McLaren y Fernando Alonso se exprimen para China sin pasarse de la raya

Prueba de fuego en China. Este fin de semana, la Fórmula 1 afrontará la recta más larga del campeonato con casi 1,2 kilómetros en los que, quien tenga un motor discreto, será adelantado sin dificultad gracias al ancho asfalto del circuito de Shanghai. McLaren, todavía sin la solidez de sus rivales en su unidad de potencia, tomará los riesgos necesarios para 'apretar' su propulsor en busca de velocidad punta aunque sin comprometer la fiabilidad del mismo. Algo parecido hará Fernando Alonso en su puesta a punto para la tercera prueba del año, realizando el esfuerzo físico preciso sin comprometer unas costillas que deben pasar un examen de la FIA. Escudería y piloto buscan el equilibrio de exprimirse sin pasarse de la raya.

[Alonso lanza mensajes para correr en China]

McLaren se marchó de Bahréin con la preocupación del abandono de Jenson Button. La fiabilidad fue la temida epidemia que les condenó el año pasado y algo de lo que huyen en el presente. “El asunto ha sido investigado concienzudamente y será rectificado en los futuros motores”, aún así y por precaución, la unidad de potencia de Button “será reemplazada”, comenta el responsable de Honda, Ysuke Hasegawa.

“Pensamos que simplemente dar la máxima potencia no tiene sentido. Debemos encontrar un buen punto de balance entre la fiabilidad y la potencia. No queremos crear un motor de tres vueltas. Encontrar el equilibrio es muy importante y un trabajo difícil; dar la máxima potencia no es difícil”, explica Hasegawa a 'Autosport'. ¿Y cuánto se guardan? “No nos dejamos mucha potencia, actualmente estamos cerca de la máxima entrega posible de potencia, estamos exprimiéndolo”.

Progresando desde Australia

Fernando Alonso, durante la pretemporada, apuntó que el McLaren-Honda del año pasado funcionaba a un “70%” de sus prestaciones. No podían apretarle más porque provocaba un calentamiento excesivo que ponía en peligro al monoplaza. Comprometía la fiabilidad del coche. Este año, de ese 70% se ha pasado a un “estamos cerca de la máxima potencia”. El balance es mucho más óptimo y en sólo un par de pruebas las sensaciones son mucho más satisfactorias que todo el año pasado (“antes dábamos pasitos y ahora podemos dar pasotes”). “Vimos otro progreso en el rendimiento del coche con respecto a Australia. Aprendiendo más sobre el manejo y sus características”, asegura Button, quien recuerda que estarán incorporando “mejoras en cada carrera”.

En China tratarán de esculpir su motor acorde a sus dos largas rectas. “Desde el punto de vista de combustión interna no está muy lejos del objetivo, pero entendemos que la velocidad punta no es lo suficientemente buena. Es un punto importante a mejorar, especialmente para adelantar a coches no muy fuertes. No quiero faltar al respeto, pero incluso Sauber o Haas luchan por intentar pasarnos. Necesitamos más velocidad punta, eso está claro”.

Mientras McLaren afila su lápiz (motor) con cuidado para que no se le rompa la punta, Alonso continúa ejercitándose con la delicadeza que le permiten sus costillas. “Fue decepcionante que me dijeran que no podía correr en Bahrein, pero respeté completamente la decisión del equipo médico de la FIA. Aunque espero estar de vuelta en el cockpit el viernes, hasta que no me confirmen los médicos que compito no podemos asumir nada, pero continúo preparándome para el fin de semana de carrera con normalidad”.

Vandoorne está en China

Eric Boullier también apunta al jueves. “Una vez más, Stoffel (Vandoorne) estará preparado hasta que Fernando tenga su rutinaria revisión con los médicos de la FIA. Fernando ha estado descansando y entrenando en casa de manera normal y, como él, espero verle de vuelta al coche. Aceptaremos lo que venga y nos adaptaremos a ello”. Por si acaso, Vandoorne ha viajado a Shanghai.

Desde Bahrein hasta llegar a China, el asturiano ha puesto algunas imágenes en sus redes sociales de diferentes ejercicios con gomas para ejercitar el tronco superior, bicicleta estática y alguna jugando al golf. Actividades que los médicos le permiten hacer “con una costilla rota”, como él mismo indicaba hace unos días. A su manera, también está sacando punta al lápiz con cuidado para que no se rompa la punta.