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El Barça reclama un Palau a rebosar para que le empuje hacia Londres
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DISPUTA EL ÚLTIMO PARTIDO DE CUARTOS ANTE EL PANATHINAIKOS

El Barça reclama un Palau a rebosar para que le empuje hacia Londres

El Barcelona Regal y el Panathinaikos griego se jugarán este jueves (21.00 horas) el pase para la final entre cuatro de Londres, que se decidirá en

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El Barça reclama un Palau a rebosar para que le empuje hacia Londres

El Barcelona Regal y el Panathinaikos griego se jugarán este jueves (21.00 horas) el pase para la final entre cuatro de Londres, que se decidirá en un Palau que los barcelonistas alentarán para que les empuje en el último encuentro de la serie de cuartos de final de la Euroliga.

La comunión entre el Barça y su pista ha propiciado fiestas de calado en los últimos años, y esta vez más que nunca la cita para los azulgranas requiere el Palau de los grandes acontecimientos, que presione al rival y lleve en volandas a los suyos, después de que la serie se haya igualado cuando todo parecía haberse torcido para los de Xavi Pascual.

La final entre cuatro de Londres, del 10 al 12 de mayo, ya cuenta con dos semifinalistas: el CSKA de Moscú y el Real Madrid. En el caso de que el Barça acceda a esta ronda, se mediría contra el conjunto madridista, que con un 3-0 se sacó de encima al Maccabi. El cuarto aspirante llegará el viernes del enfrentamiento entre Olympiakos y Efes.

El Barcelona logró dar el primer golpe en el encuentro inaugural de cuartos contra el Panathinaikos, precisamente en el Palau, pero en el segundo, un triple imposible de la estrella helena, Dimitris Diamantidis, igualó la serie y poco menos que la dejó sentenciada, porque el PAO se encargó de crear el ya conocido ambiente terrorífico que respira su pista, donde el Barça acudió como si fuese al matadero.

Ya en Atenas, el Barça estuvo a punto de dar la campanada en el tercer encuentro, en una pista cuyo perímetro quedó rodeado por una red para detener el lanzamiento de objetos. Fue en el cuarto acto, ya con el Barcelona casi sentenciado, cuando el equipo de Pascual sacó su mejor versión y con un 60-70 devolvió la serie a Barcelona.

Este jueves, en el Palau, el ambiente será el de las grandes galas, donde la presión estará a su máximo nivel, también en parte por cómo ha transcurrido la serie, en la que los griegos encabezados por su presidente Dimitris Giannakopoulos, denunciaron tras la primera derrota que los árbitros no sólo no habían tenido una buena actuación, sino que habían sido sobornados.

La Euroliga reprendió aquellas manifestaciones y conminó al PAO a llevar a cabo medidas de seguridad extraordinarias en Atenas para evitar males mayores por la presión que se había generado, todo ello con una multa de 150.000 euros.

Sin la sentida baja de Pete Mickeal, el Barça se ha reencontrado con mimbres valiosísimos como Ante Tomic o con piezas que parecían dimitidas, caso Erazem Lorbek, cuyos puntos y presencia al lado del aro han devuelto la serenidad a su equipo. Todo ello, con la confirmación de un Alex Abrines que apunta alto y con la siempre fiable presencia del capitán, Juan Carlos Navarro.

El Barça, con buen tono en la ACB, dio un golpe de autoridad en el cuarto partido en el OAKA, como así ha venido haciendo en la primera fase y en el top'16, rondas en las que los de Pascual han salido ganadores e invencibles.

Xavi Pacual dispondrá de todos sus efectivos, a excepción de Mickeal, y con el ánimo en alto después de la autoridad con la que se manifestó en el cuarto partido, celebrado el jueves de la semana pasada en el OAKA. El Barça ha sido uno de los asiduos a la fase final de la Euroliga. En los últimos diez años, ha participado en cinco ocasiones, dos de ellas (2010 y 2003) con título final incluido.

El Barcelona Regal y el Panathinaikos griego se jugarán este jueves (21.00 horas) el pase para la final entre cuatro de Londres, que se decidirá en un Palau que los barcelonistas alentarán para que les empuje en el último encuentro de la serie de cuartos de final de la Euroliga.

La comunión entre el Barça y su pista ha propiciado fiestas de calado en los últimos años, y esta vez más que nunca la cita para los azulgranas requiere el Palau de los grandes acontecimientos, que presione al rival y lleve en volandas a los suyos, después de que la serie se haya igualado cuando todo parecía haberse torcido para los de Xavi Pascual.

La final entre cuatro de Londres, del 10 al 12 de mayo, ya cuenta con dos semifinalistas: el CSKA de Moscú y el Real Madrid. En el caso de que el Barça acceda a esta ronda, se mediría contra el conjunto madridista, que con un 3-0 se sacó de encima al Maccabi. El cuarto aspirante llegará el viernes del enfrentamiento entre Olympiakos y Efes.

El Barcelona logró dar el primer golpe en el encuentro inaugural de cuartos contra el Panathinaikos, precisamente en el Palau, pero en el segundo, un triple imposible de la estrella helena, Dimitris Diamantidis, igualó la serie y poco menos que la dejó sentenciada, porque el PAO se encargó de crear el ya conocido ambiente terrorífico que respira su pista, donde el Barça acudió como si fuese al matadero.

Ya en Atenas, el Barça estuvo a punto de dar la campanada en el tercer encuentro, en una pista cuyo perímetro quedó rodeado por una red para detener el lanzamiento de objetos. Fue en el cuarto acto, ya con el Barcelona casi sentenciado, cuando el equipo de Pascual sacó su mejor versión y con un 60-70 devolvió la serie a Barcelona.

Este jueves, en el Palau, el ambiente será el de las grandes galas, donde la presión estará a su máximo nivel, también en parte por cómo ha transcurrido la serie, en la que los griegos encabezados por su presidente Dimitris Giannakopoulos, denunciaron tras la primera derrota que los árbitros no sólo no habían tenido una buena actuación, sino que habían sido sobornados.

La Euroliga reprendió aquellas manifestaciones y conminó al PAO a llevar a cabo medidas de seguridad extraordinarias en Atenas para evitar males mayores por la presión que se había generado, todo ello con una multa de 150.000 euros.

Sin la sentida baja de Pete Mickeal, el Barça se ha reencontrado con mimbres valiosísimos como Ante Tomic o con piezas que parecían dimitidas, caso Erazem Lorbek, cuyos puntos y presencia al lado del aro han devuelto la serenidad a su equipo. Todo ello, con la confirmación de un Alex Abrines que apunta alto y con la siempre fiable presencia del capitán, Juan Carlos Navarro.

El Barça, con buen tono en la ACB, dio un golpe de autoridad en el cuarto partido en el OAKA, como así ha venido haciendo en la primera fase y en el top'16, rondas en las que los de Pascual han salido ganadores e invencibles.

Xavi Pacual dispondrá de todos sus efectivos, a excepción de Mickeal, y con el ánimo en alto después de la autoridad con la que se manifestó en el cuarto partido, celebrado el jueves de la semana pasada en el OAKA. El Barça ha sido uno de los asiduos a la fase final de la Euroliga. En los últimos diez años, ha participado en cinco ocasiones, dos de ellas (2010 y 2003) con título final incluido.