Llegó al All-Star de Orlando llamándose Ricky Rubio y salió como Ricky 'pistolas' Maravich

Ricky Rubio llegó a Orlando para disfrutar del fin de semana, para mostrar el descaro y talento que tiene. Y bien que lo hizo en el festival en el que se ha convertido el All-Star, en el que el lugar para la competición ha quedado desterrado de manera definitiva. Ya de regreso a Minnesota, Rubio se ha dado cuenta de que sus maneras no han pasado inadvertidas para el gran público. Sin la atención mediática que recibe Lin, algo exagerado lo que hace con él el New York Times, Ricky ha logrado una cuota de protagonismo que pocos esperaban. Gran parte de culpa de ese salto hacia adelante la ha tenido Shaquille O'Neal, responsable de su presencia en el fin de semana de las estrellas y del apelativo con el que se le conoce en Estados Unidos a partir de ahora: Ricky 'pistolas'.  "He disfrutado de todo lo que me ha pasado este fin de semana. Ha sido maravilloso. Espero volver".

El que fuera pivot de los Lakers en su época dorada como jugador de la NBA, no hizo sino recoger el testigo de muchos seguidores del baloncesto que desde que Ricky apareció por Minnesota no paraban de comparar su juego con el que fue leyenda de la NBA entre los años 70 y 80, Peter Maravich, conocido como el 'chico de la pistola'. 'Shaq' bautizó al jugador de los Timberwolves como "chico pistola italiano", para rectificar de inmediato y pedir perdón por el error y confirmar el nuevo nombre adjudicado: "chico pistola español".

Cuando Rubio llegó a Estados Unidos no había visto vídeos de Maravich. Apenas sabía de él. Lógico, porque el que fuera jugador de Atlanta Hawks, New Orleans Jazz, Utah Jazz y Boston Celtics falleció un par de años antes de que naciera al que hoy comparan con él. Tenía 40 años. El español reconoce que no se ha inspirado en el que fuera genial base y que de elegir a alguien él se identifica más con Steve Nash, jugador canadiense de los Suns. De hecho, uno de los mejores momentos que ha vivido Rubio en su todavía breve paso por la NBA ha sido el poder enfrentarse al futbolero base de Phoenix.

Maravich asombraba por su capacidad para anotar, dirigir y dar asistencias imposibles. Los 1,6 millones que recibió en su primer contrato en Atlanta en 1970 le colocaron en el punto de mira de críticos y aficionados. Nadie cobraba ese dinero. Pronto se rindieron a la manera de jugar de este base que no supo lo que es ganar un título de la NBA en los diez años en los que estuvo en la mejor Liga del mundo, justo hasta que una lesión de rodilla le llevara a abandonar el deporte profesional en 1980. Decidió cambiar de vida y se puso en manos de la religión y del alcohol. Un ataque al corazón le dejó sin vida en 1988 con 40 años de edad tras jugar un partido de veteranos.

Los más grandes se han inspirado en él

Isaiah Thomas, Magic Johnson, John Stockton o Jason Kidd reconocen en haberse inspirado en este jugador diferente a todos. Ahora, Shaquille O'Neal ha encontrado su sucesor en Ricky Rubio. Uno y otro comparten el pelo largo, con aire desaliñado, un cuerpo poco atlético y, en especial, una manera diferente de ver el baloncesto, que camina entre la genialidad y lo fantástico, algo común a Ricky 'pistolas'y Pete 'pistols'. El cerebro de Minnesota ha demostrado durante estos días que no desentona en este mundo tan complicado. Los norteamericanos entiende su baloncesto, su manera de fabricar show, algo que no está al alcance de todos.

La segunda presencia española en Orlando corrió a cargo de Marc Gasol. Sin el perfil mediático de Ricky, el mediano de los Gasol cumplió. Tenía un objetivo: lograr algún punto algo que no hizo Pau en su estreno. Sumó cuatro puntos, pero su carácter no va tanto con este tipo de festivales.