Messi, Cesc y Piqué se quedan huérfanos

Un trozo de la historia del Barcelona se ha ido este viernes. No será recordado como uno de los grandes futbolistas de la historia del club, pero Vilanova sí ha sido fundamental para entender la filosofía implantada en La Masía desde hace muchos años. Y de eso pueden hablar actuales primeros espadas del fútbol mundial, que crecieron bajo la tutela de Tito. Son los casos de Messi, Cesc y Piqué, que echarán la vista atrás y le recordarán con un cariño muy especial. Para ellos fue padre y consejero. Mucho más que un entrenador…

Cuando tomó las riendas del primer equipo, lo hizo sabedor de que en el vestuario iba a mandar a jugadores que en su época ya dirigió. Futbolistas que le respetaban y le querían de una manera especial. Fue en 2001 cuando Vilanova se cruzó en el camino de este trío de jugadores ahora de elite. Entonces ya se podía intuir que llegarían a lo más alto de la mano del técnico, que forjó el mejor equipo Cadete de la historia del Barcelona.

Tito tuvo que colgar las botas a finales de 2001. Unos problemas en una rodilla le impidieron seguir jugando en la Gramanet y con 33 años regresaba a casa, a La Masía. Tras la Navidad, se hacía cargo del Cadete B, en el que ya brillaban este trío básico en la historia reciente del Barcelona. Muy pronto dejó su sello de gran analista y entrenador. Aquel equipo volaba solo, pero Tito consiguió mantener ese nivel exigencia hasta el final.

Aquel equipo fue invencible, acabando la temporada sin perder un solo partido y confirmando que en la cantera azulgrana había ingresado un técnico con futuro. Los que les conocieron en aquella época hablaban de un entrenador metódico, trabajador y muy pendiente de todos los detalles. Ya entonces analizaba de manera minuciosa a su propio equipo y a sus rivales. Aquel 'libreto' tuvo su continuidad en el primer equipo, siendo Tito un asistente básico para Pep Guardiola.

Vilanova ha sido una figura fundamental en la vida de Cesc Fábregas. No pudo impedir que se marchara al Arsenal en 2003, cuando estaba en pleno período de formación. Tras ocho años en Londres, Tito fue la persona que ideó la ‘operación retorno’ del hijo pródigo. Fue el encargado de convencer a Guardiola de que el regreso de Fábregas haría más fuerte al Barça. El verano pasado, cuando el Manchester United llamaba a su puerta, Vilanova le convenció para que se quedara en casa. “Cesc me dijo que quería triunfar aquí y yo, con un jugador así, voy donde él diga”, dijo el técnico para confirmar su admiración por el mediocampista.

Leo Messi siempre le tuvo un cariño especial. En aquel Cadete, el argentino se sintió cómodo y feliz, al mismo tiempo que ya daba muestras de su enorme potencial. La enfermedad de Tito fue un duro golpe para el jugador. Su muerte, mucho más. En su momento ya mostró sus sentimientos hacia el entrenador al decir que “hoy en día es importantísimo el técnico. Desde que no está Tito lo notamos. Respetamos a Jordi Roura porque es nuestro entrenador y está intentando ayudar a conseguir todo, pero nuestro técnico era Tito y no tenerlo fue un golpe duro”. “La gran virtud de Messi es que lo que hacía en categoría Cadete lo sigue haciendo en profesional", dijo Vilanova, que siempre tuvo claro que "no creo que volvamos a ver a un jugador como Leo".

Piqué siempre ha tenido fama de rebelde. Vilanova le conoció muy bien y a pesar de ser uno de sus ‘hijos’, cuando tocó ejercer de jefe lo hizo sin contemplaciones. Cuando el Barcelona cayó en Múnich la temporada pasada, Gerard afirmó que “quizá el año que viene se debe tomar algún tipo de decisión". Un molesto Tito le respondió lo siguiente: "Supongo que el jugador que dijo eso no contaba con que él podría ser uno de los cambios". De cualquier manera, Piqué ya mostró su afecto hacia Tito cuando afirmó que “con él nos esperan años muy buenos. Tito ya era un diez en el Cadete y ahora es una copia del que era".