'Mister Encantador' con los árbitros

Cinco partidos de sanción y 50.000 euros fue el castigo que recibió José Mourinho tras acusar al Barcelona y a Pep Guardiola de tener un continuo trato de favor en los arbitrajes, un complot orquestado por la UEFA según el técnico portugués. Fue tras encuentro de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, el 27 de abril de 2011, donde el propio entrenador y un jugador del Real Madrid fueron expulsados. Cuatro meses después se produciría el famoso altercado del dedo de ‘Mou’ y el ojo de Tito Vilanova, en el partido de vuelta de la Supercopa de España, tras el cual ambos entrenadores fueron indultados por Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

El técnico del Real Madrid tiene una larga lista de quejas arbitrales, pero también hay colegiados para los que sólo tiene palabras de elogio como es el caso de Mateu Lahoz, uno de los preferidos. Se desconoce si el árbitro internacional inglés Graham Poll está en su lista de preferencias tras su paso por la Premier League, cuando se sentó en el banquillo del Chelsea entre 2004 y 2007. El tabloide británico Daily Mail publicó ayer una columna de opinión de Poll en la que el colegiado relata las habilidades de Mourinho al relacionarse con los colegiados y le apoda con el sobrenombre de ‘Mister Encantador’.

“Cuando llegó al Chelsea, me invitó a un entrenamiento del equipo y me presentó a los jugadores como ‘el mejor árbitro de Europa’. Él fue muy amable conmigo. Te trata con tanto encanto que no piensas que estás siendo adulado. Él sabía que yo era una de las referencias arbitrales del país y esa temporada [2004] acabé pitando seis veces al Chelsea”, asegura el árbitro internacional, que fue el encargado de dirigir el primer encuentro de Mourinho en el banquillo del club inglés (Chelsea 1 Manchester United 0). “Antes de los partidos es amabilísimo. Tras el partido de su debut me preguntó si todo estaba bien y yo, bromeando, le dije que el vestuario de los árbitros necesitaba una mano de pintura. Cinco semanas después volví al estadio. Nuestro vestuario tenía dos duchas nuevas y una televisión de pantalla plana”.

Pero Graham Poll también conoció la otra cara de Mourinho. “En su segunda temporada dirigí la derrota del Chelsea ante el Liverpool en las semifinales de la Copa, pero en esa ocasión fue bastante menos encantador en el túnel de vestuarios. Se plantó allí moviendo la cabeza y mirándome con cara de decepción, me dijo: ‘Pensé que eras mi amigo’. Preferí ignorar el comentario”, asegura el árbitro inglés sobre el que sólo poner un pero: “Es demasiado histrionismo en la banda”.