Heynckes recomendó al Bayern fichar a Guardiola y ahora se siente traicionado por Pep

Jupp Heynckes se enfrentará mañana a su tercera final de Champions, algo reservado a los mejores. Hasta el momento ha ganado una (Real Madrid) y ha perdido otra (Bayern). El paciente alemán decidió no seguir en el club bávaro allá en el mes de noviembre. Lo hizo con discreción, como ha transcurrido toda su vida. Sin hacer ruido. Se lo dijo al imputado Uli Hoeness, a Rummenigge y a Beckenbauer: "No quiero seguir aquí". El mensaje fue escueto y directo y argumentaba lo complicado que es el día a día en el actual campeón de la Bundesliga. No se lo esperaban pese al deterioro de la relación. La primera reacción del trío que manda en el Bayern fue la de pedir ayuda al propio Heynckes en eso de buscar un relevo. "El mejor, Guardiola. Es mi recomendación", tal cual.

Los dirigentes del Bayern se pusieron manos a la obra. Heynckes les pidió cautela a la hora de tratar su adiós. Y lo hizo porque por delante quedaba toda una temporada, con mucho en juego y posibilidades reales de lograr un histórico triplete. El que fuera técnico del Real Madrid se marchó a su casa tranquilo, con la conciencia limpia. Esperaba que los que todavía eran sus jefes se iban a comportar de la misma manera. Error.

Heynckes estaba al tanto de las negociaciones con Guardiola. Había puesto su nombre sobre la mesa y consideraba que era el indicado. Lo que no esperaba el alemán es que días antes del reinicio de la competición en Alemania, el Bayern y Guardiola iban a hacer público el acuerdo. No se lo creía. Se sintió traicionado por todos. No se lo esperaba ni de Hoeness y compañía ni de Pep, compañero y, hasta ese momento, amigo. De ahí su reacción cuando se le preguntó por si había llamado al ex del Barcelona para preparar la eliminatoria ante el equipo azulgrana.

Jupp cree que se merecía más respeto por parte de todos los que dan forma a la historia de la llegada de Guardiola al Bayern. Y lo argumenta con los 1.000 partidos que lleva en la Bundesliga como jugador y entrenador, los tres campeonatos ganados y la fidelidad que ha mostrado al club bávaro, acudiendo a las diferentes llamadas que le ha hecho durante su carrera. 

El entrenador que diera al Real Madrid la Séptima Copa de Europa, decidió dar carpetazo a su estancia en Múnich por el desorden que impera en el club bávaro. Cada día se sorprende con las declaraciones de alguno de su muchos jefes. El problema con Hacienda de Hoeness es el mejor ejemplo de que no todo es oro lo que reluce en el Bayern. Además, todos quieren su trozo de gloria, su momento de protagonismo, llevándose la palma Franz Beckenbauer, que a dos días de la final dijo que: "El Borussia Dortmund s´plo nos ganará si tenemos un mal día. No hay otra posibilidad", afirmó para enfado de Heynckes. Igual Guardiola no se encuentra el paraíso que cree haber elegido en su próxima experiencia bávara, esa que Raúl le invitó a iniciar.