España demuestra que el gen del campeón sigue vivo en jugadores que lo han ganado todo

El gen del campeón sigue vivo en la selección española tal y como demuestra la victoria ante Georgia, la 23 consecutiva en fases de clasificación. Otro equipo se hubiera abandonado, dejado llevar y resignado con el empate, pero el orgullo de gente que lo ha ganado todo como Xavi, Xabi Alonso, Piqué o Sergio Ramos llevaron a la campeona del mundo por pelear por los tres puntos hasta el último suspiro. Nada puede con ese hambre que demuestran los hombres de Del Bosque. Ayer ganaron a la selección 86 del mundo, pero el gol lo celebraron como su el tanto de Soldado hubiera significado el pase el acceso directo al Mundial de Brasil. Es lo que tienen y lo que ha llevado a esta selección a ser única en la historia del fútbol, lo que queda demostrado con las dos Eurocopas y el Mundial logrado de manera consecutiva, algo inédito hasta que el pasado 1 de julio lo logró España en Kiev.

Del Bosque no rompió el guión para lograr la victoria. El hombre paciente no desesperó y tiró del habitual manual de España para lograr la victoria número 19 en fases de clasificación desde que es el dueño del banquillo español. Pleno total. No sabe hacer otra cosa que ganar cuando en juego hay un pase a una ronda final de un campeonato. El gol de Soldado, olvidado durante el pasado mes de junio, hizo más grande si cabe la leyenda de la actual España. Con la de ayer son ya 23 victorias consecutivas en fases de clasificación. Desde el 23 de septiembre de 2007 en partido que empató ante Islandia en Reykjavik, la mejor selección del mundo, lo dice la FIFA, solo sabe ganar en partidos de grupos clasificatorios, algo que está reservado a los muy grandes.

La prueba de Georgia no era sencilla y la dificultad se fue multiplicando según pasaban los minutos y los jugadores locales se iban sumando a esa muralla que formaron delante de Loria primero y Kvaskhvadze después. El seleccionador georgiano decidió jugar al frontón, pero Del Bosque no desesperó ante la acumulación de jugadores en la frontal del área. No varió el estilo, el mismo que ha llevado a España a la cima del mundo, y pese a que el balón no entraba, decidió tirar de toque para lograr el objetivo. Primero entró Pedro, después Fábregas, decisivo en el triunfo, y más tarde Cazorla. El objetivo llegar tocando y tocando hasta crear esa superioridad que da el buen trato que España da al balón. Y costó pero el gol llegó a cuatro minutos del final. No podía ser de otra manera cuando un equipo acapara el 80% de posesión del esférico.

El triunfo logrado en el Boris Paichadze Stadium es de los que vale una clasificación para el Mundial. Y más cuando se logra con sufrimiento. Francia, la gran rival de ayer y que ya suma seis puntos, no lo pasará bien en su visita a la capital de Georgia. Tanto Del Bosque como Deschamps saben que el pase para Brasil puede estar en un tropieza, en un empate en campos como en el que ayer ganó España, sufriendo, pero sumando tres puntos.