Urrutia da forma al boicot: "Ni un euro de los vascos tiene que ir a parar a Madrid"

"Ni un euro a Madrid". Esa es la consigna que ha circulado en las redes sociales y que han dado forma los seguidores del Athletic que se sienten traicionados primero por el Real Madrid y después por los políticos de la capital de España. Una final que año tras año suele dejar entre 10 y 15 millones de euros en los comercios de la ciudad que lo organiza, en esta ocasión todo hace indicar que la cifra bajará por el abierto boicot que los ultras vizcaínos piensan hacer, tal y como circula por las redes sociales. Lo curioso es que ese rechazo partió del propio presidente del Athletic que llegó a afirmar a los directivos del Barcelona que: "Ni un euro de los seguidores vascos tiene que ir a parar a Madrid". Otros foros, apuntan a 'destrozar Madrid'. 

El presidente del Athletic no olvida la negativa de Florentino Pérez de no ceder el Santiago Bernabéu para la final, por lo que la posibilidad de que acudan más seguidores del equipo rojiblanco, quedó reducida drásticamente. De las 80.000 localidades del estadio madridista se ha pasado a las 50.000 del Vicente Calderón, así que la demanda ha superado a la oferta. El remate para que esta tensión aumentara ha llegado con la negativa del ayuntamiento de Ana Botella a que la carpa de la zona de seguidores de uno y otro equipo se abriera en la tarde de ayer, tal y como pretendían ambos equipos. Otro enfado y más reproches llegados de Bilbao y Barcelona.

Aparcando el posible boicot, la realidad dice que en esta ocasión el panorama no será el mismo al de otras finales. El impacto económico, que se sitúa entre los 10 y 15 millones de euros, será complicado de alcanzar. La disputa del último encuentro en viernes, la crisis y el alto precio de las entradas (entre 120 y 250 euros) restará el dinero a gastar por los 70.000 aficionados que acudirán a Madrid, 10.000 de ellos sin entrada. La estimación hecha por el Athletic habla de 50.000 aficionados rojiblancos en la capital de España.

Más costes derivados del dispositivo de seguridad

La lectura económica de la final no termina en el dinero que dejen o no en Madrid los seguidores de uno y otro equipo. La seguridad oficial, la que la delegación de gobierno dispone para que todo transcurra con el menor número posible de incidentes también suma. Los 1.500 Policías Nacionales que estarán en el Calderón y pendientes de los dos equipos durante el día, totalizarán 12 horas de trabajo con un coste de 10 euros por cabeza, lo que elevará el coste del operativo a los 180.000 euros.

Además, hay que sumar los efectivos de Policía Municipal, Guardia Civil, Samur, Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja para sumar un total de 2.300 personas. En Barcelona, los Mossos d'Esquadra han preparado un dispositivo de 1.850 agentes para la salida de los seguidores y la posible celebración de la conquista del título. Y es que los últimos éxitos azulgrana se han saldado con disturbios, desperfectos en mobiliario urbano y detenidos.

Jorge Fernández, ministro del Interior, quiere que los clubes de fútbol se hagan cargo de parte de los gastos que generan la seguridad pública alrededor del fútbol. La Unión Federal de Policía estima que cada año el despliegue de seguridad asciende a 380.000 euros para cada equipo: "Las restricciones tienen que llegar a todos lados y los clubes deben contribuir".