tiene su coche. Zidane dijo que su equipo había perdido muchos balones contra Las Palmas, pero no explicó por qué. Es decir, mira, pero en realidad no ve. Las pérdidas se producen porque los compañeros del futbolista que lleva el balón no facilitan la continuidad de la jugada. No hay apoyos suficientes ni bien organizados. Piensan después de tener el balón en los pies, no antes, de ahí lo mucho que les cuesta hilvanar el juego.

5. Desconexión de Cristiano

El partido del estadio Gran Canaria fue uno en los que menos veces tocó el balón Cristiano Ronaldo. El portugués estuvo aislado del juego, aunque éste debe organizarse desde atrás, precisamente lo que más le falta al Real Madrid desde la salida de Xabi Alonso. Como suele decir Iniesta, "cuando te llega el balón, no siempre hay que jugar al primer toque, sino tener cierta pausa, pues pasas de tener tres opciones de pase a cinco o seis". Como principal referente ofensivo de su equipo que es, Cristiano necesita que le surtan de balones, aunque a poder ser en ventaja, donde o cuando puede explotar sus principales virtudes y exhibir su mejor arma: la pegada.

6. Lucas, el triunfo de lo sencillo

Lucas Vázquez se está ganando la titularidad en la banda derecha, donde su velocidad con balón no sólo da profundidad sino también tiempo a sus compañeros para incorporarse y llegar en ventaja a situaciones de ataque. Ser un fichaje de Rafa Benítez jugaba en su contra, pero las bajas le han permitido hacerse un hueco en el once de Zidane. Su problema es que en cuanto vuelva Benzema, el francés ejercerá de 9, Cristiano regresará a la izquierda y Bale, a la derecha, con lo que su destino volverá a ser el banquillo.

7. Bale juega sus partidos

Nunca da una ayuda a un compañero para recibir en ventaja, es decir, para crearse espacios en los que explotar su velocidad. No se mueve sin balón, no hace movimientos que facilite la tarea de sus compañeros y se aisla del juego. Gareth Bale sólo está pendiente de recibir, correr y tirar a puerta. Para el galés el partido empieza cuando recibe la pelota y acaba cuando no la tiene. Ni antes ni después. Y así durante los 90 minutos. Sus enormes facultades físicas, desde la velocidad al golpeo de balón, no van acompañadas de facultades tácticas, lo cual provoca que haya partidos en los que, como pasó ante Las Palmas, pase completamente inadvertido.

1. Keylor Navas, otra vez el mejor

Al igual que sucediera en la corta etapa de Rafa Benítez en el banquillo del Real Madrid, Keylor Navas ha vuelto a convertirse en el mejor jugador de su equipo. El guardameta tico, todo un experto en los uno contra uno, está volviendo a salvar puntos a su equipo con intervenciones decisivas. El hecho de que el portero sea protagonista, en este caso por la cantidad de veces que debe intervenir, dice muy poco de un equipo concebido, no sólo para ganar los partidos por su pegada en el área rival, sino para dominarlos, en lugar pasar tantos apuros en su propia área.

Zinédine Zidane