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¿Y si Fernando Alonso tampoco estuviera en el Gran Premio de Malasia?
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LAS DUDAS SOBRE SU ESTADO FÍSICO

¿Y si Fernando Alonso tampoco estuviera en el Gran Premio de Malasia?

La evolución y noticias que se transmitían sobre Fernando Alonso, su retirada de Montmeló, hacían presagiar su presencia en Australia. ¿Simple precaución extra o motivos desconocidos?

Foto: Fernando Alonso rodando con el monoplaza MP4-30 durante la pretemporada (Efe).
Fernando Alonso rodando con el monoplaza MP4-30 durante la pretemporada (Efe).

“Será difícil no estar en Australia, pero entiendo las recomendaciones. Un segundo impacto en menos de 21 días NO”. Esto es lo que contaba Fernando Alonso en Twitter para justificar su ausencia en la primera cita de campeonato. Lógico y contundente. Entonces, surge una pregunta: ¿Por qué no se anunció su descarte en Montmeló si el protocolo habitual de recuperación parauna conmoción cerebral (y del síndrome del segundo impacto) aconseja un largo descanso? ¿No conocía el equipo médico ya los primeros díaslas consecuencias del golpe sufrido por Alonso?

Surgen estaspreguntas, como muchas otras, en un ovillo cada vez más enredado con el anuncio de la ausencia en Australia. En general, flota en el aire un dilema sin respuesta clara: ¿Ocurrió algo extraño en Alonso antes salirse hacia el muro de la curva 3? ¿O simplemente fue un “accidente más de entrenamientos” como nos decía inicialmente Eric Bouiller que produjo esaconmoción cerebral? Dejemos a un lado un episodio que, posiblemente, nunca se aclare para centrar el visor en lo importante,la salud del piloto.

Nunca hubo un comunicado médico

Resulta difícil asumir que de un accidenteno tan violento -en apariencia,ojo- se deriven consecuencias físicas de tanto alcance. Aun así, aceptemos la teoría de McLaren: el piloto pierde el control por el viento, golpea el muro, su cabeza también a derecha e izquierda del habitáculo y sufre una conmocióncon pérdida del conocimiento; sin problemas técnicos previos del monoplaza. Sin embargo, varias decisiones han echado gasolina al fuego de esta ceremonia de la confusión en la que se convirtió el accidente de Fernando Alonso. Veamos algunas.

¿Por qué razón nunca se han emitido comunicados médicos que actualizaran su estado físico acotando así a la enorme rumorología en torno a la salud de Alonso? Puede que se respetaran sus deseos o los de su entorno, pero hubieran interpuesto un dique de contención. Sobre todo ante las dudas que suscitaba el estado físico del piloto inmediatamente antes del impacto (mareo o electrocución) como causa del accidente.

Fue McLaren quien emitió un comunicado el lunes, pero insuficiente para tranquilizar el ambiente. El ‘paddock’ de Montmeló era un pesado hervidero de todo tipo de noticias, rumores, teorías y opiniones. Ron Dennis tuvo que salir a la palestra. En principio, se anunciaba su presencia acompañado de Eric Bouiller, quien se dio de baja a última hora.

La hora de Ron Dennis

En líneas generales, Ron Dennis aportó afirmaciones pero no datos verificablessobre el accidente. Sorprende, por ejemplo, que tras reconocer queMcLaren desplegóuna “increíblemente concienzuda, detallada y profesional investigación”, alguien tanconocido por su obsesiva atención al detallesólo apuntara que el monoplaza había soportado una “determinada cantidad de fuerzas G en el impacto y significativamente menos en el casco” para precisar que fue “la mitad”. Los 31 G de impacto en el monoplaza que han circulado nunca fueron oficiales, sino filtrados. Dennis admitió también que hasta el jueves pasadotodavía no habían hablado con el piloto sobre el accidente, cuando Alonso ya estaba en Oviedo. “Cada cosa tiene su tiempo y lugar” justificó. Y la capacidad para recordar, se supone.

Pero si no se aclaraba el accidente, al menos se dejaba entrever la positiva progresión física de Alonso paraacudir a Australia. “Los doctores han dicho que sus opciones de correr (en Australia) no son cuantificables todavía, pero su proceso de recuperación es normal para un piloto. Sobre todo porque no hay ningún daño en el cerebro”, explicaba Dennis. “Está lúcido, normal, habla, quiere pilotar, pero los doctores le han dicho: si queréis estar realmente seguros y queréis que tenga la mejor opción para estar en Australia, entonces lo mejor es dejarle descansar”, añadía.

La luz verde, “pronto”

Ciertamente, nadie certificó que Alonso estaría en Australia pero suausencia de Montmeló se justificaba para asegurar su presencia en la primera cita. Al menos, era la percepción general. En su vídeo Alonso no citóMelbourne como meta, pero nos explicaba que se encontraba perfectamente: “Nos vemos pronto”. Eric Bouiller, en su última rueda de prensa junto con el responsable de Honda, declaró que esperaba la luz verde para Alonso “pronto, debería ser la próxima semana, pero no hay nada que vaya mal”. Sin embargo, tras los últimos análisis el piloto español, tampoco habrá presencia en Melbourne. De nuevo volvemos a la pregunta: ¿No se conocía el peligro del ‘síndrome del segundo impacto’ya desde su estancia en el hospital? ¿No se sabía ya entonces que "en 21 días, un segundo impacto NO"?¿O se encontró algo que impidió la luz verde?

¿Existe algo más en el estado de salud de Alonso? Puede que la historia de esteaccidente seamás sencilla, aunque de consecuencias físicas llamativas,y se busque únicamente la prevenciónparaquien ya está recuperado. Pero haber anticipado en Montmeló su baja para la primera carrerahabríaahorrado otra enorme oleada de especulaciones yrumores que han surgido nuevamente estos días.

En definitiva, puede que la estrategia seguida haya complicado la gestión de “una de esas cosas que ocurren en los entrenamientos”. Vistos los antecedentes, ¿por qué no pensar ahora que su ausenciatambiénpueda demorarse más allá de Melbourne? ¿Y si Fernando Alonso tampoco estuviera en el próximo Gran Premio de Malasia? Ojalá que para entonces no haya que buscar ya ninguna respuestaa esta última pregunta.

“Será difícil no estar en Australia, pero entiendo las recomendaciones. Un segundo impacto en menos de 21 días NO”. Esto es lo que contaba Fernando Alonso en Twitter para justificar su ausencia en la primera cita de campeonato. Lógico y contundente. Entonces, surge una pregunta: ¿Por qué no se anunció su descarte en Montmeló si el protocolo habitual de recuperación parauna conmoción cerebral (y del síndrome del segundo impacto) aconseja un largo descanso? ¿No conocía el equipo médico ya los primeros díaslas consecuencias del golpe sufrido por Alonso?

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