Carlos Sainz colgó la capa de héroe (de Ferrari) que le puso Alain Prost

“Sentí como si hubiera sido un gran beso. Tan pronto como me golpeé, se me vino a la cabeza lo que le ocurrió a Carlos (Sainz). Y pensé “¡por favor, mantén las ruedas rectas hasta cruzar la línea, y entonces que se tuerzan o lo que ellas quieran!””. Daniel Ricciardo fue el cuarto piloto más rápido este sábado en la clasificación del GP de Canadá y apenas fue público ese “beso” en el Muro de los Campeones, tampoco el que se dio “fuerte” en los L1 del viernes. Pocos se percataron porque el desenlace de su toque fue diferente al de Sainz, quien admite su “error por ir a tope” y que ha debido sustituir la caja de cambios (cinco puestos de sanción, saldrá en la posición número 20), pero sin poder explicar por qué a él le lanzó al césped y a a otros a la pista.

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“'Grazie ragazzi' tuvimos un 'giro di paura' (vuelta de miedo) cuando rocé el muro, ¡pero todo bien!”. Sebastian Vettel, durante la clasificación, también se 'besó' con el Muro de los Campeones. “Creo que me he golpeado”, advirtió por radio a su equipo durante la clasificación, momentos antes de dirigirse hacia los boxes. Sus mecánicos comprobaron como, a pesar de encontrarse una llanta totalmente rayada, el chasis no había sufrido ningún daño y pudo salir a pista nuevamente.

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“He tocado un par de veces este fin de semana y no ha pasado nada, normalmente puedes seguir, aunque no es lo ideal. Cuando toqué el muro con la rueda trasera, me ha devuelto el coche hacia dentro y ahí ya eres un pasajero porque tocas la rueda delantera derecha y vas sin dirección”, comentó Sainz sobre su incidente. El español exprimió a su Toro Rosso para intentar presentarse en Q3, pero se pasó: “Desde la Q1 ya veía que me faltaba mucho ritmo para entrar en Q3 y por eso intenté poner de mi parte lo que faltaba y quizás me pasé un poquito... y toqué el muro”. Ya se sabe lo que pasa cuando se juega con fuego. Daniel y Seb habrán tomado nota.

Un golpe en el orgullo

En términos prácticos, Carlos Sainz no ha perdido demasiado sabiendo que saldrá vigésimo y que su compañero, Daniil Kvyat, clasificó decimotercero aunque partirá detrás del madrileño para cumplir la sanción que arrastra de Mónaco. Quizás, con una vuelta buena, Carlos hubiera podido ocupar ese puesto decimotercero, el duodécimo o el undécimo. Las consecuencias no son tan graves como en otros trazados donde la aerodinámica de su STR11 se adapta mejor. Además, en Canadá los adelantamientos no son muy difíciles y esta es una de las parrillas de salida menos decisivas del año (más si llueve). Por tanto, es más fácil terminar la prueba donde el coche y piloto se merecen, 'independientemente' de la posición de salida.

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En otros términos, que nada tienen que ver con los números o posición de salida, sí que duele algo más: en el orgullo. Después de llevar una temporada impecable, este es el primer fallo de Carlos Sainz en la temporada, una mancha en su expediente en un momento en el que su formidable estado de forma ha provocado que hasta el tetracampeón del mundo Alain Prost, en una entrevista al medio francés 'Minute-Auto', haya recomendado a Ferrari que fiche al madrileño. Palabras mayores sabiendo que la opinión del francés, ex de la Scuderia, es la del asesor de Renault, otro equipo de Fórmula 1

La pared que transforma al robot en humano

Sainz, Vettel, Ricciardo… Alonso lo evitó este viernes in extremis, como Verstappen, Palmer... En el pasado, 1999, fueron Damon Hill, Michael Schumacher y Jacques Villeneuve. En 2011 también Jenson Button se 'besó' con este muro, en unos libres antes de hacer la carrera de su vida (ganando la más larga en la historia de la Fórmula 1). Este muro, el de los Campeones, es una puerta capaz de transformar en humanos a las máquinas perfectas en las que parecen convertirse los mejores pilotos de Fórmula 1 dentro de su monoplaza.

“He estado 'viviendo en el límite' durante todo este fin de semana. Cerré los ojos y fui a por ello”, a por la Q3. “Hay veces que funciona, que eres el héroe del día, pero hoy no funcionó”. El choque contra el Muro quizás preceda a la oportunidad con un equipo grande que, tal y como ha asegurado Carlos en Montreal, “tarde o temprano llegará”. Quién sabe si el domingo por la tarde esa oportunidad estará un poco más cerca, ya sea con Red Bull, Ferrari… o el equipo que sugiera Prost. Hoy puede volver a ponerse la capa roja de Ferrari que le colgó el francés.