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Nurburgring se hunde: Merkel no puede evitar que el 'Infierno' caiga en bancarrota
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UNO DE LOS MAYORES MITOS DE LA FÓRMULA 1 PODRÍA DESAPARECER

Nurburgring se hunde: Merkel no puede evitar que el 'Infierno' caiga en bancarrota

¿Es posible que el 'Infierno' caiga en bancarrota?  “Si te gusta Nürburgring, o no has ido lo suficientemente rápido o estás loco”. Jackie Stewart, expiloto de

Foto: Nurburgring se hunde: Merkel no puede evitar que el 'Infierno' caiga en bancarrota
Nurburgring se hunde: Merkel no puede evitar que el 'Infierno' caiga en bancarrota

¿Es posible que el 'Infierno' caiga en bancarrota?  “Si te gusta Nürburgring, o no has ido lo suficientemente rápido o estás loco”. Jackie Stewart, expiloto de Fórmula 1 que apodó a este circuito alemán el ‘Infierno Verde’, puede presenciar junto con el resto de los amantes al automovilismo cómo las llamas financieras arrasan con uno de los mayores iconos del mundo del motor. Este jueves, el circuito alemán se declaró en bancarrota con una deuda de más de 350 millones de euros. Incluso Angela Merkel había solicitado a la Unión Europea una ayuda de 13 millones para salvar esta leyenda asfaltada. Salvo sorpresa, Bruselas responderá con una negativa este mismo mes y -a sus 83 años-, la pista de Nürburgring Nordschleife podría ‘arder’ y quedar enterrada bajo el verde bosque de Eifel.

Carlos Sainz, en 2009, señaló a El Confidencial: “Tienes que aprender a respetar el ‘Infierno Verde’”, y alguien no lo hizo. Como algo premonitorio, ese mismo año se inauguró un complejo turístico que poco tenía que ver con el olor a gasolina y el ruido de un motor y que costó más de 400 millones, el doble de lo presupuestado inicialmente, a un par de socios inversores (Kai Richter y Jörg Lindner). Por primera vez desde 1927, el viejo Nurburgring lo conducían manos privadas apoyadas en dinero público de la empresa estatal Nürburgring GmbH.

Plazas hoteleras, centro comercial, parque temático, una noria, montaña rusa… las expectativas de aumentar el número de visitantes fue tan exageradamente superior a la realidad que, al año siguiente, los capitalistas pidieron encarecidamente al estado desvincularse del negocio y recuperar su inversión. El gobierno de la región de Renania-Palatinado reabsorbió la deuda pagando un total de 524 millones y tomando el control el gobierno alemán a principios de este año.

Ir al ‘Infierno’ cuesta 26 euros

El sobredimensionado proyecto ha quemado en tres años una imagen y fama que había costado ocho décadas consolidar. Lo más irónico del asunto es que miles de aficionados siguen acudiendo de todas partes del mundo para ver alguna de las múltiples competiciones que se diputan cada mes o simplemente para dar una vuelta con su coche por 26 euros. “Son los 21 kilómetros más emocionantes de tu vida”, suele ser el comentario de aquellos que han probado las 174 curvas, sus 300 metros de desnivel con unas subidas del 17% y bajadas del 11%. No es difícil ver una pegatina que dibuja la silueta del circuito en algún coche de una urbe europea, orgulloso de decir: “Yo estuve allí”.

“Siento miedo cuando pienso en aquella carrera. Nunca piloté así antes y nunca lo hice después. Nurburgring siempre fue mi pista favorita y aquel día la conquisté. Otro día me podía haberme conquistado a mí”. Juan Manuel Fangio ganó el gran premio de 1957 gracias a una vuelta meteórica hacia el final de la prueba con la que batió en 24 su anterior récord. Puso en riesgo su vida en el que es considerado el circuito permanente más peligroso del mundo.

De hecho, los miles de aficionados que van cada año con su vehículo a rodar por su asfalto miden sus impulsos porque les puede salir muy caro una salida de pista: necesitar una asistencia implica 150 euros, una grúa son 190 euros y 85 euros de safety car (para recoger a piloto y acompañantes); cada tramo de guardarraíl dañado (incluido el poste que lo sujeta) podría suponer hasta 85 euros. Y si el estropicio obliga a cerrar el circuito, hay que sumar un coste adicional de 1.350 euros por hora.

“No volveré a ir tan rápido”

Más allá del dinero, los intrépidos deben tener en cuenta que cerca de una decena de muertos al año. Una de sus víctimas pudo ser Nicki Lauda, a quien varios pilotos salvaron su vida en la carrera de 1976 cuando su monoplaza comenzó a arder literalmente en el ‘Infierno Verde’. Un día antes, en calificación, Lauda ya había ‘jugado con fuego’ al bajar de los siete minutos (6:58) por primera y última vez en la historia del trazado antiguo (previo a la remodelación), de 22,8 kilómetros. “Ese día tenía un feeling especial y salí a la pista dispuesto a destrozar el récord en un estado psíquico y mental que jamás había sentido. No tenía miedo a morir, simplemente. No lo volvería a hacer”. Ese accidente provocó que la Fórmula 1 abandonase definitivamente el trazado largo de Nurburgring después de 35 grandes premios para correr en uno nuevo de 4,5 kilómetros, que ha sido utilizado 17 veces en el Gran Circo.

Este mito del automovilismo se tambalea. Busca compradores y, si no aparece, echará el cierre. Uno de los interesados en que siga viva la llama, Bernie Ecclestone, se ha apresurado a prestar toda la ayuda que sea necesaria: la Fórmula 1 asumiría todos los gastos que pueda conllevar la carrera para 2013 y, a cambio, se embolsaría los beneficios. Sin canon ni pérdidas, sin duda, sería el gran premio más rentable de los actuales.

Este fin de semana se disputa el GP de Alemania en el circuito de Hockenheim, trazado que se alterna con el de Nurburgring desde 2008. Aunque todas las estrellas de la Fórmula 1 estén allí presentes, muchos de ellos estarán pendientes de lo que ocurre a 220 kilómetros. Ningún piloto quiere que el ‘Infierno’ desaparezca.

¿Es posible que el 'Infierno' caiga en bancarrota?  “Si te gusta Nürburgring, o no has ido lo suficientemente rápido o estás loco”. Jackie Stewart, expiloto de Fórmula 1 que apodó a este circuito alemán el ‘Infierno Verde’, puede presenciar junto con el resto de los amantes al automovilismo cómo las llamas financieras arrasan con uno de los mayores iconos del mundo del motor. Este jueves, el circuito alemán se declaró en bancarrota con una deuda de más de 350 millones de euros. Incluso Angela Merkel había solicitado a la Unión Europea una ayuda de 13 millones para salvar esta leyenda asfaltada. Salvo sorpresa, Bruselas responderá con una negativa este mismo mes y -a sus 83 años-, la pista de Nürburgring Nordschleife podría ‘arder’ y quedar enterrada bajo el verde bosque de Eifel.

Angela Merkel