Raikkonen continúa su relación abierta con Lotus

La prensa estaba citada a las 18 horas. Diez minutos después, Anna, la amable encargada de prensa de Lotus, pronunció un “lo siento, Kimi viene con retraso” sin llegar a entrar en el hospitality donde tenía lugar la rueda de prensa en los pasados test de Jerez. Sonrisas, miradas cómplices y algún chascarrillo en tono guasón de los plumillas que allí esperaban a Raikkonen, de las rockstars que más simpatía despierta en el paddock por ser propietario de una personalidad que choca con la que se presupone de un piloto de Fórmula 1. 'Iceman' regresó de vacaciones sin haber cambiado un ápice.

A eso de las 18:15 horas Kimi apareció… y desapareció en el interior del hospitality. Cinco minutos después regresó, se fue a la nevera, cogió una botella de agua, saludó a unos conocidos en una mesa y, por fin, atendió a una prensa atónita con su habitual voz sosegada, volumen ínfimo y respuestas cortas.

Pocos protagonistas del Gran Circo parecen disfrutar cuando atienden a la prensa o están en algún acto promocional. Normalmente, en cuanto se da por concluida la sesión pública que les ocupa, huyen de ese lugar en busca de privacidad e intimidad. Lejos de micrófonos, flashes y personas que, como apuntó Felipe Massa el pasado jueves, "luego contarán lo que quieran en los periódicos". Sin ir más lejos, la semana anterior, un director de equipo que atendió a los invitados de un patrocinador en el trazado andaluz 'escapó' del lugar -en cuanto tuvo permiso- resoplando y en busca del ruido del motor de su monoplaza. Qué paz.

Una simbiosis necesaria

Y en esta contraprestación fuera de la pista -igualmente importante en su jornada laboral-, es en la que hay quienes se mueven mejor que otros. En este sentido, la naturalidad y talento de Kimi dentro de un vehículo se transforma en cierto pesar e incomodidad. No se desenvuelve tan bien como, por ejemplo, Pedro Martínez de la Rosa. El tercer piloto de Ferrari, si algún día desea bajarse del coche, no tendría inconvenientes en encontrar trabajo como 'embajador' de una empresa o de la Fórmula 1 (de hecho continúa siendo el representante de los pilotos).

"Vivo la vida como quiero"

La relación que mantienen el finlandés y su escudería tal vez sea distinta a la del resto de pilotos con sus equipos. Es más liberal, tanto que transformó en humor y camisetas sus reprimendas por radio a su ingeniero ("¡Déjame solo, sé lo que estoy haciendo!", "Sí, sí, sí, sí… lo estoy haciendo todo el rato") o que solucionó con una reprimenda la celebración en Abu Dabi de su victoria con una cerveza ante las cámaras (está prohibido mostrar alcohol en público). "Yo solo intento hacer mis cosas y conducir". Que sea por mucho tiempo.