Es noticia
El Bayern Múnich aniquila y entierra al Barcelona en el Allianz Arena
  1. Deportes
  2. Fútbol
JUPP HEYNCKES PLANTEA EL PARTIDO PERFECTO Y DEJA LA FINAL A TIRO

El Bayern Múnich aniquila y entierra al Barcelona en el Allianz Arena

"Aquí yace el mejor Barcelona de la historia" se podrá leer desde ya en el Allianz Arena. El Bayern Múnich tuvo el honor de firmar el doloroso

Foto: El Bayern Múnich aniquila y entierra al Barcelona en el Allianz Arena
El Bayern Múnich aniquila y entierra al Barcelona en el Allianz Arena

"Aquí yace el mejor Barcelona de la historia" se podrá leer desde ya en el Allianz Arena. El Bayern Múnich tuvo el honor de firmar el doloroso epitafio del equipo creado por Pep Guardiola y moldeado por Tito Vilanova, con cuatro goles que entraron como una lanza en el costado. La demoledora goleada de los bávaros (4-0) barrió de la Champions a los de Vilanova, que fueron una caricatura de sí mismos y que tuvieron en Messi un convidado de piedra.

El argentino entró en el campo con el alta médica en el bolsillo, pero le alcanzó para poco más que pasear por el césped. Forzado por las circunstancias, jugó lesionado. El resultado: ni una sola jugada suya que llevarse a la boca. Mala gestión por más que en juego estuviera una plaza en la final de Wembley.

El golpe fue de tal magnitud que al Barça no le quedará ni la coartada del árbitro, que cuajó una nefasta actuación empezando por pasar por alto unas manos claras de Piqué dentro del área al minuto de empezar y otras de Alexis al cuarto de hora. Claro que la compensación dejó en duda tres de los cuatro goles del Bayern. El primer tanto llegó tras una falta de Dante a Alves, el segundo en fuera de juego de Mario Gómez y el tercero con un bloqueo de Müller a Alba para que no llegara a tapar a Robben. Las excusas, si las hay, no ocultarán el desastre.  

Con todo, la fama que precede a este Barcelona es tan grande que hasta el Bayern Múnich, Allianz Arena mediante, es capaz de renunciar a su esencia y moldear su estilo en función de los azulgranas. Pero la magna obra edificada por Guardiola –hoy entrenador del equipo bávaro en stand by- se resquebraja y sobre el césped sólo quedan reminiscencias. Sin la presión alta que lo hizo revolucionario y multicampeón, la posesión de balón ha quedado desnaturalizada, ha mudado en caricatura. Los rivales se han dado cuenta, y el Bayern más que ninguno.

Jupp Heyncks, efectivamente, sabía cómo jugar al Barça. Todos por detrás del balón supieron cerrar espacios y presionar al centro del campo azulgrana hasta la asfixia. Ni rastro de Xavi, nada de Busquets. Sólo algún destello de Iniesta. El resto, agua. Para alcanzar la perfección del planteamiento, llegadas veloces, directas y certeras. Desarmado, el Barcelona sólo puedo encomendarse a su suerte. Y esta le dio la espalda.

Prueba de la inoperancia azulgrana es que el primer disparo a puerta llegó en el minuto 68 mediante las botas de Bartra. Ahí se resume todo. Bueno, ahí y en los problemas con los balones aéreos. Los dos primeros goles llegaron en sendas jugadas por alto. El primero (minuto 24) en un balón que le gana Dante a Alves y que Müller remacha de cabeza sin oposición al segundo palo. En el segundo (minuto 49), Müller se impone en la salida de un córner para dejar en bandeja el tanto a Mario Gómez. Quizá Valdés erró en la salida, pero ni Bartra ni Piqué supieron neutralizar la jugada.

Descosido el Barcelona, la tragedia se mascaba por más que el Bayern pareciera bajar el pistón con el 2-0 en el marcador. Fue un respiro para tomar impulso del que tampoco supieron sacar tajada Iniesta y compañía. Sólo una jugada de estrategia pareció acercar el gol azulgrana, pero Bartra no consiguió domar la pelota dentro del área para embocar ante Neuer

A vuelta de esta jugada, la más peligrosa del Barcelona en todo el partido, Ribery inició una cabalgada partiendo el campo en dos y llegando hasta Robben para que este pusiera el 3-0. Los gritos de Piqué y sus aspavientos escenificaban la impotencia del Barça. Habría que escarbar mucho para encontrar una noche semejante. Si acaso aquel Getafe de Schuster que trituró a Ronaldinho y compañía con Rijkaard en el banquillo. Ni eso, lo del Allianz fue mucho peor. Más doloroso.

"Aquí yace el mejor Barcelona de la historia" se podrá leer desde ya en el Allianz Arena. El Bayern Múnich tuvo el honor de firmar el doloroso epitafio del equipo creado por Pep Guardiola y moldeado por Tito Vilanova, con cuatro goles que entraron como una lanza en el costado. La demoledora goleada de los bávaros (4-0) barrió de la Champions a los de Vilanova, que fueron una caricatura de sí mismos y que tuvieron en Messi un convidado de piedra.

Bayern Múnich