El apretado nudo de la corbata de Fórmula 1

“Incluso si Hankook quisiera meterse, conllevaría tres, cuatro o cinco años dar el salto a la Fórmula 1 como proveedor, la prohibición de test hace imposible entrar antes”. Más que la noticia en sí (que Pirelli es el único candidato para 2014) las declaraciones a Autosport de Michael Eckert, ingeniero de la empresa surcoreana, recuerdan lo complicado que es entrar y permanecer en el Gran Circo debido a su entramado de reglas y sus elevados costes para sobrevivir. Vestir con un traje de Fórmula 1 siempre luce, pero el nudo de la corbata aprieta tanto que, en ocasiones, deja sin aire al que lo porta.

“Desde un punto de vista de ingeniero la Fórmula 1 es un gran desafío, pero desde un punto de vista financiero supone una gran inversión. Debes estar lista en todos los aspectos de tu compañía, no sólo con los neumáticos, sino la infraestructura con respecto a la logística. Actualmente, toda la producción de gomas de Hankook está en Corea y sería de gran ayuda tener una base europea como Pirelli posee en Turquía”. Eckert, con un par de pinceladas, muestra los esfuerzos básicos que una empresa ha de hacer para entrar en la F1. No son adaptaciones simples… la F1 precisa de un foco de atención permanente capaz de provocar cambios en el ADN de la empresa, como, en este caso, separar parte del núcleo de la empresa entre Corea del Sur y Europa. Todas las empresas presentes en el Gran Circo han creado un departamento para atender los requisitos que la F1 presupone.

No todo acaba en la Fórmula 1

¿Merece la pena una inversión de tal envergadura? “Ciertamente estamos interesados en introducirnos en nuevos mercados y nuevas oportunidades desde el punto de vista de negocio y también como imagen de marca, pero no es nuestro objetivo a corto plazo. No es obligatorio que la F1 tenga que ser nuestro destino final en competición”, comenta el eventual ‘portavoz’ de una marca que está presente en DTM, European F3 Open, Auto GP, Superstars… entre otras.

Hankook prefiere continuar proporcionando ruedas a diferentes competiciones, menos internacionales que la F1, antes que apostar todo por el Gran Circo. Las necesidades para cubrir dichas competiciones no son tan ‘elitistas’ y complicadas. Este ejemplo de Hankook recuerda que la exclusividad de la Fórmula 1 va desde el paddock, a la entrada de pilotos, equipos, prensa, invitados e incluso proveedores. Y lo más difícil no es entrar, sino resistir y salir vivo porque las exigencias financieras son muy duras. En el caso de las gomas, Pirelli cobra 1,25 millones por suministrar las gomas a cada equipo y, supuestamente, gasta en torno a 20 millones en cada gran premio. Las cuentas no salen salvo por el retorno en publicidad.

Eckert y Hankook son conscientes de que todo aquel que quiera portar un traje de la F1 debe adaptar su 'cuerpo' a la prenda, no al revés. Y una vez puesto el traje, se ha de tener buenos pulmones porque el nudo de la corbata puede cortar alguna vez la respiración.