Florentino Pérez no logra que Mourinho calle y provoque nuevos enfrentamientos

Florentino Pérez pretendía que nadie levantara la voz, empezando por José Mourinho. Cuanto menos ruido, mejor para el equipo. El presidente ve posible la conquista de la Décima y busca tranquilidad, paz, en especial en y con el entrenador. Esa concordia y relajación que el máximo mandatario blanco pretende que reine en el entorno del madridismo apenas ha durado dos días. No quiere incendios, charcos de nueva creación y el entrenador ha vuelto a provocar un cisma, en este caso con la FIFA, organismo con el que el Real Madrid mantiene una excelente relación, especialmente con su presidente Joseph Blatter. Además, las declaraciones de Sergio Ramos a la Cope no han hecho si no dar forma al declarado distanciamiento que existe entre los dos capitanes y el entrenador blanco. Nada nuevo.

El defensa cuestionó las palabras de Mourinho al término de la eliminatoria ante el Manchester United, en las que restaba mérito al triunfo de su equipo y al juego de sus hombres. Lo mismo, en privado claro está, habían hecho uno tras otro los dirigentes madridistas que no entendieron la reacción del entrenador. Tampoco ha gustado la contestación, en este caso de Ramos, pero la esperaban. Y es que algunos hasta comparten la opinión del campeón del mundo respecto a lo dicho por el portugués en Old Trafford.

Por el Santiago Bernabéu temían esos seis días de abril en los que Mourinho tiene que dar hasta cuatro ruedas de prensa con motivo del doble enfrentamiento con el Galatasaray. Piensan que a partir de sus declaraciones pueden nacer nuevos conflictos, que es lo que menos interesa en estos momentos a la entidad madridista, de ahí que cuanto menos hable, mejor para todos. El problema es que antes de esos partidos ha nacido una nueva vía para la polémica, enfrentando a la FIFA y cuestionando la votación y el resultado de la elección de mejor entrenador de 2012 que recayó en Vicente del Bosque. No entienden a qué viene ahora y, menos aún, el insistir sobre el tratamiento que reciben los portugueses en España. Nuevos conflictos que no ayudan en nada al equipo.

Es más, el pasado martes, el técnico realizó una entrevista en Real Madrid TV en la que de una forma sosegada, tranquila, analizaba el momento del equipo, lanzando algún mensaje pero sin salirse en ningún momento de la línea marcada por el club. La sorpresa llegó cuando la televisión portuguesa hizo público el contenido de la entrevista, ataque a FIFA incluido.

José Mourinho decidió hablar menos coincidiendo con el inicio de 2013 para alegría de los dirigentes del club, que temían cada aparición ante los micrófonos del entrenador madridista. La simple presencia de periodistas solivianta al técnico y por la zona noble del Bernabéu tenían pánico a sus comparecencias. El portugués no deseaba hablar y desde el club dieron el ‘ok’ a esa nueva política de comunicación en búsqueda de una estabilidad que se reflejara en el vestuario.  En cambio, Mou abrió la mano para que los jugadores pasaran de vez en cuando por la sala de Prensa del Valdebebas.

La puesta en escena respecto al futuro del entrenador portugués no va a cambiar más allá de adelantar o atrasar la reunión que Pérez y Mourinho tienen pendiente, pero la nueva polémica ha llevado cierto desánimo a la directiva, cansada de tantas historias que, en ocasiones, nada tienen que ver con el funcionamiento del día a día del equipo.