Ferrari y Alonso, aspirantes a dar el primer 'manotazo' del año

Ferrari, 31 carreras después, ha logrado situar a uno de sus coches en la primera posición de la salida. Lo ha hecho por méritos propios y sin tener que esperar fallos de los demás. Mucho ha transcurrido desde el primer test de la temporada en Jerez, donde parecía impensable un liderato antes del verano, hasta ver el sábado de Silverstone. Fernando Alonso, líder del mundial, espera lograr la segunda victoria consecutiva, tercera en el año, para poner tierra de por medio con sus perseguidores y dar un golpe en la clasificación de pilotos. En una temporada tan reñida y donde en las siete primeras carreras hubo siete ganadores diferentes, vencer un tercio de las pruebas significaría tener la primera ventaja del campeonato.

A falta de confirmar el ritmo de carrera de Michael Schumacher, presumiblemente bueno en mojado por sus declaraciones tras la Q3, Red Bull se ha erigido como la escudería más peligrosa para los intereses de Ferrari en Inglaterra. McLaren, pese a la velocidad a una vuelta de Lewis Hamilton, no 'funciona' bajo el agua y sólo ha podido colocar un vehículo en octava posición, detrás de Felipe Massa, Raikkonen y Maldonado. El brasileño de Ferrari, esta vez, sí podrá hacer de escudero de su compañero, además de tratar de 'molestar' en lo posible a los monoplazas austriacos.

La superioridad mostrada este sábado a una vuelta del F2012, talón de Aquiles de la Scuderia hasta ahora, no significa que los bólidos rojos vayan a estar en esta situación en el resto de grandes premios. Este circuito, plagado de curvas rápidas (como también lo es Spa o Suzuka), es beneficioso al perfil del coche construido en Maranello.

Esta 'pole' no significa un antes y un después

De ahí que no se lancen campanas al vuelo sugiriendo que el F2012 ya es un monoplaza puntero (“hay coches más rápidos”, indicó Alonso el jueves). Una verdad que no es incompatible con el hecho de que continúe evolucionando y pueda llegar a serlo.

De cara al campeonato, al margen de un impulso emocional para continuar trabajando, Ferrari tiene la posibilidad en Inglaterra de distanciarse de sus rivales más próximos (Mark Webber, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, a 20, 23 y 26 puntos, respectivamente). Alonso desea obtener el máximo premio posible para cuando vengan 'vacas flacas'.

Para ello, además de luchar en la pista contra el 'hambre' de Schumacher o un 'crecido' Webber, el asturiano vigilará al cielo, no sea que se le eche encima. La alta probabilidad de precipitaciones ha provocado que se tome con mesura y cautela su vigésimo primera pole en Fórmula 1. La lluvia hace que puedan perder más que ganar los que ocupan los primeros puestos, una suerte de 'lotería' que se invierte conforme más atrás está un monoplaza.

Ferrari no quiere oír hablar de la lluvia, aunque vayan rápidos

Rodar a un buen ritmo con el asfalto mojado no es sinónimo de éxito seguro. Un piloto ha de sortear posibles golpes, salidas de pistas, resbalones que él mismo pueda cometer al pisar donde no debe (hierba, piano...), debe estar bien situado si aparece el coche de seguridad y, aunque vaya primero, es obligatorio prestar atención a las estrategias del resto. Unidos, forman un cocktail de elementos imprescindibles para ganar bajo el agua. De este modo se explica su inesperada victoria de este año, en la segunda prueba, bajo el agua de Malasia. Marc Gené, ante las cámaras de Antena 3, no puso en duda que en Ferrari están deseando que no llueva.

Con su primera pole del año, Alonso aspira a lograr su tercera victoria en Silverstone. Por cierto, las otras dos 'poles' las consiguió en 2005 y 2006... cuando se proclamó campeón del mundo.