Luis Milla escenifica el fracaso del fútbol español en los Juegos de Londres

El hasta ayer seleccionador nacional del combinado Sub '21, Luis Milla, se ha convertido en uno de los grandes damnificados del fracaso del fútbol español en los Juegos de Londres. El que fuera entrenador del combinado olímpico ha dejado de formar parte de la Federación Española al no ser renovado su contrato. Tras un verano plagado de éxitos futbolísticos, la Olimpiada ha mostrado el peor lado del balompié español.

Si de fútbol hablamos, sin duda, España es la gran potencia a día de hoy. No existe ningún combinado en el mundo capaz de hacer frente al poder del equipo nacional, que ha sido capaz de llevar a la Selección a triunfar en los últimos cuatro años. Desde que el combinado absoluto se hiciera con el triunfo en Austria y Suiza, el equipo nacional ha estado imparable, rozando al perfección.

Campeón del mundo en 2010 y doble campeón de Europa en 2008 y 2012, la selección absoluta ha demostrado ser la gran dominadora del fútbol mundial. En los últimos grandes eventos, tan sólo ha fallado en la Copa Confederaciones de 2009 -si se la puede considerar 'gran evento-, en la que 'sólo' conseguimos ser terceros. Desde entonces, no ha habido rivales capaces de hacernos sombra.

Además, en los últimos diez años las categorías inferiores del fútbol español se han convertido en toda un referencia a nivel Europeo y Mundial, un éxito que se ha visto refrendado este verano con los éxitos nacionales, en los que, además del título de campeón de la absoluta, la selección masculina se convirtió en campeona de Europa Sub '19 y la femenina en subcampeona en la misma categoría. 

Pero los Juegos han deparado un sonoro fracaso. Milla -que llevara en 2011 a la Selección Sub '21 a ser campeona de Europa también- no ha conseguido hacer un equipo competitivo en el campeonato olímpica. Con muchos jugadores muy justos de 'gasolina', el técnico ha sufrido un grave problema en la medular de su combinado, donde no ha sabido suplir a Thiago Alcántara.

Dos derrota y un empate sin marcar un sólo gol muestra a las claras el gran tropiezo español en Londres. Un equipo desdibujado, sin alma e incapaz de hacer frente a rivales teóricamente inferiores sobre el papel, se ha visto fuera del torneo a las primeras de cambio. Milla ha sido el gran damnificado, y su no renovación escenifica lo ocurrido: el gran fracaso de uno de los favoritos al oro olímpico.