La batalla entre Real Madrid y Barcelona Regal sí engancha al aficionado

La Liga Endesa está tocando a su fin. Hoy podemos estar ante el último partido de la temporada en caso de que el Real Madrid vuelva a conquistar el Palau Blaugrana, tal y como hizo el pasado viernes. La serie de la final está 2 a 1 en favor de los de Pablo Laso, que se encuentran a un solo paso de conquistar su trigésimo primer campeonato liguero y cerrar así una gran campaña. El duelo entre los dos eternos rivales está resultando apasionante y está reuniendo todos los condicionantes necesarios para enganchar al gran público, algo que no estaba sucediendo con el deporte de la canasta a lo largo de la temporada regular.   

Prueba evidente del éxito de la final son las cifras de las audiencias. El primer partido de la serie, disputado en el Palacio de los Deportes el pasado domingo a mediodía, reunió frente al televisor (La 1 y TV3) a 1,2 millones de telespectadores, firmando un 15% de cuota de pantalla. Dos días más tarde, el martes, el segundo asalto entre Madrid y Barça fue visto por un millón y medio de personas y un 9% de 'share'. Hay que recordar que este partido quiso moverse de horario para emitirlo por La 1 de TVE y no coincidir con el programa MasterChef y finalmente fue retransmitido a través de Teledeporte.

Pero la gran cifra llegó este viernes. Ya con la serie en la Ciudad Condal, el seguimiento alcanzó su punto más álgido al superar los dos millones de espectadores y un 13% de cuota de pantalla. Como se desprende de todos estos datos, el interés por la gran final ha ido 'in crescendo' a medida que se está acercando el desenlace para conocer quién será el nuevo rey del baloncesto nacional. Precisamente este dato de las audiencias ha sido un aspecto que ha preocupado, y mucho, a la ACB. Éstas no han acompañado a lo largo de la fase regular, donde se alcanzaron cifras irrisorias. Tan sólo Madrid y Barça pudieron mantener el tipo.

Y es que no se ha sabido vender el producto. Ante los evidentes problemas económicos que atraviesa el país, la Liga ACB malvendió su competición a un ente público, Radio Televisión Española, que nunca ha tratado como merece al baloncesto. Continuos cambios de horario y de cadena han provocado que muchos aficionados no sepan ni cuándo ni dónde puede ver los partidos. No hay duda que, fuera de los dos grandes, cuesta que el aficionado medio se enganche a los partidos, pero está más que demostrado que cuando se hace una competición atractiva y se promociona de la manera adecuada, el éxito está casi garantizado. Ejemplo, la Copa del Rey.

No es de recibo que TVE tenga los derechos del baloncesto y en sus bloques de deportes de los telediarios apenas se dé información acerca de la Liga Endesa o que las promociones sean contadísimas y a través de un canal minoritario como es Teledeporte. Y no es que el ente público no sepa vender sus productos, lo hizo con el Mundial de Motociclismo al que relanzó en el capítulo de audiencias hasta que se lo arrebató Mediaset, simplemente da la sensación de que no quieren, que el baloncesto no les interesa.

Quizá, ante los datos que está arrojando la final, se den cuenta que con un mejor marketing el baloncesto sí puede ser una apuesta, sino de grandes audiencias, al menos sí de una rentabilidad más que aceptable. Mientras todo eso se analiza y se procesa, esta tarde hay partido, a partir de las siete de la tarde y por la primera cadena. ¿Habrá o no habrá campeón? Puede que éste gran aliciente provoque que el cuarto partido sea el del récord absoluto de audiencias en el baloncesto esta temporada, por encima incluso de los dos millones del duelo anterior o de la final de la Euroliga que enfrentó a Real Madrid y Olympiakos.