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Casillas y Villa, señalados en Real Madrid y Barcelona, felices con la selección española
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EL DIVÁN DE VICENTE DEL BOSQUE TIENE TRABAJO CON EL PORTERO Y EL DELANTERO

Casillas y Villa, señalados en Real Madrid y Barcelona, felices con la selección española

Iker Casillas y David Villa no pasan por su mejor momento. Al portero se le cuestiona por su rendimiento desde el inicio de temporada, en algunos

Foto: Casillas y Villa, señalados en Real Madrid y Barcelona, felices con la selección española
Casillas y Villa, señalados en Real Madrid y Barcelona, felices con la selección española

Iker Casillas y David Villa no pasan por su mejor momento. Al portero se le cuestiona por su rendimiento desde el inicio de temporada, en algunos casos de manera gratuita como cuando se atreven a afirmar que no hizo todo lo que debía en el segundo gol de Messi. El delantero está comprobando lo duro que es el banquillo. El asturiano cree que ya está para jugar, incluso de titular, pero Vilanova le está condenando a la suplencia, acompañada de 35 minutos calentando sin recompensa alguna tal y como sucedió en el Camp Nou el pasado domingo. Real Madrid y Barcelona, cada uno a su manera, se atreven a cuestionar a dos jugadores que ven como el crédito dentro de los equipos se reduce. Por contra, en la Selección se siente importantes. Nadie pone en duda su presencia y ahora saben que por delante tienen una semana para cerrar heridas, para recuperar autoestima a la sombra de Vicente del Bosque y la selección campeona del mundo.

Casillas ha reconocido, en los micrófonos de la Cope, que no está bien, que ha podido hacer algo más en algunos de los partidos disputados hasta el momento. Iker ha recibido siete goles en Liga y tres más en la Champions. "No puedo vivir del pasado. Siempre pienso que puedo hacer algo más", afirma el portero que aprovechará estos días a manera de terapia. Si algunos entrenadores de club acusan a sus jugadores de relajarse cuando acuden a las llamadas de sus selecciones, con Casillas la convocatoria tiene el efecto contrario. Iker se siente querido, respetado y valorado cuando se pone la camiseta de España. Nadie le discute.

Con el Real Madrid, las sensaciones no son las mismas. La seguridad que le transmite el entorno no es la misma. Sorprende que en los últimos meses haya una corriente dentro del madridismo que señala al capitán blanco en más de una ocasión.  Él la ha percibo, le ha llegado y se muestra diplomático ante el dibujo que tiene ante sí. "Entiendo que la gente opine. Me como la cabeza. La trayectoria está ahí". Con España nadie le discute, acumula títulos y partidos internacionales. Es y ejerce de capitán.

La ausencia de Villa en el Clásico supuso una decepción en el delantero. El asturiano ya se siente recuperado y cree que podría participar más de lo que lo está haciendo en este inicio de temporada. De momento, su colaboración con el equipo se reduce a 130 minutos en Liga, pero de su boca no saldrá crítica alguna respecto a su situación. Un año atrás, se especulaba con la posible salida del ex del Valencia. El Confidencial informó la semana pasada que su destino iba a ser el Liverpool, pero la lesión sufrida en Yokohama truncó cualquier posibilidad.

El punta tiene hambre por demostrar que su recuperación es un hecho. El fútbol es, en muchas ocasiones, la mezcla justa del momento físico y de las sensaciones que pueda tener un jugador. Villa necesita demostrar que ha vuelto a ser el futbolista que era hasta que hace diez meses se partiera la pierna en la disputa del Mundial de clubes. La presencia de Alexis en la segunda parte del Clásico ha sido un duro golpe mientras él se limitaba a calentar sin más. Sabe que con España esa cuota de protagonismo y cariño la tiene garantizada, justo lo que necesita. El resto lo pondrá él y su profesionalidad.

Iker Casillas y David Villa no pasan por su mejor momento. Al portero se le cuestiona por su rendimiento desde el inicio de temporada, en algunos casos de manera gratuita como cuando se atreven a afirmar que no hizo todo lo que debía en el segundo gol de Messi. El delantero está comprobando lo duro que es el banquillo. El asturiano cree que ya está para jugar, incluso de titular, pero Vilanova le está condenando a la suplencia, acompañada de 35 minutos calentando sin recompensa alguna tal y como sucedió en el Camp Nou el pasado domingo. Real Madrid y Barcelona, cada uno a su manera, se atreven a cuestionar a dos jugadores que ven como el crédito dentro de los equipos se reduce. Por contra, en la Selección se siente importantes. Nadie pone en duda su presencia y ahora saben que por delante tienen una semana para cerrar heridas, para recuperar autoestima a la sombra de Vicente del Bosque y la selección campeona del mundo.

Iker Casillas David Villa