El fútbol alemán, el triunfo de un modelo inspirado en la selección española

Alemania pasaba por encima de los rivales allá por las décadas de los 70 y 80. No encontraban rival. La aparición de Italia en los 90 les relegó a un segundo plano, pero con los primeros años del siglo XXI, el poder alemán quedó reducido al de jugar un papel secundario. La selección salvaba los muebles, pero no terminaba de culminar ni repetir éxitos de antaño. La solución la encontraron en España. Viajaron hasta la Ciudad del Fútbol y la federación alemana no tuvo inconveniente alguno en copiar el sistema de trabajo de la selección española y de los clubes más importantes.

Los equipos alemanes siguieron los consejos de su federación. Algunos empezaron a mirar a la cantera (Borussia Dortmund) y otros mezclaron la teoría con su filosofía de toda la vida (Bayern). El resultado no es otro que el de ver a dos equipos alemanes en la final de la Champions, con el buen fútbol por bandera y con jóvenes que representan el creciente poder del fútbol alemán. Dicen que las futuras generaciones tendrán acento germano, en una mezcla perfecta del talento y el poder físico. Del fútbol impropio de la élite y que no se dejaba ver, se ha pasado a un más que digno espectáculo de fútbol total.

En la final de hoy aparecen los dos estilos. Por un lado el triunfo de la cantera, el de los jóvenes jugadores con descaro que representa el Borussia Dortmund y que encabeza Jurgen Klopp, un entrenador sin miedo a tirar del talento y que ha logrado hacer campeón a su equipo de la Bundesliga y ahora le ha situado en la final de la Champions. La baja de Götze, ya jugador del Bayern, no parece alterar lo más mínimo su discurso. Intentará imponer su manera de jugar, que gira entorno al control de Gündogan, la verticalidad de Reus, el acierto goleador de Lewandowski y una más que aseada defensa con Hummels y Subotic de pareja de centrales.

En el Bayern del ya despedido Jupp Heynckes, las bajas vienen de tiempo atrás, por lo que apenas variará el discurso futbolístico. Ni el recién operado Badstuber, ni el lesionado Kroos estarán en Wembley. La base volverá a ser la llegada de Araba y Lahn en los laterales, el control del centro del campo y rapidez y el trabajo de Ribery y Robben. La fortaleza física y el fútbol que mostró ante el Barcelona le elevan a la categoría de favorito, pero ya saben que el Borussia Dortmund no ha perdido ninguna final hasta ahora. Jugó la del 97 y la ganó. Sin embargo el Bayern viene de perder las dos últimas ante el Inter y Chelsea.