Las dos caras de un Real Madrid ante su gran oportunidad de conquistar la 'Novena'

La semana no puede ir mejor para la entidad madridista. A la clasificación del equipo de José Mourinho para las semifinales de la Champions se unió este miércoles el extraordinario partido de los pupilos de Pablo Laso en el primer duelo de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga ante el Maccabi Electra. Ambos conjuntos buscan seguir reinando en el 'Viejo Continente', en el caso del fútbol conquistando la 'Décima', y en la sección de baloncesto, en busca de la 'Novena'. Club y aficionados hacen volar su imaginación y tratan de divisar un doblete histórico en Europa, algo para lo que aún hay que dar muchos e importantes pasos.

Centrándonos en el mundo de la canasta, una cosa está muy clara, el Real Madrid está ante una ocasión pintiparada de plantarse en la Final Four y tratar de reconquistar un título que no llega a las vitrinas blancas desde 1995. El equipo de Laso es muy superior a su oponente, un Maccabi muy inferior en el tiro exterior y sensiblemente por debajo de los blancos en la zona, donde tiene ciertas limitaciones de altura y de kilos con respecto a Begic o Slaugther, por ejemplo. En el encuentro del miércoles se pudo ver que, con un Madrid enchufado en las dos canastas, la eliminatoria no debiera tener demasiada historia. Pero aquí entra el 'doctor Jekyll y míster Hyde' en el que se ha convertido el equipo de Laso esta temporada. Habrá que estar atentos a qué versión no se ofrecen hoy en el Palacio de los Deportes (20:45, Teledeporte).

Si hacemos referencia a la máxima competición continental, los blancos son capaces de sacarse de la manga partidos absolutamente espectaculares, casos de Panathinaikos en el 'Top-16' o el propio de Maccabi en el día de ayer, o auténticas 'castañas', como las pírricas victorias ante Brose Baskets o Alba Berlín, también en la segunda fase de esta Euroliga. El técnico vitoriano del Real Madrid lucha contra esas lagunas mentales que el equipo tiene durante los partidos y que, en ocasiones, le ha ocasionado auténticos quebraderos de cabeza. Si los jugadores son capaces de mantener la misma intensidad en defensa y en ataque, estar en Londres no será un problema. Otra cosa será lo que ocurra en el O2 Arena…

¿Un Madrid-Barça en semifinales?

Todo el mundo apunta a que ésa será una de las semifinales de la competición. El terreno psicológico parece tenerlo el conjunto de Xavi Pascual. Desde el partido de Liga Endesa del pasado mes de enero y, sobre todo, desde la eliminación en los cuartos de final de la Copa en Vitoria, los azulgrana parecen tenerle comida la moral a su eterno rival. Pero hay mucha gente que piensa que hay varios aspectos importantes que podrían beneficiar al equipo blanco en este hipotético enfrentamiento en la 'Final Four': el estado de forma de Juan Carlos Navarro y la baja de Pete Mickeal.

En el caso del capitán barcelonista, su físico es una eterna incógnita. Dosificado a lo largo de toda la temporada, la 'Bomba' sigue siendo la gran referencia del equipo. La maldita fascitis plantar le ha limitado a disputar tan sólo los partidos y los minutos más decisivos de la temporada. Eso sí, este muchacho sigue siendo el mejor, juegue lo que juegue. Que se lo digan al Madrid en Vitoria… En el caso de Pete Mickeal, su desgraciada lesión pulmonar le va a dejar en el dique seco al menos lo que resta de temporada. La baja del alero norteamericano supone un trastorno importante en el equipo culé, ya que es una posición en la que no tiene un recambio de las mismas garantías (Joe Ingles no ha dado hasta el momento la talla). Si lo extrapolamos a los enfrentamientos contra el Real Madrid, Mickeal agiganta su figura. El ex de Baskonia juega sus mejores partidos contra el equipo blanco, y eso podría llegar a notarse, y mucho, en esa ansiada semifinal. Eso sí, al Barça ya se lo complicó ayer su eliminatoria tras caer en el Palau ante Panathinaikos y ahora debe acudir al OAKA y, al menos, lograr una victoria para recuperar el factor cancha.

CSKA, el otro gran favorito

En ese viaje hacia la ilusión blanca, y tal y como algunos aficionados mascullaban el miércoles dejando volar su imaginación en el Palacio de los Deportes, el otro gran rival de la competición parece el CSKA de Moscú. Los rusos, que aún deben superar al Caja Laboral en cuartos (van 1-0), están en todas las quinielas para hacerse con el título, de hecho son el equipo por el que menos pagan las casas de apuestas. Los de Ettore Messina, además, tienen el escarmiento de la temporada pasada, cuando llegaron a la Final Four como máximos favoritos (más que este año incluso) y sucumbieron ante el Olympiakos de Spanoulis y compañía, curiosamente el hipotético rival con el que se verían las caras en la otra 'semi' de Londres.

Siguiendo con la visión optimista que destilaba el aficionado blanco en la tarde-noche del miércoles, este CSKA es algo menos potente que el de la temporada pasada, donde hombres como Kirilenko y Shved (ahora en los Minnesota Timberwolves) marcaban grandes diferencias. Aún así, el potencial del equipo ruso, tal y como pudo comprobar el Real Madrid hace un par de semanas, es sencillamente espectacular. Eso sí, como se suele decir, a un partido todo puede pasar.

Todo esto es adivinar el futuro, algo que suele resultar erróneo en la mayor parte de los casos en el mundo del deporte. La actitud más correcta es la manifestada por Sergio Rodríguez al final del encuentro ante Maccabi. "Es bueno que la gente se ilusione, pero nosotros sólo pensamos en el partido del viernes y ponernos 2-0 en la eliminatoria. Todo lo demás sería un error muy grande que no debemos comentar", comentaba el base canario a El Confidencial.