Los exdirigentes del Castellón, imputados por presunto delito societario

Los exdirigentes del CD Castellón José Manuel García Osuna, Antonio Blasco, José Laparra y Álvaro Rodríguez-Hesles han sido citados a declarar en calidad de imputados por el Juzgado de Instrucción tras ser aceptada la denuncia que el pasado 26 de julio presentó el grupo Sentimiento Albinegro contra Castellnou 2005 SL.

Según ha informado Sentimiento Albinegro a través de un comunicado, el juez ha apreciado indicios de delito societario tras la denuncia presentada por los abogados de Sentimiento Albinegro, Juan Carlos Rivas y Enrique Galindo, contra Castellnou 2005 SL, empresa que dirigió la entidad desde 2005 hasta 2012.

Cabe recordar que la Asociación de Pequeños Accionistas y Abonados del club denunció en la ciudad de la Justicia de Castellón a los anteriores administradores y propietarios del club castellonense por el presunto falseamiento de las cuentas de la entidad. Además, en esa denuncia también se incluyó presuntos acuerdos abusivos tomados prevaliéndose de su situación mayoritaria como administradores con el único interés de su propio ánimo de lucro y en perjuicio del club y resto de accionistas.

A partir de este momento, comienza una instrucción judicial donde se investigarán en sede judicial los presuntos delitos cometidos, según se ha informado desde Sentimiento Albinegro, entidad que prevé un "proceso largo y costoso".

El CD Castellón, que se mantiene esta temporada en la zona media de la tabla tras sumar tres victorias, cinco empates y tres derrotas, milita desde hace dos temporadas en el Grupo VI de Tercera División después de descender el 18 de julio de 2011 debido a la deuda que la entidad deportiva mantenía con sus jugadores. Castellnou 2005, empresa que dirigía el club en aquellas fechas, no cumplió con los infinitos plazos fijados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para pagar la deuda que mantenía con la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE) y al final se consumó el descenso administrativo.

La gestión realizada por el grupo dirigido por Blasco y Osuna en las dos últimas temporadas provocó que el Castellón pasara de ser uno de los clubes más saneados de Segunda B a descender por la deuda mantenida con la AFE por impago a sus jugadores.