Cristiano y Messi se 'apagan' por primera vez en el momento cumbre de la Champions

El varapalo sufrido por el fútbol español la semana pasada volvió a abrir un debate cada año más presente en las tertulias futbolísticas: la pérdida de nivel competitivo de la Liga española. El reparto de los derechos televisivos, los más desequilibrados de las grandes ligas europeas, ha propiciado que los dos grandes del fútbol español sean cada vez más poderosos. Por el contrario, equipos llamados a discutir esa hegemonía como Valencia, Atlético de Madrid o Sevilla se han visto obligados a vender cada año a sus principales estrellas.

Decía Rafa Nadal en una entrevista que en el año 2011 le había faltado ir más allá, jugar al límite. “Puedo ganar o perder, pero al menos debo ir al límite. Para llegar a ese punto lo tengo que hacer en los otros partidos, ser más agresivo en esos otros partidos, para que mi nivel normal sea ese, para que no tenga que ir por encima”. En esa necesidad de no estar obligados a competir semana tras semana al máximo nivel,  Bayern y Borussia le tiraron el fútbol a la cara a los dos grandes del fútbol español. Y en esa pérdida competitiva de ambos equipos, las estrellas, Cristiano Ronaldo y Leo Messi, perdieron los focos del fútbol europeo  la semana pasada a favor de los Müller o Lewandowski.

Los dos astros no estuvieron a la altura de la jerarquía futbolística que se les atribuye desde hace años. En el caso del argentino, arrastra molestias desde la ida de cuartos de final ante el París Sant Germain. El ‘10’ del Barcelona, al que su equipo se encomienda esta temporada con más fuerza que en anteriores ocasiones, ha sido víctima de su insaciable apetito para coleccionar récords.  “Obviamente, el equipo cambia con Messi, es el mejor jugador del mundo y el equipo que no tiene al mejor jugador del mundo lo nota, porque si no lo notáramos no sería el mejor. El equipo ha hecho un buen partido, pero cuando ha salido él nos ha proporcionado el desequilibrio que necesitábamos”, declaraba Jordi Roura tras el duelo ante el Athletic de Bilbao.

En un Barcelona que ha perdido vigorosidad competitiva respecto a campañas anteriores, ha necesitado más que nunca la presencia del rosarino para sacar los partidos. Con Villa y Pedro lejos de su mejor nivel, y con Alexis en un ‘limbo’ deportivo del que no se espera que vuelva, los goles de Messi se han hecho indispensables. La ausencia de Tito Vilanova y una autogestión consentida han permitido que el argentino llegué exhausto al final de temporada, fruto de ese deseo casi febril de disputarlo todo. A diferencia de la pasada campaña, donde el argentino tuvo en sus botas el pase a la final, su ‘estrella’ se fundió en una noche negra para el barcelonismo.

Cristiano, tocado para el duelo del martes

La temporada para Cristiano Ronaldo ha tenido más luces que sombras. Desde aquella famosa imagen en la que el ‘7’ del Madrid  declaraba ‘sentirse triste’, su imagen ante la afición y ante sus compañeros cambió por completo. Derrotado un año más en el balón de oro por Leo Messi, el portugués por fin entendió el club al que pertenecía y se ha convertido en el líder que el madridismo siempre vio en él. Con un registro goleador inferior al de Messi, Ronaldo ha sido sin embargo el principal artífice de la ‘resurrección’ del Madrid en este 2013, tras un final de 2012 envuelto en una combustión interna que echó por tierra las aspiraciones del conjunto blanco en el campeonato de Liga. Desde su ‘transformación’ ha llevado al equipo blanco a la final de Copa y a unas semifinales de Champions.

Recuperada la lozanía perdida en el final de 2012, afrontaba el equipo blanco la ida de semifinales ante el Borussia con gran confianza. El gran estado de forma de su gran estrella servía como aval para llegar con gran confianza a la cita. Sin embargo, todo salió cruz para el equipo entrenado por José Mourinho. Al serio correctivo que le propinó el conjunto de Jurgen Klopp, se unió la poca presencia del astro portugués. A diferencia de otras citas, donde si fue capaz de levantar a su equipo de la lona, Ronaldo se mostró impotente ante el mayor vértigo del Dortmund. Tras sentir un pinchazo en el calentamiento frente al Dortmund y jugar los noventa minutos, el portugués no entró en la convocatoria frente al Atlético de Madrid Tras el duelo del miércoles, el portugués ha estado entre algodones con el objetivo de llegar lo mejor posible al partido de vuelta.Aunque es segura su presencia en el once del martes en el Bernabéu (20:45h., La 1), se desconoce en qué condiciones afrontará el partido.