Mourinho tiene claro cómo jugar ante el Manchester: "Varane y diez más"

"Varane y diez más" frase que resume a la perfección el sentir del madridismo hoy en día y que se escuchó en el vestuario del Santiago Bernabéu nada más terminar el partido ante el Barcelona, coincidiendo con la llegada de Florentino Pérez para repartir elogios y abrazos por el segundo éxito en cinco días. Ya en Manchester, el comentario se ha extendido y la titularidad del protegido de Zidane se da por segura, para tranquilidad de los directivos blancos, presidente a la cabeza.

El francés se ha ganado la confianza de todo el mundo. Compañeros y enemigos. Unos y otros respetan a un defensa al que Mourinho ha sabido dar su punto justo de cocción y que se ha instalado en la titularidad del equipo blanco con tan solo 19 años. Todo apunta a que seguirá en la tarde hoy en Old Trafford. El entrenador sabe que con Varane en el césped el rendimiento defensivo del equipo blanco se ha elevado, algo que ha repercutido en la seguridad de todos los jugadores sobre el terreno de juego.

Lo que se inició siendo una suplencia por culpa de la lesión y posterior operación del tobillo de Pepe, ha terminado siendo un ejercicio de solvencia y elegancia defensiva reservado para los elegidos. Varane se ha exhibido ante el Barcelona en los dos partidos coperos y en el de Liga del pasado sábado. Incluso en los dos primeros vio puerta, siendo clave el tanto de la ida para dar vida al equipo de Mourinho. Tal ha sido su rendimiento que a día de hoy ha desplazado a Pepe de su puesto de titular en el centro de la defensa. No importa el escenario, que el galo se ha hecho con un puesto en la defensa titular blanca. Nadie le cuestiona la condición de indiscutible que le ha otorgado el entrenador madridista.

Varane aplica una máxima muy sencilla a su fútbol. Da la espalda al juego duro, a la crispación, tal es así que la primera falta que ha cometido desde que se ha hecho con un puesto como titular, la hizo el pasado sábado sobre Villa en la segunda mitad. Necesitó más de 300 minutos sobre el tapete para cometer una falta. Su manera de entender el fútbol no pasa por el forzar situaciones que no controla. Es una máxima que aplica al fútbol y a su vida. El pasado año siguió con sus estudios, pero en esta campaña decidió aparcarlos porque no les podía dedicar el tiempo que quería y necesitaba. Piensa seguir con ello, pero ahora mismo su prioridad es el Real Madrid.

Sus compañeros piensan que es muy bueno y que, sobre todo, les hace mejores. Su elegante fútbol ha contribuido al crecimiento del equipo en los últimos partidos. No crispa, soluciona problemas en lugar de crearlos, algo en lo que Pepe cae con demasiada facilidad, tal y como demostró con su breve aparición en el Camp Nou hace una semana y el pasado sábado. Muchos apuntan a que su pareja de hecho con Sergio Ramos tiene largo recorrido. El problema es que Mourinho también quiere encontrar un hueco a Pepe en el once titular, aunque en esta ocasión parece que se quedará en el banquillo.