El dueño de Los Lakers da la espalda a Pau Gasol y él piensa en Chicago como su destino

Pau Gasol era feliz en los Lakers y pronto puede serlo en Chicago. Le gustaría seguir de amarillo pero la puerta sigue abierta y él se decanta por el equipo que encumbró a Michael Jordan. Dos anillos contemplaban su estancia en la franquicia californiana. Todo cambió en el pasado mes de mayo. Su bajo rendimiento en las eliminatorias le valieron la sentencia para el millonario Jerry Buss y su equipo de trabajo liderado por Mick Kupchak. 

La realidad señala que los Lakers no le quieren pero lo curioso es que los otros veintinueve equipos de la NBA desean su fichaje. Poco importan los casi quince millones de euros que cobra por temporada. Ven en el español a un jugador capaz de llevar a sus equipos a luchar por el anillo, algo que hizo nada más llegar a Los Ángeles. El director general ratificó en persona al propio Pau que la puerta sigue abierta: "Hasta el 15 de marzo te podemos traspasar Pau". Cierto. Y al español no le queda otra que esperar, aguantar una situación que en Europa sería digna de acoso laboral. Dos mundos, dos maneras de ver la vida del deporte profesional.

El panorama es bien distinto al que se encontró Pau en febrero de 2008 cuando llegó a Los Ángeles. De un día a otro pasó de ser el jugador franquicia de Memphis a ser una estrella más en los Lakers. Se sentía querido. Ahora no. Lo curioso es que anoche el público del Staples coreó al pívot, al campeón de Europa, como horas antes lo había hecho el propio Kobe Bryant ante lo que él considera "mierda de situación". La NBA no tiene escrúpulos y lo está demostrando con un tipo tranquilo, alejado de problemas y que vive el baloncesto con pasión y, sobre todo, con profesionalidad. De ahí que todos los equipos y las grandes estrellas de la mejor Liga del mundo quieran tenerle a su lado. El calla pero de los múltiples equipos que se han interesado por él, le gustaría terminar llevando un toro en el pecho y no por su afinidad con lo hispano. El pívot cree que los Bulls pueden pelear por el anillo. Lo tienen cerca y su presencia podría ayudar a convertir a los de Chicago en un equipo obligado a pelear por el título.

Rose, la estrella de los Bulls, ha pedido públicamente su fichaje. Se rumoreó en diciembre pero ahora todo apunta, el deseo de Pau poco importa en estos casos ya que le garantizan el aumento del 15% del sueldo y a callar, a que el traspaso se puede terminar de fabricar en cuestión de días. El fin de semana del All Star, el próximo, suele ser utilizado por los equipos para dar los últimos golpes a las plantillas aunque el plazo para los fichajes no termina hasta el 15 de marzo.