Vergne compra papeletas para sustituir a Webber en Red Bull

En Toro Rosso saben que Mark Webber no continuará en Red Bull el año que viene y sólo un giro inesperado provocaría una renovación del australiano. Con uno de los dos asientos más cotizados libre, la pelota está en el tejado del equipo de Faenza, y más concretamente en el de Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne. Si a estos dos pilotos les dan un coche con el suficiente potencial como para lucirse, tendrán en su mano optar a podios, victorias, el Mundial y entrar de lleno en la historia de la Fórmula 1 a partir de unos meses en Red Bull. En este particular sprint, por lo visto en las dos últimas carreras, Vergne lleva una ligera ventaja sobre Ricciardo. El francés ha comprado más papeletas para este 'sorteo' logrando en Canadá el mejor resultado de Toro Rosso desde 2008 (con Sebastian Vettel al volante) y con su octavo puesto previo en Mónaco. La sensación en la escudería es unánime: ha 'espabilado'. 

Con todo el plan de cantera que tiene elaborado Red Bull, parecería absurdo que el sustituto de Webber viniese de fuera. Significaría pegar un tiro a su filosofía, a la credibilidad de su estrategia y, de alguna manera, a la moral de los propios pilotos canteranos. No obstante, la lógica no funciona recordando el episodio de Jaime Alguersuari, cuando se le comunicó que no seguía en Toro Rosso un día después de un evento con el equipo y tras asegurarle de palabra su continuidad. De golpe y porrazo Helmut Marko cambió los planes previstos por Toro Rosso.

El absurdo de que Red Bull no confíe en su propio programa

Con estos precedentes, en el equipo afincado en Italia saben que dos más dos no son siempre cuatro y que los rumores que sitúan a Kimi Raikkonen en Red Bull para 2014 podrían ser ciertos. Pese a ello, tanto Daniel como JEV también saben que cuantos más éxitos logren, menos posibilidades habrá de que el asiento lo ocupe algún 'forastero'.

Desde que debutó en Fórmula con HRT se le situó como el principal candidato para ser el futuro compañero de Vettel. Daniel Ricciardo ganó en 2008 la Fórmula Renault 2.0, en 2009 la F3 británica y en 2010 fue piloto reserva de Toro Rosso y Red Bull al tiempo que logró un segundo puesto en las World Series by Renault. Al año siguiente ya disputó once carreras del Gran Circo con el equipo español y, de ahí, a Toro Rosso en 2012. Su ascenso había sido progresivo, positivo y con los suficientes argumentos como para tener un piloto rápido y fuerte en Fórmula 1. Además, su personalidad alegre y el carácter afable ante el micrófono hacían prometer un campeón de esos que cala hasta en la afición enemiga, tipo Valentino Rossi.

Por detrás del australiano, en la recámara, se situaba JEV con similares resultados en sus temporadas previas a su llegada a Toro Rosso en 2012 (también primero en la F3 británica y segundo en las World Series). Se plantó en la filial de Red Bull con once carreras menos que su compañero.

Este Toro Rosso está para puntuar

De esta manera, 2013 comenzó con lo que debe ser el año de maduración y consolidación de ambos pilotos, apoyados en el mejor monoplaza que ha tenido la escudería desde 2008, cuando Vettel ganó en Monza y finalizó octavo el Mundial de Pilotos. “Creemos que hay potencial como para estar el resto de la temporada peleando en los puntos”, asegura una persona del entorno del equipo a El Confidencial. Una condición indispensable para situar a sus pilotos en situaciones más parecidas a las que se pueden vivir y con las que se ha de lidiar en Red Bull. Porque, como en el fútbol, no es lo mismo que el filial esté en Tercera, Segunda B o Segunda. Siempre será más fácil la adaptación de un joven al primer equipo cuanto menor sea el salto que deba dar.

Y, como esos futbolistas que en Primera se desenvuelven mejor que en Segunda, JEV ha cuajado dos resultados fantásticos con un coche ‘casi’ de Primera, al menos en estos dos últimos circuitos. La tendencia ha de confirmarse en Silverstone, un circuito "normal", como ha dicho esta semana Felipe Massa. Y es que son sólo dos carreras, pero ha sorprendido el hecho de haber desbancado un tanto la idea de que Ricciardo es la actual cabeza de los canteranos. Si mantiene este nivel, desde luego que Vergne habrá adelantado y dejado atrás al australiano. Pero Red Bull, Helmut Marko, no sólo analizará los puntos y resultados, sino que en su mano reportará datos, telemetría e intuición para sopesar la decisión.

En lo que respecta a Toro Rosso, la escudería preferiría mantener a estos dos pilotos un año más, hasta que las frutas que vienen creciendo –Félix da Costa y Carlos Sainz Jr- maduren convenientemente. Pero, de estas y el resto de decisiones, saben que dependen del criterio de Marko. Helmut manda y, previsiblemente, no ejecutará su sentencia hasta final de temporada.